domingo, 19 de diciembre de 2021

SOMBRAS


Entre la bruma silente y húmeda, sombras monstruosas

asemejan horripilantes, terroríficas pesadillas

vívidas y vividas entre amargos estertores

de muerte anunciada y agonías quejumbrosas.

Flotando en el frío viento matinal, presurosas,

se acercan como demonios fantasmagóricos furiosos,

almas dolientes en pena, errantes y milenarias,

de calma, paz, descanso y tierra ansiosas.

Rozan, apenas un ligero soplo, mis vestiduras andrajosas,

mi ser hecho de agua tibia y sangre roja ya vetustas,

de carnes colgantes y huesos frágiles azotados por el tiempo,

ropajes irreconocibles llenos de debilidades misteriosas.

Se alejan las siluetas mientras, de reojo, envidiosas,

lanzan una mirada larga, triste, melancólica y vacía

a esta su burda imagen, necia remedadora de su pasado arcaico,

que cierra los ojos mientras esconde sus manos temblorosas.

Cuando levanto la cabeza,  el aroma salino perfumado de las olas

templa mi cuerpo frío y despierta mi mente impía,

mientras el sol refulge espantando a mis espaldas la calima,

que se escabulle de mis delirios llevando con ella a las sombras. 

jueves, 16 de diciembre de 2021

OTRA OLA: HACE UN MES ESCRIBÍA...

            Hace un mes justo escribía un artículo en este blog sobre el ascenso de casos que estábamos sufriendo de covid y que su número   subiría poco a poco sin que se atisbara en el horizonte un remedio o una medida capaz de contrarrestar esa sexta ola que se avecinaba.

A día de hoy, con una media nacional de más de cuatrocientos casos por diez mil habitantes, la dichosa ola, que no se detuvo a pesar de las buenas palabras de los políticos gobernantes como es lógico, está entre nosotros y se vuelve imparable. Otra Navidad a la porra, cuenten lo que cuenten los “listillos” de turno. Si bien hasta este momento el número de muertos es menor que antes, no por ello los Servicios Sanitarios de nuestro país están en la gloria. Vuelven a llenarse las salas de nuestros hospitales con enfermos de la covid y, prefiero equivocarme, volverán a saturar la Sanidad los miles y miles de casos que se irán incrementando los próximos días, lo que sobrellevará la cancelación de una infinidad de operaciones quirúrgicas más o menos graves. Y volverán las muertes por decenas, y luego por centenas y seguiremos, no lo duden, por más historias que se inventen para descalificar a los críticos con las medidas que se están tomando a día de hoy, más bien a la ausencia de ellas.

Y es que algunas chocan con los derechos de la persona. Quizá. Pero es que España todo dios tiene derechos, pero nadie tiene obligaciones.

Y aquí siempre por detrás. En esta España puñetera, los intentos para solucionar la salud de sus ciudadanos, evitando que el número de contagiados siga in crescendo y a todo trapo, son responsabilidad de inútiles o miedosos incapaces de coger al toro por los cuernos.

Recuerdo cómo sacaba pecho nuestro presidente asturiano, durante los primeros compases y los segundos y los terceros y… de la pandemia vociferando que para él lo primero era la salud de los asturianos. Hoy no dice ni pío, aparte de que debemos ser los ciudadanos los que nos cuidemos. Entre Congreso de la FSA, argayos, inundaciones, huelgas de los trabajadores del campo, de la sanidad y demás protestas por todos los sitios, se encierra en el mutismo y todo lo resuelve él y sus consejeros, con buenas palabras que no convencen a nadie. Bueno, sí, a algunos fieles encumbrados de su partido que tienen pánico a moverse o sacar la patita, no vaya a ser que para las próximas elecciones acaben defenestrados y no puedan cobrar sus sueldos, o bien a aquellos que, con las orejeras puestas, siguen creyendo y defendiendo a capa y espada lo que ven delante de ellos y embisten como toros ciegos contra todo y todos los que no piensan como ellos.

