miércoles, 26 de abril de 2017

...TODOS AL MISMO SACO.


No, no y no. Que no, señores del PP, que lo que aflora cada dos por tres entre los miembros de su partido no son casos aislados. Que deben ustedes repasar las nociones básicas de geografía física que les enseñaron en la escuela pública o en el colegio de pago correspondiente. Que isla es un caso, un territorio que peculiarmente ha surgido como consecuencia de un gran movimiento interno de la Tierra o por desgajamiento de su tronco principal, el continente, que mantuvo unido a sí mismo a esa pequeña porción que le daba más alegrías que a un tigre de Bengala una persona si le arrojase en el zoo trozos de carne fresca. Pero es que desde hace unos años, su continente, su partido, ustedes no tienen islas, casos aislados entre la corrupción de este país, sino que lo que orbita a su alrededor son verdaderos archipiélagos, Polinesia se queda pequeña, que se han formado al ir poco a poco creándose reinos de taifas amparados por el gran emperador, zar o monarca del poder central sito en Madrid que, en todo momento, consintió u obvió las barrabasadas de sus acólitos y aliados en esas grandes islas, islas a secas, islitas o islotes pequeñitos que contribuían suculentamente y de forma más que fehaciente a la conservación de una corte repleta de intrigas en pro de un beneficio personal que les permitiese seguir su propio ritmo de vida. Y ahora esos archipiélagos se han hecho tan grandes que lo único que le queda como respuesta del poder central a ese pillaje es explicar, para lavarse las manos aunque la roña no se le quite, que esas islas nunca fueron suyas, que mantenían una tibia alianza con ellas, pero que, a la vista de lo visto, rompían todas sus relaciones y los dejaban que siguiesen su camino flotando, alejándose y hundiéndose cuanto antes y más mejor en el húmedo estercolero de los robos cometidos a todo tipo de escala, y aduciendo una ceguera absoluta ante la manera en que los perpetraron en su beneficio, pero en el de ellos, nunca en el del PP. De eso nada, hasta ahí podíamos llegar. El PP nos lo pintan blanco, inmaculado, virgen, como un bebé recién nacido al que en su inocencia cualquiera puede engañar; pero para quienes seguimos sus pasos, muchos españoles, tiempo ha, hace tiempo que hemos caído de la burra y percibimos que los casos de islas putrefactas son consecuencia de haber estudiado a fondo las actividades podridas que se cocían en el continente del que se han desgarrado y donde estudiaron a fondo su funcionamiento interno. O eso parece.
Y es que o se toman medidas drásticas por parte de quienes sostienen  ese tipo de poder, muchísimas personas cabales, honradas y con ganas de trabajar con la ley en la mano, o mucho me temo que al final todos ellos, por más inocentes que se consideren y sean, por consentidores, también serán tachados y acusados de lo mismo de lo que reniegan hoy en España millones de ciudadanos, de la corrupción si no generalizada, si permitida, de la clase política, en el nivel en que se esté, eso da igual. Por acción, omisión, amiguismo, falta de responsabilidad o comodidad, todos al mismo saco. A no ser que…Ya lo saben, para qué volver sobre lo mismo.
A seguir disfrutando, con la sonrisa franca en la cara, y con la esperanza de que tal vez algún día todo se arregle y sea verdad que solo aparezca alguna islita suelta.

jueves, 20 de abril de 2017

LA JUSTICIA FUNCIONA...DEPENDE.


El ex presidente madrileño, Ignacio Glez., se fue a la cárcel. Negocios sucios mal lavados en el Canal Isabel II. Y el PP dice que la justicia funciona, que España es una democracia con unas leyes y unas instituciones modélicas y que aquí no se libra nadie. Que el que la hace la paga. Y así hasta el infinito para bombardearnos a los españoles con sus medidas drásticas para acabar con al corrupción.

Pero, ay, que a Rajoy la Audiencia lo llama como testigo en el caso Gürtel. Se acabó la justicia. Todo es un montaje, es una vergüenza, los jueces son de la oposición, Rajoy es inocente de todo y de más, hay una trama para desacreditarlo, no pinta nada siendo testigo porque él es gallego y nunca sabe si sube ni baja. La de Dios es la que arman ante semejante “desatino judicial”

Se acabó el juego de Ignacio Glez., al que echan a los leones. Ahora con nuestro presidente toca eso de que la justicia no funciona, España ya no es una democracia por lo visto ejemplar en vista de cómo funciona la judicatura, aquí el que la hace puede no pagarla, y al que se busca que pague puede ser inocente porque la culpa es de la oposición, una hidra malvada que se zampa a todo cuanto se mueve en el PP, o sea, a los personajes que ellos consideran intocables.

¿Os acordáis de la rima XXI, creo, de Bécquer.

Bien podría habérsela dedicado a PP, pero cambiando la palabra poesía por corrupción. Queda de maravilla, oye, ni que hubiese estado inspirado para que algún pirado como yo casi dos siglos después le cambiase la palabra

 

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?

Poesía... eres tú.

 

Pues eso, que sigan bien, sonrisa franca y confiando en la justicia, jeje.

