domingo, 25 de enero de 2015

SINTIENDO



¡Ai, qué me tarás cuntando!
Mírote ya escúchote;
sicasí, anque nun sía pa pescanciar un res,
de xuru que me fales a min.
A la to vera, apúrome,
ando escolforiáu,
nun tengo parada.
Voime pa casa desesperáu,
miétome n’ internet
a la gueta ‘l to llinguaxe ensin atopalu,
esprecétome tou
y torno pa contigo.
Vuelvo oyite, de la qu’ espiertes,
y consúmome
mentanto busco asemeyos
col mio pallabreru.
A la fin, asiéntome,
bien cerca de ti pa mírate a los güeyos,
y enfótome en que dientro pocos meses,
de la qu´entames a afarfullar,
entós podremos falar entrambos los dos.
Agora, con trenta díes,
seique non,
magar sienta no más fondo’l mio alma
que yá me conoces,
que ye’l to buelu,
que t’ anexa,
el que te fala.

Disfruten y sonrían.

 

viernes, 23 de enero de 2015

EL QUE MANDA, MANDA


Bárcenas ya está en la calle. Ha hecho caso a Rajoy y ha sido fuerte. Además, el PP no debe temer nada, diga lo que diga, y eso que hoy se ha explayado a gusto. Él sigue en sus trece de que existió una caja B pero, como en el Partido Popular lo niegan por activa y por pasiva, pues eso, no la hubo, o eso quieren hacernos creer. Al menos, no la encuentran. Seguro que está debajo de algún sillón extraviada entre tanto polvo y tanto lodo como habrá en su sede, por lo que han contado que sucedía allí, y no hay nadie que dé con ella. Van a tener que rezar la oración a San Antonio.
Y mientras, la forma de afrontar un problema como ese, que se sale de la legalidad, exige la postura que entienden como la más válida: la callada por respuesta y negarlo con una cerrazón encomiable. Que el juez o Bárcenas dicen que sí, ellos que no. A ver quién tiene razón: el juez, pobrecito, o Bárcenas, ese delincuente, que pueden ser enviados a galeras como den mucho la lata, o ellos, amos y señores de la Administración del Estado, que tienen en su mano la capacidad para el ordeno y mando sobre lo que sea que pueda afectarles.
Fíjense que hasta Esperanza Aguirre es inocente en su lío con la policía local. Y que se cuiden estos, porque les puede caer una demanda por abuso, si no se están callados. Debe de ser la primera vez que el demandado por una fuerza de seguridad tiene razón, a pesar de las declaraciones previas al juicio de ambas partes en las cuales hasta ella misma reconocía lo que había hecho. Así que Aguirre no se escapó ni cometió irregularidades, o eso han dicho y tenemos que creérnoslo sí o sí. ¿O no? ¡Ah, eso sí, que a usted no se le ocurra cometer lo que podría ser una infracción o algo que se le pueda parecer a la vista de las fuerzas de seguridad (guardia civil, policía, policía local, etc) porque ya puede cansarse de explicar que no fue como ellos dicen, ya que no tiene usted ni la más mínima forma de defenderse. La multa le cae quiera que no, y usted podrá recurrir, pero.... Ellos, como fuerzas del orden, tienen razón y siempre será su palabra contra la suya. Menos con Aguirre. Lo de esta mujer es increíble. Y lo del PP también. 

Sigan divirtiéndose y no pierdan la sonrisa.

jueves, 22 de enero de 2015

SIN DISCUSIÓN

    Ayer, durante varios minutos, doce o quince, floté. Volví a sentir que mi cuerpo no era mío, como hacía tantos años, y que mis esperanzas de futuro ahora se centraban en aquel otro cuerpecito que sostenía entre mis brazos, en el regazo, aupándolo, colocando su cabecita sobre mi hombro o simplemente sosteniéndolo enfrente de mi cara gozando con su expresión de calma, de tranquilidad, de seguridad. Yo no era yo. Mis sentimientos más dulces se hallaban inmersos en aquel otro ser, se habían independizado y me habían olvidado; aquella niña me había despojado, sin quererlo, de todo cuanto hasta ese momento creí que era de mi propiedad. Ante ella, me rindo incondicionalmente, sufro si sus gestos denotan dolor o impaciencia, me desgarra el alma el hecho de sentirla incómoda. Mi corazón no envía ni gota de sangre a ninguno de mis órganos si mis ojos la ven a disgusto, aunque solo sea durante esos escasos segundos que tarda su madre en empezar a darle de comer.
    Incluso cuando está dormida, mi mirada no se aparta de ese moisés en el que descansa apaciblemente sin nada que la moleste, solo con distintas piezas de música clásica de fondo que la acompañan durante sus horas de sueño. De vez en cuando, una pequeña sonrisa se muestra en su cara, sus labios se curvan hacia arriba convirtiéndola en un ángel, en la representación física de la inocencia absoluta, y quiero imaginar que es porque sabe que estoy allí a su lado, en silencio, contemplándola, cuidándola, sabiéndose querida. Pienso que ese sentimiento es el de la felicidad total, aunque sé más que de sobra que en nada se parece a la de sus padres. No obstante, quiero creer que la que siento yo en estos momentos no tiene parangón y que nadie puede negarme que mi dicha sea infinita. A ver quién se atreve a discutírmelo. Es mi nieta.
    Pasen un gran día y no pierdan la sonrisa.  

martes, 20 de enero de 2015

¡YA TARDABA!