Ya ven, todo se soluciona con mascarilla, dosis de vacunas, distancia social, una PCR o un test de antígenos. Mientras, todos los días vemos escenas en las que una importante cantidad de personas se saltan a la torera todas las normas y no sucede absolutamente nada.

 ¿Otras medidas? No, que se nos echa a la calle más gente todavía y ya está suficientemente llena.

Es decir, la lucha contra la pandemia es cosa de cada uno. O sea, que bien parece que sobran todos esos cargos que cobran y no hacen nada. Ya saben, que cada ciudadano se busque la vida.

 

lunes, 6 de diciembre de 2021

AGONÍA EN EL BOSQUE

Canta la rana en la charca

y berrea el ciervo en el monte,

el lobo aúlla en el risco

y un chillido de águila en el horizonte

preceden al terrible y último grito,

lastimero y sordo, de un zorro solitario

que, en lo más profundo del bosque,

sobre una peña húmeda y musgosa,

agoniza por el fatal quebranto nocturno

mientras maldice a la luna llena,

iluminadora aciaga y traicionera

exhibidora del cantizal de matorrales

donde jugaban a aquellas horas.

El tardío ululato de un búho

y el gruñido retumbante de un oso,

el crujido rasante de una luciérnaga

y el canto desaforado de un grillo loco

explican a los que quieren escuchar

cómo los dos zorruelos y la zorra,

abrazados bajo el amarillento piornal,

cayeron abatidos por los estampidos

de aquella horrible asesina atronadora,

y cómo ahora él, aún aturdido y sufriente,

se deja morir sobre la roca predilecta

de aquellos que lo acompañaron siempre,

de sus adorados hijos y de su amante eterna.

 

 

 

 

 

 

domingo, 28 de noviembre de 2021

BREVE APUNTE OTOÑAL


Y el árbol que rozaba el cielo se desnudó

arrojando su envolvente ropaje al suelo,

tejiendo lentamente con él una alfombra

de cientos, de miles, de millones

de colores cálidos otoñales.

Y la niña con los pies descalzos

bailó, se contoneó y cabrioló sobre ella,

y sus pasos, polícromos de Naturaleza,

la condujeron, agradecidos y zigzagueantes,

a los tiernos y rugosos brazos del gigante.

CANCIÓN INFANTIL: LA TABLA


Dos por tres son seis.

Cinco por ocho, cuarenta.

Nueve por tres, veintisiete.

Cuatro por cuatro, dieciséis.

 

Del derecho y del revés,

cantaba la niña la tabla

y los números bailaban

encantados a sus pies.

 

Los repetía una y otra vez,

multiplica, multiplicando,

mientras reía y gritaba:

Uno por diez son diez.

 

En pijama y con rapidez,

bajo las mantas se escondió

chillando con alegría:

Papis, ya me la sé.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

ASCENSIÓN

Esa luz que mata mi insomnio,

que ilumina las palabras perfectas,

claras y concisas manchas oscuras

sobre un lienzo blanco de celulosa,

con las que vuelo a paraísos perdidos

o infiernos broncos y tortuosos,

esa luz se desvanece ante mis ojos

semicerrados, cansados, agónicos,

mientras mi yo asciende sin miedo

al feliz reino de las ilusiones,

al feliz reino de los sueños.

jueves, 18 de noviembre de 2021

MÚSICA CELESTIAL

 (A Celia)

 Nuevamente volví a escuchar esa música,

una música única, celestial,

música que dulcifica mis sentidos

en cualquier minuto, a todas horas,,

todos los días de todos estos años regalados.

La música que me transporta de repente

al Cielo, al Paraíso, al Valhalla,

donde las melodías sacras y universales,

notas, silencios, acordes, arpegios,

se trocan en salmodias ásperas,

envidiosas, ruines, insignificantes,

composiciones monocordes durmientes.

