martes, 31 de diciembre de 2019

ENTRADA DE INVIERNO


 (1)        Adiós
Adiós, diciembre,
recuerdo efímero,
postrero suspiro
de nuestro parcial camino.
Arcón sólido de tiempo,
guardián de las vivencias,
de otro retazo más
de nuestra existencia.

(2)        Anhelo
Gorrión transido
en la rama desnuda
de una peral
un fin de año glacial,
trémula ave
anhelante de calor,
buscando al sol,
ausente hoy.
¡Pobre gorrión!

(3)        Ilusión
Poste de luz,
admirador de estrellas,
hoy ocultas, esquivas.
¡Vana ilusión,
prendado de todas ellas,
enamorado donjuán!

(4)        Custodia
Sobre el monte,
alto y victorioso,
capa de armiño,
que protege amorosa
la hierba frágil
amenazada por tinieblas.

(5)        Inocencia
Miro tu cara,
descubro la inocencia,
blanca, pura,
del mes de enero
saturando tus ojos
de nieve alba.

(6)        Bendición
Agua, nieve,
calor junto al fuego,
inicio de año,
frío invierno.
Amor a tu lado,
ardoroso y tierno.
¡Bendito inicio,
bendito invierno!

viernes, 27 de diciembre de 2019

VELU PROTECTOR



Ente cortines tresparentes andariegues
que bullen al debalu pel cielu
ensin un ratadín de folgueta,
arreaes pel aire xelador
de la montaña d’ allalantrones,
un aigla perdida ente los sos pliegues
a la gueta la cebera diaria
chilla con amarguriu, ciega
por aquel visillu esblancuxáu
col que les sos preses anubren
con arguyu recién
a les sos naciones.

martes, 24 de diciembre de 2019

¡CÓMO CORREMOS!


¡Cómo corremos! Hace nada, iba cogido a un carricoche con mi nieta bien tapada mientras la paseaba por el Paseo del Río. Hoy, está a punto de cumplir años. Intento echar la vista atrás y los recuerdos se me nublan, se me desvanecen, ¡tantos días y resulta que a la mente de este pobre jubilado, sólo le restan cuatro situaciones y poco más!
Gracias a que alguna de ellas las fui poniendo por escrito, ya que si tengo que echar mano en este instante de una libreta en la que plasmar mis vivencias, creo que no sería capaz de ir más allá de la página diez o doce. Resulta desalentador y descorazonador saber que estos años, que para ella hoy son lo máximo, ¡va a cumplir cinco!, han supuesto para mí estas lagunas de memoria. Es verdad que muchos hechos a lo largo de mi paso por el tiempo serán inolvidables: sus patadas y sus sonrisas al vestirla siendo bebé, sus primeros gorjeos intentando contarme algo desde la sillita, sus gestos indicándome cosas y llamándolas como Dios le dio a entender, sus primeros pasos, sus juegos, su imaginación desbordante a la que creo que contribuí en abundancia, sus días en la Escuela Infantil, a la que comenzó aún sin saber andar, sus carreras al verme ir a buscarla con dos años, su primer día en el cole de Educación Infantil, nerviosa sin parar de hablar con otros dos amigos, sus besos antes de entrar a clase, sus besos al salir, sus despertares a las ocho de la mañana entre risas, sus ojos y mente concentrados cuando está realizando algo que le gusta y, por lo cual, ni atiende ni oye ni contesta a nadie, su sonrisa cuando le doy un beso porque sí, mi adoración cuando me abraza y me da un beso seguido de un te quiero, Tito, mi orgullo al caminar por la calle llevando una conversación que choca a cualquiera que se cruza con nosotros, sus impulsos de bailarina o de cantante en ocasiones ante la audición de una canción determinada, su entonación del villancico 25 de diciembre porque este día es su cumpleaños, sus descubrimientos de palabras o expresiones en lengua asturiana que me pregunta para confirmarlas, su ingenuidad, su ternura, su dormir confiado, sus gestos ante el espejo para hacerme reír, sus ponme la tele, Tito, el olor de su pelo, su carácter juguetón, su simple presencia.
¡Tantas cosas parecen! Pero tantas quedan en el olvido que solo deseo que, cuando mi cuerpo no aguante más, todas ellas, las difuminadas por el tiempo y las nítidas en el recuerdo, sobrevivan en algún lugar o paraíso, si hay un alguien que así lo disponga, donde se hallen a disposición de quien quiera usarlas. Seguro que, como en el rastro, o en una librería de viejo, algo habrá que pueda servir.
¡Madre mía, a qué velocidad nos movemos!
¡¡¡Cinco años ya y casi sin darse uno cuenta!!!

jueves, 5 de diciembre de 2019

INTUICIÓN


Otra vez metidos en intríngulis encaminados a la posible formación de gobierno en España. Y otra vez la espada de Damocles se cierne sobre los españoles en forma de nuevas elecciones. Conforme pasan los días, Sánchez está deshojando la margarita cavilando sobre la fecha en que puede ser investido presidente…o no. Nos habían dicho que sería para las Navidades, pero barrunto que más bien será para bien entrado el mes de enero, aunque quizá me equivoque y ni siquiera para entonces lo haya. No obstante, y a la vista de las posibles alianzas, me huelo que el ciclo de cuatro años no va a llegar a término. Antes se romperán las buenas palabras y comenzarán a hacerse las alusiones veladas oportunas, acusaciones con o sin fundamento sobre determinadas decisiones y demás opciones que diferencien a unos de otros con el fin de ir preparando la próxima convocatoria. Siempre sucede igual, no es nada extraño.
Por eso intuyo que, aunque haya una gran coalición para formar un gobierno ahora, no todo serán rosas. Plasmar más adelante un presupuesto y otro y otro será más peliagudo. Y acceder a variopintas peticiones de unos y otros, aún más difícil, sobre todo las procedentes del Noreste español o de las costas del Golfo de Vizcaya, bien a nivel político, social o económico, que chocarán frontalmente con las de otras zonas con menos peso específico y que seguirán viendo mermadas las soluciones a sus problemas habituales, que vienen de lejos, y que observarán cómo las prebendas se las llevan los mismos de siempre.
Ojalá me equivoque.