lunes, 27 de abril de 2015

PARASITISMO


Que la Tierra está viva nos lo descubre cada cierto tiempo, cada vez con menos intervalos, los distintos fenómenos naturales que asuelan lugares que nada tienen que ver con las culturas o los poderíos económicos inventados por el hombre, sujeto este que aún no se ha dado cuenta que en el devenir de la historia del planeta es como una arenilla de una playa para el conjunto de la inmensidad del océano. Seguimos pensando que somos el culmen de la creación, cuando en realidad no dejamos de ser un pequeño apéndice, un brote, que le ha salido al planeta de mala manera y que pulula por su superficie como un piojo por una cabeza con una melena hasta la cintura. La Tierra nos recuerda en múltiples ocasiones que a los piojos también se les mata cuando se desea conservar la mata de pelo de la que se siente orgullosa. Y lo que es peor, nuestro sistema económico a nivel mundial la ayuda a lograrlo. Aún no nos hemos dado cuenta que nuestro dominio del planeta no es más que pura ficción, que continuamos creyéndonos los putos amos de algo que nos supera, que  nos ve como a unos seres incapaces de comprender que estamos de paso. No somos más que otro estado evolutivo en su superficie y, cuando al planeta se le hinchen los morros, nos mandará a paseo en menos que canta un gallo. Durante las últimas décadas, los avisos, a través de cambios más que evidentes, que se están produciendo a nuestro alrededor habrían de hacernos percibir que algo estamos haciendo mal, pero a pesar de ello seguimos aferrándonos a los clavos ardiendo de una economía que está condenada a desaparecer simplemente por agotamiento de los recursos naturales que la han hecho crecer desmesuradamente para orgullo y endiosamiento de unos pocos y extenuación de la población mundial. Seísmos, tornados, crecimiento del nivel del mar, riadas, vulcanismo, fenómenos atmosféricos nunca vistos podrían darnos una idea de lo que se nos avecina y, a pesar de ello, seguimos en nuestras trece caminando hacia la devastación final. Nos dejamos engañar con teorías sobre glaciación y calidez, cuando en realidad nos estamos auto inmolando, ciegos y sordos, escondiendo nuestras cabezas mientras el planeta nos consume. Somos parásitos que podríamos haber cambiado a un sistema de vida más simbiótico, pero preferimos seguir chupando la sangre hasta que no reste nada. ¿Y luego, qué?

Entretanto, no se entristezcan, intenten ser lo más felices posible y no pierdan la sonrisa nunca.

viernes, 17 de abril de 2015

EXTRAÑO LO DE RATO


A veces las cosas suceden porque sí  y no hay que darles muchas vueltas. Acabaría uno con tal dolor de cabeza que no habría analgésico capaz de eliminarlo. Viene esto a cuento de la detención exprés que sufrió nuestro ex de todo el Sr. Rato.  Por más que intento comprender las razones que lo han llevado a esta situación, las causas se me escurren entre los dedos. Casos como el suyo y otros semejantes los hay en nuestra geografía a espuertas (lean la prensa,  vean la tele u oigan la radio) y a la mayoría no los metieron entre rejas, aunque solo fuese unos minutos. Parece que solo van aquellos que molestan a alguien o no les importa lo que puedan contar ya que tienen su defensa hecha. Vean lo de Bárcenas: si nos atenemos a las explicaciones de los demás, él fue el único culpable a pesar de todos los papeles y declaraciones que son de dominio público. Atiendan a lo de la caja B del PP: no la hubo, todo se pagó legalmente y el juez, de acuerdo a estas versiones de los responsables políticos, no debe de tener ni idea de lo que instruye, pobrecito. Contemplen la obra de teatro que se ha montado con el caso Nóos y  la Infanta: después de oír algunas instrucciones y razonamientos interesados, ella firmaba sin mirar y no sabía nada, pero la mujer de Torres, esa sí, menuda malandrina estaba hecha. Juzguen ustedes los problemas de los Pujol: son casi todos unos santos a los que se les castiga por su ideología independentista, y ellos se declaran inocentes de toda culpa, al tiempo que se mantienen en sus trece sobre los grandes logros financieros que obtuvieron y además herederos de unas cantidades astronómicas, origen de su fortuna, por lo oído. Descubran el peliagudo asunto de los EREs: los máximos responsables no se enteraban de nada; siempre los culpables, si los hubo (porque esa es otra) eran los mismos, los de la bancada inferior, hasta que acabe pagando el último conserje.  No olviden el caso Gürtel: todo es un montaje para desacreditar a unos infelices que lo único que hicieron fue ser más listos que los demás, o eso quieren hacernos creer. ¿Qué les parece el caso Granados? Lo hizo tan bien que ni su presidenta, la Sra. Aguirre, se enteró de nada, pobrecita ella. ¿Y con el ático de González?, pues nada, que se lo ganó gracias a sus denodados esfuerzos laborales y, si todos hiciésemos lo mismo, todos podríamos tener uno, faltaba más.