¡Ay!, otra vez llegó a mis oídos su música,

esa música única, celestial;

nuevamente mi cuerpo y mi espíritu,

cual esponjas resecas impregnándose

de gotas de rocío, sin prisa,

alcanzaron a oír a unos besos de distancia

el bel canto apoteósico de su risa.

martes, 16 de noviembre de 2021

COVID: VUELVE A SUBIR

            Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas….

Bonito refrán. Con más sentido y aplicabilidad en estos momentos que la sexta ola de covid se extiende por Europa. En Asturias y resto de España también, no vayamos a perder las cifras de vista. Por más que nuestros políticos y expertos nos cuenten chaladuras y explicaciones para todos los gustos referentes a minimizar las consecuencias de lo que está sucediendo. El número de casos en España ha crecido desde hace un mes a todo trapo. En algunas Comunidades de forma altamente preocupante. Y mientras se hace hincapié en el gran número de contagiados en Austria, Eslovenia, Gran Bretaña, Alemania, etc., aquí en nuestro país, como aún no hemos alcanzado tales cifras, nos empeñamos en negar la mayor. Nadie toma medidas para prevenir lo que podría significar otra gran oleada. Vale, es verdad que debido al alto número de vacunas ya inoculadas, las consecuencias serán menos graves que las de hace seis meses o un año (o eso nos quieren hacer creer y yo lo prefiero), pero, coime, no esperemos a que las cifras sean tan altas como para tener que amputar cuando se puede de momento poner una venda. Pues no, nuestros políticos siempre por detrás del problema, en vez de afrontarlo y combatirlo previniendo males mayores.

Si hacemos caso a lo que nos refieren las autoridades, el tanto por ciento de gente que está padeciendo esta última ola corresponde a personal no vacunado. Pues, hala, que sigan los impresentables haciendo gala de su chulería y dejadlos que se curen con los polvos de la madre Celestina. Pero no. Hace unos meses, escribía aquí que a toda esa gente irresponsable, si se contagiaban de covid, lo que deberían hacer los distintos Servicios de Salud españoles para curarlos, era cobrarles la estancia o la medicación necesaria y que precisasen en este momento para ello. ¿Por chulos? No. Por gilipollas. Y además tomar medidas drásticas contra todos aquellos que aún siguen sin vacunar privándoles de diferentes derechos (a los que ellos mismos renuncian en el mismo instante en que por capricho ponen en riesgo a los demás) porque chocan frontalmente con los legítimos derechos de la mayoría de los españoles responsables ya vacunados. ¿O es que sólo tienen derechos los que hacen lo que les sale de las narices sin pensar en nadie más?

 

 

lunes, 8 de noviembre de 2021

SI NO FUESE POR ELLAS...

Está el cuerpo cansado, ajeno a mi espíritu.

Mientras este proporciona acicates para avanzar,

aquel me retrotrae a épocas olvidadas,

tiempos mejores, mas obsoletos.

Mi cuerpo es un inconveniente

para que mi ánimo no avance jubiloso,

él me invita a la inanición y a la inapetencia,

mis ansias inútilmente me ordenan erguirme.

Una masa de agua rodeada de piel reseca

que se sume a través de una sima invisible,

que arrastra con ella ilusiones y proyectos

que en mí permanecen vivos, mas yertos.

Cuerpo y espíritu,

complementarios de vida que,

a veces, cuando el carnet languidece,

reman en direcciones contrarias.

Ay, estos años que pesan,

que aplastan propósitos,

pero que felizmente me permiten

continuar disfrutando de vosotras.

Ay, si no fuese por vuestros abrazos,

por vuestros besos, por vuestras caricias,

quién sabe si mi aliento

no hubiese arrojado la toalla,

quién sabe si no se hubiese escondido

entre letras que nadie hubiese leído.

