jueves, 20 de abril de 2017

DEL NORTE AL SUR Y VICEVERSA


Trump y el Estado Mayor del Ejército estadounidense (o como se llame) andan un poco perdidos en cuestiones geográficas. Les pasa, me imagino, como  le sucedía a la paloma de Alberti, que su flota no sabe si va hacia el norte o hacia el sur.
Un día la Armada, nos cuentan, se dirige hacia Corea del Norte y en realidad va hacia Australia, y al otro cambia de rumbo y vuelve al norte. A Trump y sus allegados, esos que debían tener un poco de sentido común por lo que conlleva de peligrosidad estar al cargo de uno de los mayores ejércitos del planeta, les importa poco decir hoy arre y mañana so. Están a lo que están, a ser capaces de realizar las más perversas maquinaciones con tal de intentar engañar al personal. Lo que pasa es que en esta ocasión les salió chungo el asunto, se les vio el plumero. Entonces rectifican y, con el cuento ese que está tan de moda, el de las posverdades, se ponen otra vez rumbo a ninguna parte.
Son veletas moviéndose en el tablero mundial con más peligro que un tigre hambriento suelto por un recinto cerrado lleno de herbívoros en libertad.
Lo peor de todo es que una gran parte de los votantes estadounidenses celebran por todo lo alto tal desatino. Y que quienes tendrían que dar ejemplo de responsabilidad desde el poder son en realidad unos enfermos mentales con ansias de hacerse notar, aunque nada más sea para hacer el ridículo.
Y en manos de esta gente anda EEUU. Pero lo peor es que a quien llevan de las riendas es a todos los demás. Si no, no hay más que ver las respuestas de los demás países “serios y demócratas” en litigio: los dejan hacer lo que les plazca.
Y es que estos americanos son la bomba, en sentido literal o no, allá cada uno, que piense lo que quiera.
Sigan felices, sin perder la sonrisa y disfrutando del día.

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