jueves, 14 de octubre de 2021

PERDÓN, CON EFECTO RETROACTIVO

 

¿Hasta cuándo vamos a seguir, o van a seguir, juzgando el pasado con los ojos de hoy?

De un tiempo a esta parte existen ciertas corrientes de opinión empeñadas en la necesidad de pedir perdón por acontecimientos sucedidos hace cientos de años ya que, visto desde los estándares sociales, filosóficos, o como quieran llamarse, de la actualidad, eran aberrantes. La colonización que tuvo lugar en determinadas partes del mundo por potencias llegadas de otros lugares más o menos cerca o de otros continentes parece ser que fue aterradora, por no decir las consecuencias que derivaron de ella. Es verdad que, a ojos vista, hoy podríamos calificar aquellas situaciones como algo totalmente fuera de lugar si nos centramos y lo razonamos con el pensamiento predominante occidental que vivimos. No obstante, también es un poco paradójico que no se reconozcan situaciones similares que hoy están acaeciendo en lugares del mundo, en pleno siglo XXI; o que sí se reconocen y se protesta, o no, contra ellas, pero sin que nadie se atreva a meter las narices allí donde pasa porque estaría mal visto por la comunidad internacional, léase la ONU, por ejemplo. Aunque, por estúpido que sea, si a alguna organización mundial que busque terminar con las calamidades sufridas por muchos seres humanos debido a diferencias raciales, religiosas, económicas, etc., se le ocurre intervenir, sería automáticamente condenada por muchos países por meterse donde nadie lo llama. Porque hay gente para todo y el mundo es así.

Si hacemos caso a lo que defienden algunos países, que más que nada quieren desviar la atención de los problemas que originan y padecen los ciudadanos, los suyos, por sus desgobiernos, no habría país actual en el planeta que en alguno de sus siglos de historia, ¡mira que llevamos varios miles de años desde que aparecieron las primeras civilizaciones!, no se viese obligado a pedir perdón por esto o por aquello.

Pero hacerlo hoy, luego de décadas o de siglos de haber acontecido semejantes sucesos, me parece una anormalidad. ¿Os imagináis naciones hoy herederas de aquellos extraordinarios imperios o civilizaciones como las de Mesopotamia, Asiria, Egipto, Persia, Grecia, Esparta, Roma, Cartago, Califatos como los Omeya, Abasí, Fatimí, de Córdoba, Imperios Otomano, Maya,  Azteca, Inca, Anasazi o Iroqués, Bizancio, Mali, Ghana, Songai, Escandinavia, Inglaterra, España, Francia, Portugal, Bélgica, Holanda, Rusia, EEUU, Valle del Indo, China, Mongolia, Japón, Corea, etc., dándose  golpes en el pecho por lo que hicieron sus antepasados con otros pueblos (que fueron colonizados y conquistados violentamente por ellos, pagándolo con la vida, la esclavitud o el asesinato, fuese ritual o no, e incluso con la desaparición), y arrodillándose ante los habitantes actuales de muchos países que entonces ni existían, ya que la creación de sus estados en la mayoría de casos fue posterior?

¿Os lo imagináis? Pues yo no, porque no tendría ningún sentido, aparte del de quedar bien si existen intereses de otro índole que no sean los históricos, que no sean los de analizar y entender las razones que llevaron a esos imperios a conquistar otros lugares. Como si no hubiese sido y sigue siendo lo más habitual desde que el mundo es mundo. Por la fuerza de las armas o del dinero, pero con la misma violencia.

Otros tiempos, otras sociedades, otra manera de ver el mundo. Podemos analizarlo, entenderlo o no, pero ¿pedir perdón por lo acontecido hace cientos de años? Buf, si lo tengo que hacer, se lo pediré a Adán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario