Hace sólo un par de horas, alrededor de las siete y media de la tarde, que la manifestación convocada por todos los sindicatos de educación de Asturias llegó a su fin en la Plaza de España de Oviedo, frente a la sede de la Consejería de Educación y Ciencia del Principado de Asturias.
Varios centenares de docentes, que superaban el millar ampliamente, abogaban por un cambio de actitud de los representantes del Gobierno Autonómico con respecto a temas que se han venido imponiendo desde la Administarción a este cuerpo de funcionarios y sobre los cuales no han parado de verterse opiniones totalmente contrarias a su puesta en marcha: pruebas de disgnóstico de alumnos, pruebas de evaluación a profesores, rechazo a convocar la Mesa Sectorial, representante de los sindicatos del sector, plataforma digital de cursos que no funciona, juicios de valor de una carrera docente realizados en veinte o treinta minutos, y relativos al curso actual, por personas que nunca o casi nunca pisaron las aulas -léase inspectores de educación- (¡ cómo si no hubiera docentes que llevan treinta o cuarenta años trabajando y a los que se les va a juzgar sólo en función del último curso!
Pero, ¿ con quién creen que están tratando?
Se veía venir. la dictadura que en este campo estaban sufriendo los docentes acabó por pasarle factura a este gobierno, a sus representantes, aunque no estoy seguro de que, después de ver las calles de Oviedo ocupadas por estas personas que defienden lo que en justicia les pertenece, la cara les llegue a enrojecer un poco de vergüenza. Es más, no sé si tan siquiera serán capaces de dar marcha atrás a unos planes que iniciaron sin consenso y sin consenso se hallan. Haber obviado de manera tan prepotente a los sindicatos de la enseñanza en temas que afectan directamente a los docentes, sólo significa que que en estos momentos se consideran como diosecitos, por encima del bien y del mal.
No ser capaces estos " nuestros gobernantes" de entender que ramas como la educación han de tener un tratamiento especifico, demuestra por una parte su opacidad al hacer las cosas y por otra su incapacidad de diálogo.
Desde hace unos cursos la educación en Asturias se está remitiendo al envío de papeles y más papeles a la Consejería del ramo. Piden y piden, como si los profesores dispusieran de las horas lectivas para escribirles folios y más folios, que a lo mejor ni leen, y además les quitan de lo que ha de ser verdaderamente su ocupación: enseñar a sus alumnos.
Claro que en la Consejería así son felices. Elaboran unos libros, más bien unos mamotretos, de cientos de páginas que no lee nadie más que los responsables de dar unos datos maravillosos, es decir los cargos políticos, pero que entre los trabajadores de la enseñanza no se cree nadie, y que además cuestan una fortuna. ¡Como si en Educación no hubiera donde invertir ese dinero tirado en su mayor parte a los contenedores de papel o perdido en almacenes que se atiborran de estas publicaciones porque no tienen ningún interés para cualquier persona con dos dedos de frente!
En Asturias están tratando al sector de la enseñanza de conejillos de indias: lo que no se hace en ninguna otra comunidad, aquí vamos por delante. Como en lo de pasar de curso en Bachiller con tres o más asignaturas. Luego vienen los tribunales de justicia y dan la patada en el culo a semejantes medidas. Pero, ¿y qué? ¿Alguien dimitió por semejante aberración? ¿Hay responsables? ¡Qué va! Todos a lo suyo: poltrona y cobrar, que son dos días.
¿Y los padres? Hasta el momento, no saben, no contestan.
Tal vez si, como se dijo al final de la manifestación, se llega a una huelga, que sería por incompetencia de la Administarción, puesto que ningún docente la desea, entonces se den cuenta de que a lo que verdaderamente están llevando estas medidas es a seguir profundizando en un tipo de educación que día a día va a hacer mas ignorantes a sus hijos.
A mí, como maestro, en ese caso, solamente me quedaría gritar: ¡Viva el papeleo!¡A los niños y niñas que los enseñe el maestro armero! (Y que me perdonen los maestros armeros por mencionarles con esta frase.)
Sean felices. Buen día.
