viernes, 30 de abril de 2021

POLVAREDA

 

Polvareda en el camino,

polvo reseco, irrespirable,

que descubro a cada paso.

Polvareda, más polvareda,

caminante en busca de su destino.

Un paso y otro,

y más y más,

dejando atrás recuerdos

perdidos en ese mi ínclito camino,

en la senda sinuosa que se borra

si echo la vista atrás, amigo.

Más polvo en la cara,

más sed en el alma,

más aspereza en la lengua,

más incapacidad de explicar.

Me rodea, brumosa,

la sucia y reseca polvareda

mientras adelanto un nuevo paso

mirando el final en el horizonte,

e igual que yo, tú mismo,

avistando un camposanto vindicativo

de nombres y apellidos.

Pierdo palabras en el polvo,

dejo sentimientos en el recorrido

y me retuerzo a un lado y a otro,

con la vista clavada

en el camino, en mi camino,

el ya corto que me falta por recorrer,

el que no existía en un principio,

cuando la vida no tenía fin,

cuando la fuerza rebosaba por doquier,

cuando los ojos divisaban solamente

aquello que querían ver.

cuando la polvareda aún no existía,

cuando el camino no tenía fin.

Mas ahora, polvareda en el camino

y, ¡ay, polvareda!, ansias de seguir

pisándote y levantándote,

sin prisa y a pasitos cortos,

aunque sea para perderme en ti.

martes, 27 de abril de 2021

¡VAYA CAMPAÑA!

 

Lo de la campaña electoral de Madrid tiene tela, eh. Algún día he visto algún que otro momento de ella, bueno más bien de lo que cuentan sus candidatos, en distintas cadenas de tv o bien escuchado en alguna que otra emisora de radio, y aún no he sido capaz de entender de qué narices hablan referente a las necesidades de esa comunidad.

Tienen suficiente con insultarse, meter a los primeras espadas al ruedo, tirar a matar(verbalmente hablando y en sentido totalmente figurado, que ahora mismo eso de disparar o amenazar de muerte está chungo como para mentarlo siquiera sin aclarar), eslóganes facilones y sin sentido ninguno, como los de libertad o comunismo (antes de Iglesias llegaba solo a socialismo) fascismo o democracia y demás palabrería que se inventan los politólogos de cada partido, hablarnos del pasado para bien o para mal según quién lo diga, y despotricar contra cualquiera que se meta por el medio.

Propuestas de futuro, lo que se dice propuestas para que los madrileños tengan una noción mínima al menos de lo que cada uno de ellos quiere hacer con su Autonomía, qué políticas piensan desarrollar para favorecer a esos ciudadanos, no se ven, ni se oyen ni tan siquiera se vislumbran teniendo en cuenta que son unas elecciones para dos años de gobierno. Y si una cosa prometen, mucho me temo que al llegar al poder se les olvide, que es lo que suele suceder. Algo dicen algunos, y de un lado y de otro hay cosas que huelen bien, porque hasta en el mayor muladar se puede encontrar una flor. Pero en general con meterse con los demás tienen bastante.

Estoy seguro que si siguiese con atención la campaña, cosa que dije no hago, lo que explican y cuentan unos de otros, seguro que mandaría a la mayoría a un lugar donde olería bastante mal. A la vista de estos ejemplares políticos no nos queda otra que resignarnos porque lo que se dice uno con el tino adecuado para sacar las cosas adelante no se distingue en la lejanía más remota.

Y bien podríamos extrapolar lo que acaece en la capital de España a muchas otras autonomías, me parece. Incluso al gobierno de la nación, que no sabe muy bien a qué árbol se debería arrimar antes de que se le escurra todo de las manos, porque los apoyos que sostienen el edificio en que vive y manda se pueden perder en cualquier momento, con lo que la caída puede ser morrocotuda.

martes, 20 de abril de 2021

PREJUBILACIONES, JUBILACIONES, PENSIONES, ,...

 

Hace unos días leíamos en la prensa y oíamos en la radio y en la tele que el Ministro Escrivá, el de Seguridad Social, el de las pensiones, vaya, había dejado caer la noticia de que tenía en mente reformar todo este asunto y de que se iba a penalizar a aquellos que se jubilaran antes de tiempo y se beneficiaría a otros que quisieran alargar su vida laboral más allá de la que les correspondería. Tanto en uno como en otro caso, la rebaja o el premio, se haría en forma pecuniaria, con pérdidas o ganancias en la pensión. Y no hablaba de cantidades nimias, no.