 

DEL NORTE AL SUR Y VICEVERSA


Trump y el Estado Mayor del Ejército estadounidense (o como se llame) andan un poco perdidos en cuestiones geográficas. Les pasa, me imagino, como  le sucedía a la paloma de Alberti, que su flota no sabe si va hacia el norte o hacia el sur.
Un día la Armada, nos cuentan, se dirige hacia Corea del Norte y en realidad va hacia Australia, y al otro cambia de rumbo y vuelve al norte. A Trump y sus allegados, esos que debían tener un poco de sentido común por lo que conlleva de peligrosidad estar al cargo de uno de los mayores ejércitos del planeta, les importa poco decir hoy arre y mañana so. Están a lo que están, a ser capaces de realizar las más perversas maquinaciones con tal de intentar engañar al personal. Lo que pasa es que en esta ocasión les salió chungo el asunto, se les vio el plumero. Entonces rectifican y, con el cuento ese que está tan de moda, el de las posverdades, se ponen otra vez rumbo a ninguna parte.
Son veletas moviéndose en el tablero mundial con más peligro que un tigre hambriento suelto por un recinto cerrado lleno de herbívoros en libertad.
Lo peor de todo es que una gran parte de los votantes estadounidenses celebran por todo lo alto tal desatino. Y que quienes tendrían que dar ejemplo de responsabilidad desde el poder son en realidad unos enfermos mentales con ansias de hacerse notar, aunque nada más sea para hacer el ridículo.
Y en manos de esta gente anda EEUU. Pero lo peor es que a quien llevan de las riendas es a todos los demás. Si no, no hay más que ver las respuestas de los demás países “serios y demócratas” en litigio: los dejan hacer lo que les plazca.
Y es que estos americanos son la bomba, en sentido literal o no, allá cada uno, que piense lo que quiera.
Sigan felices, sin perder la sonrisa y disfrutando del día.

martes, 18 de abril de 2017

¡QUÉ MUNDO Y QUÉ GENTE!


Este Trump es la madre que lo parió. Lo mismo te propone un muro de separación de México a lo bestia que lanza unos petardos en plan animal contra sirios o terroristas afganos (o lo que sea que habitaba en las montañas de Nangarhar). Ahora desplaza su armada hacia el este asiático en plan de amedrentar a Corea del Norte y desde ésta, con el sanguinario fantoche dictador que tienen al mando, el tal Kim Jong-Un, o algo así, empieza a hacer pruebas con sus misiles, que le salen mal, sí, pero qué más da, asusta.
Si nos fijamos, la paz mundial ahora mismo está cogida con alfileres porque los ciudadanos, hartos de tanta contemplación y palabras huecas de políticos sin ansias de gobernar, por un lado han dado paso a personas que nos pueden llevar al desastre por su ignorancia y afán de notoriedad, y por otro han sido seducidos de tal manera tanto por los cuentos y tradiciones ancestrales que nos narraron como por la fuerza de las armas, que ahora están atrapados en el cepo del poder ejercido por esos que son quienes habrían tenido que defenderlos: aparte de estos personajes, el coreano y el estadounidense, ahí tenemos a otros como Bachar el Asad, que prefiere que mueran miles de personas en su país antes de bajarse de la burra e irse a vivir como dios con todo lo que robo amparado por Occidente y por Rusia; Putin, el nuevo zar ruso que es capaz de quitar de en medio a todo quisqui que le moleste más de la cuenta; Erdogan, el nuevo sultán del Bósforo (que no tardará en azotar a los kurdos con lo que supondrá para el desequilibrio en la zona, si es que ya parece poco lo que se cuece allí);  Xi Jinping, el chino deseoso de Taiwan que se estará frotando las manos a la vista de los desencuentros entre sus rivales, aunque no deje de temer lo que se le pueda avecinar si EEUU y Corea del Norte se empeñan en armar una buena en la zona (a fin de cuentas no se sabe quién está más cuerdo o más loco de los dos dirigentes en cuestión); los dirigentes de Gran Bretaña, que están como chotas y ya pensaban en ir a la guerra por Gibraltar, así que imaginaros si estalla un foco de esos que se están fraguando en la trastienda y que los votantes ignoramos porque nuestros políticos los califican de secretos de estado; y los de la UE, que están a la espera de lo que suceda para ver por dónde tirar y así lo mismo apoyan a Trump, que lo defenestran por sus declaraciones, aunque prime en lo más hondo de sus corazones las prácticas encaminadas al fomento del odio y la xenofobia; y así otros líderes que andan esparcidos por distintos lugares del resto del mundo como Arabia y los países del golfo, Israel, con sus ansias de acabar con todo musulmán que vea a menos de un paso, Indonesia, Japón, que reza a todos los dioses para que a Kim Jong-Un le dé un ataque fulminante al corazón y desaparezca del mapa, aunque a lo mejor también lo están pidiendo para Trump por andar enredando por aquellos lares, India, Pakistán, países del norte, del centro y del sur de África,  etc., etc.
Con todo esto y más que se podría escribir sin alejarse uno mucho de la realidad, no hay nada mejor que vivir alegre y confiado día tras día. A fin de cuentas, ¿qué podemos hacer los de a pie, la carne de cañón? Pues nada, o casi: esperar a Navidad y enviar mensajitos de esos de paz, amor y felicidad a todos cuentos conocemos. ¡Qué bonito!
O sea, que sean ustedes felices, disfruten del día y no pierdan la sonrisa.