 

 

jueves, 28 de octubre de 2021

CANCIÓN INFANTIL

ECHANDO CUENTAS

(Para Celia)

 

Un día tiene el perro,
dos días tiene el gato,
tres días tiene el pollo,
cuatro días tiene el pato.

Cinco días el burrito
y seis días el ternero,
siete días la paloma,
y ocho días el conejo.
 
Nueve días aquel potro
y diez días el cerdito.
¿Pero qué quieres, saber más?
No me acuerdo, pajarito.
 
¡Ah, espera, no te vayas,
que he visto un corderito
muy recién recién nacido,
blanco, marrón y negrito!
 
¡Y una niña de ojos limpios
brincando a su alrededor,
que, con casi siete años,
declara que ella ya es mayor!

sábado, 16 de octubre de 2021

LA FLOR SOBRE EL ASFALTO

 El hombre, soberbio,

creyente absoluto en su poder,

con ínfulas de tirano

capaz de domeñar la Naturaleza,

exhibe ufano sus logros

aciagos y aberrantes.

Pero a ti, personajillo siniestro,

creyente absoluto en tu poder,

una flor,

una simple y menuda flor,

echa por tierra  tu orgullo.

A ti, que te suponías un dios,

un creador de paisajes yermos,

el soplo nimio del tiempo

te pone en tu lugar.

Una dulce luz sobre el asfalto,

imagen de tu decadencia

continua y quimérica,

simboliza tu fracaso

de dominio y conquista.

¡Una flor, sí.

una sencilla flor!

 

jueves, 14 de octubre de 2021

PERDÓN, CON EFECTO RETROACTIVO

 

¿Hasta cuándo vamos a seguir, o van a seguir, juzgando el pasado con los ojos de hoy?

De un tiempo a esta parte existen ciertas corrientes de opinión empeñadas en la necesidad de pedir perdón por acontecimientos sucedidos hace cientos de años ya que, visto desde los estándares sociales, filosóficos, o como quieran llamarse, de la actualidad, eran aberrantes. La colonización que tuvo lugar en determinadas partes del mundo por potencias llegadas de otros lugares más o menos cerca o de otros continentes parece ser que fue aterradora, por no decir las consecuencias que derivaron de ella. Es verdad que, a ojos vista, hoy podríamos calificar aquellas situaciones como algo totalmente fuera de lugar si nos centramos y lo razonamos con el pensamiento predominante occidental que vivimos. No obstante, también es un poco paradójico que no se reconozcan situaciones similares que hoy están acaeciendo en lugares del mundo, en pleno siglo XXI; o que sí se reconocen y se protesta, o no, contra ellas, pero sin que nadie se atreva a meter las narices allí donde pasa porque estaría mal visto por la comunidad internacional, léase la ONU, por ejemplo. Aunque, por estúpido que sea, si a alguna organización mundial que busque terminar con las calamidades sufridas por muchos seres humanos debido a diferencias raciales, religiosas, económicas, etc., se le ocurre intervenir, sería automáticamente condenada por muchos países por meterse donde nadie lo llama. Porque hay gente para todo y el mundo es así.

Si hacemos caso a lo que defienden algunos países, que más que nada quieren desviar la atención de los problemas que originan y padecen los ciudadanos, los suyos, por sus desgobiernos, no habría país actual en el planeta que en alguno de sus siglos de historia, ¡mira que llevamos varios miles de años desde que aparecieron las primeras civilizaciones!, no se viese obligado a pedir perdón por esto o por aquello.