Podríamos seguir y seguir hasta el cuento de nunca acabar. Y a excepción de cuatro paganinis, el resto anda a sus anchas por la calle como si nada. Por eso decía al principio que me extrañaba lo de Rato, aunque solo fuese por unas horas. No obstante, no puede perderse de vista. A lo mejor también sabe tirar de la manta para estar más calentito, aunque luego los que lo auparon a las cúspides de las pirámides donde estuvo lo tachen de cualquier cosa y aleguen que la justicia es igual para todos.(¡Je, je!, perdón por el inciso) O sea, allá él, que se arregle como pueda. Cuidadín, no vaya a salirnos otro Bárcenas, aunque para el caso que le hacen, en el PP, les importa un rábano, niegan la mayor o no contestan y a seguir con su chollo.

 

A seguir bien, amigos, y siempre con la sonrisa en los labios.

domingo, 12 de abril de 2015

IN MEMORIAM: PLAZA DEL CORTIJO


Ayer, aquí en Grau, en la Plaza del Cortijo, se descubrió una escultura que servía para rememorar a tantos y tantos seres humanos como quedaron enterrados en distintas fosas comunes por este concejo a lo largo de la Guerra Fraterna que asoló nuestro país hace más de setenta y cinco años. Un símbolo para el recuerdo de muchos de sus familiares y de las personas que consideramos que la justicia post mortem ha de ser igual para todos, de uno y de otro bando, es decir, recibir cada uno la sepultura que todos merecemos independientemente de nuestras creencias. El respeto para con los fallecidos de una manera similar ha de ser una muestra de maduración de nuestra sociedad, tanto para los que sufrieron una muerte así de un bando como de otro, y no caigamos en la falacia de pensar que solo murieron de este modo tan cruel los de un solo lado. Si bien es verdad que muchas de las muertes acaecidas durante aquella contienda tuvieron lugar en lugares alejados del frente de batalla, y más por odios, envidias y rencillas previas que por cualquier otra causa, tampoco debemos olvidar que las víctimas desaparecidas en condiciones como esta fueron la mayoría una vez terminada la guerra. Las que a día de hoy serán recordadas en El Cortijo fueron algunas de ellas, de tantas como en nuestra geografía acaecieron. Nunca las revanchas fueron buenas cuando la razón de ellas se basaba en hechos tan trágicos como tuvieron lugar en España, pero el ser humano nunca aprende de la historia y por eso siempre son los perdedores los que se llevan la peor parte por culpa de los más abyectos e infames seres del bando contrario que creen, ¡terrible forma de pensar la de estos excrementos humanos!, que así son más hombres que los demás y más respetados por sus superiores, los cuales la mayoría de las veces son iguales que ellos. Así que es, pues, de justicia rememorar a aquellas personas que fueron vilmente asesinados simplemente por creer en otras ideas, en unas que en aquellos momentos eran las que la ciudadanía había defendido en las urnas meses antes, las que nos dotaban de un sistema de gobierno, mejor o peor, pero más justo e íntegro que el que padecimos posteriormente basado en la fuerza, en la violencia, el miedo y en la más absoluta sumisión a riesgo de acabar, quién sabe, arrinconado en vida en otra cuneta.