Si no es muy exacto lo que escribo, fue algo así, y seguro que se han enterado. La patronal y los sindicatos se echaron las manos a la cabeza, pero…, no sé, cuando el río suena…

Bien, a cuenta de ello, hoy, como consecuencia de la fusión de dos entidades bancarias de postín de nuestro país, de una de ellas se van a ir a la calle antes de esos años mínimos que se piden para salir de la vida laboral, prejubiladas, unas ocho mil personas y se van a cerrar centenas de sucursales por toda España. Algún tipo de régimen especial, supongo. Los sindicatos y la patronal negociarán sobre la base de las indemnizaciones y del dinero que cobrará a partir de ahora cada uno de los prejubilados y a vivir, aquí paz y después gloria. La ruleta en la que todos ganan. No es nada nuevo, porque en la banca estos ajustes son ya...

 Me pregunto que dirá el Ministro a esto. Aún no lo he oído. A la Ministra portavoz del gobierno sí: nos contó que, si no se hubiese producido la fusión, podría haber sido peor. O sea, que es malo, pero qué se le va a hacer. Nada más le faltó decir que eran los bancos, queridos ciudadanos, y ya sabemos quién manda en el país. Y que además en Europa lo del sistema bancario….y bla, bla, bla.

Claro que sí, señora Ministra, claro que sí. ¡Si no fuesen bancos…!

¿Será por cosas como estas por las que Escrivá habla de reformar las pensiones? ¿O por la paga que les queda a los ex diputados, senadores, ministros, presidentes y demás después de que han pasado por el Parlamento correspondiente un par de años? Me extrañaría, pero a lo mejor se lo está pensando. Claro que de ahí a llevarlo a la práctica… A lo mejor a un albañil o a un obrero de una fábrica de coches o a un dependiente y demás empleos por el estilo sí se atreve a aplicarlo, pero con otros ni moverse, eh.

Así que va a ser que no. Pero puedo equivocarme, como siempre.

domingo, 11 de abril de 2021

¡QUÉ CALAMIDAD!

 

Es increíble cómo pasa este tiempo de vida que nos han regalado nuestros padres. Un regalo al que le pondremos fin dentro de equis años, unos antes y otros más tarde, pero regalo al fin y al cabo. ¿Cómo vamos a ponerle fin? ¡Bueno, eso depende de tantas cosas, verdad! He ahí la gran incógnita de la vida: ¿cuándo se dará el último paso?

No obstante, hay quién se va como ha venido, con un aparato locomotor y unas vísceras que le han servido para ir tirando y, en cambio, los hay que han desarrollado, además, una mente capaz de pensar y razonar en función de sus propios intereses y sus propias experiencias tanto internas como externas, tanto lo que implica tener recuerdos, intereses, actitudes y decisión para aplicar sus resultados como enterándose de lo que sucede a su alrededor viendo las consecuencias. Estos últimos serán los que indiquen el camino a generaciones venideras. En cambio, los primeros pasarán y serán polvo en el camino, dejando apenas una pequeña huella que no valdrá ni servirá para descubrir su paso por el mundo; bueno, sí, como mano de obra de esta sociedad que necesita siempre de quien tirar para que las cosas funcionen como dicen los segundos, los que usan la cabeza. Esos son los que en el Antiguo Egipto habrían constituido la mano de obra barata para edificar y construir una pirámide, a cambio de un lugar para dormir y comida, pero nunca serán los que la discurran, los que ven en su cabeza lo que se quiere hacer y su significado para la humanidad. Son estos los que impulsan nuestro futuro, quienes lucharán por hacer de este un mundo mejor, para todos los que estamos y los que vendrán, a corto, medio y largo plazo, con avances de todo tipo: sociales, tecnológicos, científicos, … Pero, al mismo tiempo, lo harán convencidos de que su trabajo solo fructificará si ayuda a aquellos que se dedican a ver pasar la vida como una retahíla de horas, minutos y segundos, como una serie de comidas, de despertares y de placeres frugales que solo llevan al olvido, porque son necesarios para su pervivencia en la Historia.

Y entre ellos, entre esas personas, esos seres capaces de cambiar nuestro futuro a mejor, no estará ninguno, o casi, de nuestros políticos actuales. ¿Quién sabe si, por desgracia, no entrarán en nuestros libros de Historia para peor? ¡Qué pena de España, donde solo saben montar rifirrafes para sentirse protagonistas de algo que les beneficie a ellos personalmente y se olvidan de los ciudadanos! ¡Qué calamidad son ellos y no tanto la pandemia!

Pero, bueno, tampoco me hagan mucho caso. A lo mejor son cosas de la edad y uno chochea.