Pero hacerlo hoy, luego de décadas o de siglos de haber acontecido semejantes sucesos, me parece una anormalidad. ¿Os imagináis naciones hoy herederas de aquellos extraordinarios imperios o civilizaciones como las de Mesopotamia, Asiria, Egipto, Persia, Grecia, Esparta, Roma, Cartago, Califatos como los Omeya, Abasí, Fatimí, de Córdoba, Imperios Otomano, Maya,  Azteca, Inca, Anasazi o Iroqués, Bizancio, Mali, Ghana, Songai, Escandinavia, Inglaterra, España, Francia, Portugal, Bélgica, Holanda, Rusia, EEUU, Valle del Indo, China, Mongolia, Japón, Corea, etc., dándose  golpes en el pecho por lo que hicieron sus antepasados con otros pueblos (que fueron colonizados y conquistados violentamente por ellos, pagándolo con la vida, la esclavitud o el asesinato, fuese ritual o no, e incluso con la desaparición), y arrodillándose ante los habitantes actuales de muchos países que entonces ni existían, ya que la creación de sus estados en la mayoría de casos fue posterior?

¿Os lo imagináis? Pues yo no, porque no tendría ningún sentido, aparte del de quedar bien si existen intereses de otro índole que no sean los históricos, que no sean los de analizar y entender las razones que llevaron a esos imperios a conquistar otros lugares. Como si no hubiese sido y sigue siendo lo más habitual desde que el mundo es mundo. Por la fuerza de las armas o del dinero, pero con la misma violencia.

Otros tiempos, otras sociedades, otra manera de ver el mundo. Podemos analizarlo, entenderlo o no, pero ¿pedir perdón por lo acontecido hace cientos de años? Buf, si lo tengo que hacer, se lo pediré a Adán.

miércoles, 13 de octubre de 2021

CORAZÓN CON CORAZÓN

 (A Celia)

Es un hada con su varita mágica especial

la que vuela hoy etérea de aquí allá

entre muebles, sillones y juguetes

por el salón del suntuoso palacio imaginario.

Es una criatura feliz y asombrosa

que destila hechizos maravillosos

capaces de cambiar su fascinante mundo

pleno de misterio y fantasía infantil.

Es una niña que juega sin cortapisas

a plena luz de un día radiante de otoño

a descubrir tesoros ocultos y grandiosos

entre estanterías colmadas y cajones oscuros.

Es una maga caprichosa y seductora

que se inventa de pronto una canción

que convierte en un enigmático sortilegio

que desintegra las penas de los presentes.

Es la misma pequeña maga prodigiosa

que ha metamorfoseado de súbito

los vetustos años ajados de un abuelo

en brotes verdes de un ser gastado.

Es ella, la dulce hechicera angelical,

que embauca y engatusa con su sonrisa,

sus gestos teatrales y sus palabras de miel

a quienes la contemplan fascinados.

La misma que se acerca a mí, encuclillado,

con corona, varita y vestido de tul azulón,

y enrosca sus brazos a mi cuello y me abraza

mientras susurra: “Así, corazón con corazón”

lunes, 11 de octubre de 2021

LA PALMA: PROSODIA, POR FAVOR.

 

En La Palma las cosas no pintan bien, de momento. Aunque puede ser peor si hacemos caso a la información facilitada por un noticiario de la tele. ¡Dios quiera que se hayan equivocado!

Se desprende esto de la explicación que hoy a primera hora oí en un telediario. Estaban abriendo el programa con las noticias desalentadoras de este cataclismo: el cono del volcán se había quebrado y la profusión de materiales se había incrementado; lo poco que quedaba de Todoque había sido ya sepultado por la lava; el número de hectáreas devastadas, con edificaciones, campos y plantaciones, se había incrementado considerablemente y amenazaba otros núcleos poblacionales; la fajana originada por la colada principal estaba cubriendo casi totalmente la plataforma continental sobre la que se había ido asentando y se corría el riesgo de desplome hasta profundidades mayores pudiendo originar la formación de olas superiores a varios metros capaces de descargar con furia contra la costa; la segunda colada, a punto de llegar al mar por otra zona, estaba devastando también todo cuanto hallaba a su alrededor; el aire seguía siendo irrespirable en muchos sectores y se extendía al albur en función de la procedencia de los vientos; mucha gente, que aún no había sido desalojada por hallarse fuera del área de influencia del volcán, comenzaba a desesperarse a la vista de los posibles cambios de dirección que podrían surgir teniendo en cuenta la violencia y la abundancia de productos que se desprendían de la erupción, y estaban preparando sus enseres para en cualquier momento abandonar sus hogares; los movimientos sísmicos continuaban a diario incrementando el temor de la población; etc.

