En La Palma las cosas no pintan bien, de
momento. Aunque puede ser peor si hacemos caso a la información facilitada por
un noticiario de la tele. ¡Dios quiera que se hayan equivocado!
Se desprende esto de la explicación que hoy
a primera hora oí en un telediario. Estaban abriendo el programa con las
noticias desalentadoras de este cataclismo: el cono del volcán se había
quebrado y la profusión de materiales se había incrementado; lo poco que
quedaba de Todoque había sido ya sepultado por la lava; el número de hectáreas devastadas,
con edificaciones, campos y plantaciones, se había incrementado
considerablemente y amenazaba otros núcleos poblacionales; la fajana originada
por la colada principal estaba cubriendo casi totalmente la plataforma
continental sobre la que se había ido asentando y se corría el riesgo de
desplome hasta profundidades mayores pudiendo originar la formación de olas
superiores a varios metros capaces de descargar con furia contra la costa; la
segunda colada, a punto de llegar al mar por otra zona, estaba devastando
también todo cuanto hallaba a su alrededor; el aire seguía siendo irrespirable en muchos
sectores y se extendía al albur en función de la procedencia de los vientos;
mucha gente, que aún no había sido desalojada por hallarse fuera del área de
influencia del volcán, comenzaba a desesperarse a la vista de los posibles
cambios de dirección que podrían surgir teniendo en cuenta la violencia y la
abundancia de productos que se desprendían de la erupción, y estaban preparando
sus enseres para en cualquier momento abandonar sus hogares; los movimientos
sísmicos continuaban a diario incrementando el temor de la población; etc.
Y terminaban los presentadores del
telediario, sin detenerse siquiera un segundo en lo que significaba, diciendo
que ADEMÁS hoy llegaban a La Palma barcos de la Armada Española.
Cuando lo escuché quedé de piedra. ¡Joder,
qué más podrá suceder a los pobres isleños palmeros! Solo faltaba que ADEMÁS la
Armada viniese con el fin de bombardear la isla como colofón a todas cuantas
calamidades habían estado refiriendo. Tal y como se expresaron, eso dieron a
entender, o casi.
¿Por qué no serán un poco más serios a la
hora de informar? ¿Tanto cuesta? ¿O la enseñanza recibida no dio para más?
No sé, pero creo ADEMÁS que cuando se
informa de algo, y más en casos tan penosos como este, ADEMÁS de la
información, deberíamos conocer y saber que lo que contamos al público que nos
escuche no son un ristra de palabras para rellenar y meter ruido, sino que
ADEMÁS este debe interpretarlo correctamente. No es tan difícil ADEMÁS ser claro y
preciso cuando se trata ADEMÁS de temas con tanto calado emocional como el de La
Palma. Y en ocasiones, ADEMÁS, la prosodia lo es todo.
No hay quien pueda contigo. ADEMÁS cada día te superas. Enhorabuena por tus comentarios.
ResponderEliminar