Disfruten del día y sigan con esa sonrisa que nos hace a todos más felices.

viernes, 10 de abril de 2015

TRAMA SIN AIRE


Y la trama del agua en Asturies se ha desinflado de forma repentina, como el globo que los niños inflan para dejar escapar el aire de sopetón y verlo volar sin control de un lado a otro. Así, con la famosa trama, también se escaparon los “imputados”, cada uno a su casa. Resulta que, después de varios meses, desde los juzgados cayeron en la cuenta de que muchos de los delitos que tenían entre manos habían prescrito. ¡Qué cosas, oye! Como si eso no se hubiese sabido ya al poco de iniciar las investigaciones! ¿Acaso, cuando se empezó, no se conocían los años de los posibles delitos? Soy un absoluto ignorante en estos temas, pero algunas cosas son de sentido común o eso me parece a mí.
El caso es que ahora, una vez descubierta la prescripción temporal, los que habían estado inmersos en dicho proceso serán puestos en duda por el resto de ciudadanos. Nunca sabremos si fueron o no culpables de los delitos de los que se les acusaba. No sé por qué no se sigue la investigación y se descubre todo. ¿Que fueron culpables y no se les puede condenar por el tiempo transcurrido? Pues que se sepa. ¿Qué fueron acusados injustamente? Que también se sepa. La justica, independientemente de los resultados en estos casos, debería decirnos a los votantes qué han hecho esos cargos públicos o privados y nosotros deberíamos de saberlo para hacerles pagar, de forma positiva o negativa, en las urnas  sus acciones. Que no nos tomen por tontos ni unos ni otros.
A seguir bien y con la sonrisa a flor de piel.

viernes, 3 de abril de 2015

Y AHORA, HERMANDADES


Quiero pensar que la proliferación de hermandades que se están creando al hilo de la Semana Santa en Asturies se debe a la devoción cristiana por parte de sus componentes y simpatizantes. La tradición de las procesiones durante estas fechas se había deteriorado, podríamos decir, durante las últimas décadas más que nada por el qué dirán y, quitando aquellas Semanas Santas que siempre habían estado ahí y siguen con su arraigo social y religioso, las demás se habían ido quedando casi escondidas dentro de los templos o a su alrededor. No obstante, a día de hoy, el incremento en cualquier pueblo o villa, por no decir ya en las ciudades, nos ha vuelto a recordar que la fe sigue viva, o así debería ser para tantas personas como parecen seguirlas, entre nuestros conciudadanos: no hay lugar donde no crezca la idea de fundar una hermandad para estas fechas, algo así como cuando les dio a todos por tener su propio museo, de lo que fuese, tanto valía de una cosa como de otra. Que no quede un solo Cristo o Virgen en una iglesia que no salga de procesión, parecen pensar por todas partes. Y si la procesión no deja una sola calle del pueblo, villa o ciudad sin recorrer, tanto mejor.
Pero…Independientemente de la fe de muchas de esas personas que procesionan y viven sus creencias de la forma que consideran más acorde, se me antoja que hay más de folclore y turismo que otra cosa. Es la última moda a la que se apunta todo quisqui en cualquier lugar. Y si no, no hay más que fijarse en que hay mucha más gente viendo la procesión que participando. Es decir, hay más de fiesta que de tristeza, de jolgorio que de pena. Y no es de extrañar: bastantes palos nos da la vida, como para no disfrutar de cuatro días de vacaciones. 

Sigan disfrutando de la Semana Santa y no pierdan la sonrisa.