Y terminaban los presentadores del telediario, sin detenerse siquiera un segundo en lo que significaba, diciendo que ADEMÁS hoy llegaban a La Palma barcos de la Armada Española.

Cuando lo escuché quedé de piedra. ¡Joder, qué más podrá suceder a los pobres isleños palmeros! Solo faltaba que ADEMÁS la Armada viniese con el fin de bombardear la isla como colofón a todas cuantas calamidades habían estado refiriendo. Tal y como se expresaron, eso dieron a entender, o casi.  

¿Por qué no serán un poco más serios a la hora de informar? ¿Tanto cuesta? ¿O la enseñanza recibida no dio para más?

No sé, pero creo ADEMÁS que cuando se informa de algo, y más en casos tan penosos como este, ADEMÁS de la información, deberíamos conocer y saber que lo que contamos al público que nos escuche no son un ristra de palabras para rellenar y meter ruido, sino que ADEMÁS este debe interpretarlo correctamente. No es tan difícil ADEMÁS ser claro y preciso cuando se trata ADEMÁS de temas con tanto calado emocional como el de La Palma. Y en ocasiones, ADEMÁS, la prosodia lo es todo.  

viernes, 24 de septiembre de 2021

LA PALMA = DOLOR

 

Desde hace cosa de una semana, las gentes de este país viven pendientes de lo acaecido en la zona de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma. Los seísmos previos, contados por miles, estaban avisando de lo que podía suceder. Y por desgracia la aparición de un volcán fue un hecho. Espantoso y exterminador.

No obstante, muchísimos que viven alejados de este cataclismo miedo me da que contemplen las imágenes aterradoras que los medios de comunicación nos ofrecen cada dos por tres como si estuviesen viendo una película de catástrofes, de esas a la que tan avezados nos tiene Hollywood. ¡Incluso una Ministra lo ve como un chollo para incrementar el turismo en la isla! Qué le vamos a hacer, es lo que hay. 

Aunque la realidad, como casi siempre, sabemos que supera con mucho la ficción. Así asistimos con estupefacción a cómo la fuerza de la Naturaleza es capaz de extinguir de un soplo los pueblos y el paisaje de forma brutal. Sin compasión. No obstante, no podemos olvidar que la Tierra es esto. Que las Islas Afortunadas, como otra infinidad de territorios, fueron la respuesta del interior del planeta a movimientos geológicos que duraron miles y miles de años, millones. Ni tampoco podemos olvidar que la actividad sísmica en ellas sigue estando viva y los materiales internos de la corteza terrestre originan caos como estos. Y esa misma fuerza imparable extendida por todo el planeta, que un día crea algo a base de tiempo y tiempo, también está capacitada para borrarlo o cambiarlo de un plumazo. Y el hombre poco puede hacer ante ello.

A todos nos cae el alma a los pies cuando oímos a cientos y cientos de nuestros congéneres lamentarse por la pérdida de todos sus enseres, sus casas, sus tierras, su forma de vivir. Y a todos nos alegra escuchar a quienes gobiernan declaraciones esperanzadoras para solucionar el futuro de estos palmeros, aunque me temo que se queden en generalidades y estorbos burocráticos. Ya sabéis, con esto último quiero equivocarme, como siempre.