Francamente, lo de la salida bajo fianza de  Bárcenas de la prisión no debería sorprender a nadie. ¡Ya tardaba! Si cabe, sí puede ser bastante chocante que hubiese estado tanto tiempo. Rajoy ya se lo había anunciado, que fuese fuerte. Y lo hizo y ahora tiene recompensa, bien porque  determinada gente ha realizado tareas de zapa encaminadas a socavar los cimientos de esa justicia igual para todos; o bien porque, después de seis intentos, los jueces por fin, cansados de tanto recurso y de tanto chorizo como viene siendo descubierto desde hace tiempo,  decidieron que ya estaba bien, que ya era hora de que respirase el aire de su domicilio familiar; o cabe también que se lo mereciese, ¡oye, que sí! A fin de cuentas, ¿cuántos otros, después de que el ex tesorero fuese encarcelado, cometieron delitos iguales o peores y campan a sus anchas por ahí? Pueden leer cualquier cosa sobre los Pujol y sus correrías, sobre los EREs y demás, etc, etc. Hay de todos y para todos.
Nos cuentan que debe entregar 200.000 euros como fianza y que le cuesta mucho reunirlos. Bueno, anda, que no se preocupe que mangas anchas habrá por ahí para prestárselos, seguramente sin intereses ni nada. Y que debe presentarse tres veces a la semana en el juzgado a dar fe de que aún anda por aquí. ¡No será porque no tenga tiempo de sobra para darse un paseíllo así! Total, lo que se dice trabajo, no se le conoce ninguno en este momento, por más que la sentencia  aduzca que sus compromisos laborales entre otros hacen que sea imposible su huida al exterior. Además, oye tú, que le quitaron el pasaporte. No así el carnet, con el que te puedes mover por casi toda Europa, pero este continente lo debe de tener tan visto que, pensarían los jueces, para qué va a querer irse de tournée a esos lugares tan aburridos.
O sea, que Bárcenas a la calle a la espera de que el juicio de la Gürtel comience, que lo hará cuando a algunos prebostes les interese, y los 42 años que le piden de cárcel se puedan quedar en nada o en otra temporada pequeñita a la sombra. Mientras, en el PP no hay caja B, las obras de algunas sedes se pagaron con dinero legal, los otros tesoreros en la calle, inocentes los pobres, sin decir ni pío, los secretarios generales son unos santos, jeje, y el Presidente o Presidentes no saben nada porque ellos están para decirnos que España va bien y que la macroeconomía florece cual margaritas en primavera.
Olé, tú. Olé, España.

Diviértanse y sonrían una vez más.

sábado, 17 de enero de 2015

BICHEJOS EN EL PC


Hace varios días que los virus, los spyware o los malware o lo que coño sean esos dichosos bichos que se cuelan en un pc no me dejan trabajar en mi ordenador. Acabó en una tienda especializada donde no quedó más remedio que formatearlo y, a pesar de todo, ayer cuando lo puse en marcha, estaba con la mosca detrás de la oreja. Suele suceder que en casos así te desaparecen una gran cantidad de cosas que suponen tener que volver a buscarte la vida por otro lado. ¡Y mira que te avisan de que tengas siempre copias de seguridad! Pero qué le voy a hacer.  Hoy estoy escribiendo usando un programa que no me gusta, pero sin el que tendría que volver atrás y seguir sin colgar nada en el blog. Podría bajar, que es gratis, el programa que deseo utilizar, pero antes de nada volveré a pasar por la misma tienda de reparación para que me informen si eso no conllevará algún problema. Dudo y no me atrevo. Ya sé que es un miedo extraño, pero siempre fui reacio a que me moviesen de mis creencias y así me va. Me siento extrañamente confundido y timorato ante la posible descarga. ¿Y si se me vuelve a llenar el pc de bichejos? Pienso en el antivirus y tampoco me fío de él porque, como me contaron en varias ocasiones, son más listos y más rápidos los bichitos que quienes cuidan de que no penetren en nuestros ordenadores. O sea, que quienes se inventan estos programas para joder al prójimo son más inteligentes que quienes los inventan para frenarlos. Las casas comerciales deberían de ficharlos a todos para evitar esto, pero seguramente no les interesa. Si nadie te manda programas indeseados, ni virus, ni gusanos, ni nada, para qué queremos los antivirus y demás. Me imagino a las mismas marcas que nos protegen siendo las mismas que nos lo machacan para así vender sus productos. Lógica sí tiene, pero ¿serán tan cabrones como para hacerlo? No quiero ni pararme otro segundo a pensarlo, no vaya a volverme más paranoico de lo que estoy con esto de las conspiraciones y de las segundas intenciones.
Así que a seguir desde donde me dejaron los virus y los spyware y los malware (si es que se llaman así estos hijos de p…) y volver al día a día.