Después de seis días de tormento, los ciudadanos españoles residentes en las localidades afectadas por las cenizas, piedras, coladas de lava, fuegos, etc. siguen con una mano delante y otra detrás. Se han ido a polideportivos, a casas de familiares o amigos, a algunas cedidas por entidades financieras, etc. sin saber aún qué planes de alojamiento para el futuro tienen previsto las autoridades, aparte de las buenas palabras. Solo sabemos que los seguros o el Consorcio pagarán a quienes tuviesen asegurado algo. No todo, claro, porque nunca ese dinero alcanzará para paliar las pérdidas. Y me pregunto qué sucede con quienes no tenían seguro alguno.

No obstante, hay algo que nadie podrá arreglar nunca, por más cosas que se hagan, por más movimientos de solidaridad que existan ante este desastre natural para ayudar a los afectados. Los sentimientos de esa gente será imposible restituirlos: la mirada serena de unos padres a una habitación, que ya no existe, donde un bebé sueña en su cuna o el sitio, ígneamente borrado, donde los llamó papá o mamá por primera vez; la sonrisa de ese niño o esa niña a la salida de su colegio, hoy calcinado, en busca del parque infantil, ahora convertido en una tea humeante; el recuerdo de unos hijos en el cementerio, ya sepultado, ante la tumba, que ya no hay, de sus padres; la alegría de una familia ante una buena cosecha, en este instante una finca calcinada; el miedo ante la primera explosión, formidable y estremecedora, del volcán; la tristeza y la desesperación, que se han insertado bajo su piel, al ver sus ilusiones cercenadas ante la visión de los hechos. Tantos y tantos sentimientos con los que tendrán que seguir viviendo y con los que, por más que hagamos y les digamos, habrán de cargar y sobrellevar el resto de su existencia.

Como todos, solo me queda a ellos animarlos y pedirles fuerza, valor y ánimo para continuar, y rogar a los otros que no los dejen perdidos en mares u océanos de papeleos sin sentido y abandonados en ese extraño mundo de la burocracia, los intereses y el olvido, que tantas y tantas veces estamos acostumbrados a ver, son los regidores en nuestro país. A ver si por una vez...

viernes, 3 de septiembre de 2021

CUATRO INTERROGANTES

            Si la palabra “éxito” se ha empleado con tanta prodigalidad a la hora de denominar el regreso a casa de militares y colaboradores(¿y los que quedaron abandonados?) que han sido derrotados, junto a los demás miembros de la OTAN, en la guerra de Afganistán, ¿con qué palabra hubiesen denominado la operación si se hubiese producido una victoria allí y se hubiera logrado cambiar el modelo de sociedad por otro más acorde al siglo en que vivimos? Habrá que preguntar en el Ministerio del ramo.

Si ante la nueva ley de Universidades que se avecina va a existir la “discriminación positiva” para elegir al personal y primar a la mujer, ¿quiere esto decir que al hombre se le aplicará una “discriminación negativa” para ocupar los mismos cargos? Y si quien aspire a ocupar una plaza es alguien perteneciente a uno de los géneros LGTBI, ¿ qué “discriminación” es precisa, una “neutra”? La respuesta, supongo, en el Ministerio de Igualdad o Trabajo, expertos también en inventos del Lenguaje.

Si cuando las cosas salen bien porque las medidas aprobadas en Bruselas benefician a un país, España por ejemplo, los Gobiernos se auto ensalzan  y presumen de pertenecer a esa Comunidad y lo bien que han negociado las condiciones, ¿por qué cuando las medidas no se corresponden con lo que la sociedad española, por ejemplo, precisa se echa la culpa a Europa como si nuestro propio país no perteneciese a ella?, ¿acaso no se ha sabido negociar o quiénes lo han  hecho son una panda de inútiles o pintamos bien poco en el panorama europeo y mundial por más palmaditas en la espalda que nos den? Esta pregunta para el de Universidades, que es sociólogo.

Si nos cuentan a los españoles y lo refrenda el Gobierno en el Congreso que el precio de la luz no se puede rebajar porque existen leyes de mercado europeo (como si España no fuese Europa) que no lo permiten, ¿por qué en cada país de la Comunidad Europea hay distintos precios y casualmente en España nos llevamos la palma más cara de todas? Esta no la contesta ni dios aunque obtenga un Ministerio hoy en España.

jueves, 2 de septiembre de 2021

SIN TI..., NADA

 

¿Qué miras con tu cara de niña

cansada?

¿Qué expresa tu gesto de fastidio,

desganada?

¿Me miras a mí, que te miro

embobada?

¿O miras tu reflejo en mi vista

apagada?

 

¿Acaso no sabes que la edad,

olvidada,

se asemeja a un haya perdida,

emboscada,

oculta en presencia de una visita

despreciada,

mas orgullosa si a su lado te hallas tú,

bienamada?

 

Muda tu áspero semblante en risa

encantada,

convierte tu rictus huraño en expresión

regocijada,

acércate a mis brazos así, sonriente,

iluminada,

para que mis ojos observen a mi niña

adorada.

 

¿Qué miras con tu cara de niña

espabilada?

¿Qué es ese ese guiño en tu cara

sonrosada?

¿Te ríes de mí, loca nieta, que me tienes

embelesada?

¿O quizá de tu abuelo que te tiene tan

mimada?

 

Ay, ay, ay, que esa risa cantarina,

alocada,

me dice que te estás divirtiendo conmigo

entusiasmada,

que te estás tronchando en mi cara

arrugada,

porque sabes, ay, ay, que sin tu cariño soy

…nada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 24 de agosto de 2021

AL SOL

 

Al sol,

en un banco apartado del parque

sintiendo los últimos besos

cálidos y temblorosos del atardecer.

Al sol,

con la mirada perdida en el aire

mientras una dulce brisa veraniega

refresca mi rostro seco y arrugado.

Al sol, sí,

con mis recuerdos vívidos y nítidos

que pasean en un completo caos

por mi frágil y ajada memoria.

Allí, en aquel banco de la esquina,

al sol,

permitiendo que el tiempo templado de estío

invada mis chirriantes articulaciones.

Carreras desacompasadas de pequeñuelos

y voces altisonantes en el parque de juegos

al sol,

nostalgia de una infancia que no fue.

Una muleta tallada, un regalo tardío,

apoyada de soslayo entre mis muslos

me habla de mi presente aquí,agotado,

al sol, claro.

Al sol, sí,

el mismo sol que diluye la niebla matinal

entre la que me escabullo a diario

en busca de mis sueños de mañana.

Palabras galopantes que se esfuman

al sol

y que, como el agua del río, no vuelven,

desaparecen en el enorme vacío de mi mente.

Imágenes dispersas, turbias, desenfocadas

que se diluyen y desaparecen entre reflejos,

al sol, claro,

que nublan mi vista y cierran mis ojos cansados.

Ilusiones y anhelos susurrados al viento,

aventados a mil y un muladares del olvido,

convertidos en cenizas grises, quemados,

al sol.

Al sol,

sentado mientras recónditos secretos

hoy ya por sí inalcanzables por inaccesibles

se diluyen en este frescor crepuscular.

Una última mirada a las copas de árboles que,

al sol,

permiten el derrumbe de sus hojas sedientas

ahítas de soportar el fuego estelar

Me levanto, ansiando tu sonrisa eterna

mientras los montes informes de poniente

al sol

esconden fulgores de colores irisados.

Y mi caminar lento y torpe, de viejo gastado,

estimulado por tu imagen de fascinante madurez,

me lleva a tus abrazos, dejando marchito atrás

al sol.

Mientras, el banco, perdido y olvidado,

en un rincón apartado del parque,

testigo oidor de todas mis vidas olvidadas,

espera la noche anhelando el día,

suspirando por él,

el Sol, ay,

claro que sí,

ay, el Sol.