Sean felices, disfruten del día y saquen la sonrisa a pasear.

sábado, 10 de enero de 2015

PRIMERO, LA PALABRA


Por la vía rápida. Terroristas muertos y se acabó. ¿Qué hubo varios rehenes muertos? Bueno, daños colaterales, pensarán los responsables del asalto.
¡Qué vida esta! ¡Qué soluciones!
Que conste que no está en mi ánimo criticar las medidas adoptadas para asaltar los lugares donde se resguardaban los yihadistas. Desconozco las condiciones en que se encontraban, los medios de que disponían, si habían matado a los rehenes antes de ser eliminados fulminantemente por las fuerzas de seguridad francesas, si aún podrían seguir imponiendo el horror, etc.
Lo que me afecta, como podría hacerlo a cualquier otra persona, es que la solución a los actos criminales cometidos por esos mal llamados musulmanes haya pasado por matarlos a ellos.
No sé si el hecho de cometer atrocidades como las de París, que aterrorizaron al mundo occidental, han de derivar en una única respuesta: el ojo por ojo y diente por diente. Desde el primer momento en que me enteré de los asesinatos en el Charlie Hebdo, le comenté a mi mujer que no habría detenciones, que esos asesinos, antes o después acabarían muertos. Y no me equivoqué. Tal vez porque supuse que ellos mismos se negarían a entregarse debido a su radicalidad irracional, o más bien a que la República Francesa no iba a consentirlo, que debía dar ejemplo de lo que le sucedería a cualquier otro loco que estuviese pensando en emular a esos bestias.
En el primer caso, solo es entendible para otros locos como ellos, de los que por desgracia quedan muchos. En el segundo caso, sería ilógico pensar que la única solución en un estado de derecho a estas atrocidades sea la venganza fulminante.
Fuese lo que fuese en ambos casos, deberíamos de ser capaces, todos, de buscar y encontrar el camino que nos lleve a que la respuesta a cualquier tipo de desencuentro, del tipo que sea, pase estricta y simplemente por las palabras. Estas debían de ser las únicas armas que un ser racional pudiese emplear en su defensa. Pero cuando ni así es posible, entonces no hay que esquivar los problemas con dimes y diretes que lo único que valen es para dar alas a estos animales. Y en este mundo son muchos los países que, por intereses económicos, se han convertido en los dueños del regate y son capaces de requebrar incluso a su propia sombra, aún a sabiendas de que las consecuencias siempre las paguen los mismos, es decir, los inocentes.
 
Vivan la vida felices y disfruten de cada día con una sonrisa.
 

 

viernes, 9 de enero de 2015

LOCURA


Aterrador lo sucedido en París durante estos dos últimos días. Es increíble que aún exista gente en este mundo incapaz de entender que nadie puede adorar a un dios, el que sea, que mande a sus seguidores a matar al prójimo, a asesinar sin ton ni son simplemente porque las ideas discrepen de las suyas.
Estos terroristas asesinos no pueden defender sus ideas así, no pueden apelar a la doctrina de Alá o de Mahoma, interpretada de forma brutal, para realizar hechos que repugnan a cualquiera. Querer que los ciudadanos con un mínimo de sentido común comprendan sus razonamientos es aberrante y solo demuestra que en algún lugar de su cabeza hay cables mal conectados. Si la sociedad, apelando a una libertad mal entendida, sigue consintiendo que estos razonamientos sigan conviviendo con los la de justicia y la ética, el respeto y la tolerancia, los hechos la llevarán sin duda al caos, al miedo, al horror provocado por unos pocos, es decir, esta sociedad en la que vivimos tenderá a desaparecer y a convertirse en una guerra de todos contra todos. Porque la religión nunca debe formar parte de la política que rige una sociedad y, cuando lo hizo, la Historia nos cuenta como la muerte se enseñoreó del mundo.
No sé cómo terminar con acciones así, pero quizá la primera solución para que los ciudadanos del mundo se consideren algo más que conocidos entre sí, aunque no se alcance el apelativo de hermanos, pase porque la riqueza se distribuya más equitativamente entre todos, evitando que el hambre y la muerte, la envidia y el rencor sean la moneda nacional de la mayor parte del mundo actual. A lo mejor. Aunque, mientras las armas sigan circulando y llegando a amigos que luego se transforman en enemigos, estas hablarán por sí solas. Y las armas las carga el diablo con balas y con dinero indistintamente, ya saben, no son cosa de ningún dios.


Intenten ser lo más felices posible y que la sonrisa, aunque sea a regañadientes en días como estos, no se les olvide.

viernes, 2 de enero de 2015

DE ESTRENO


Ha comenzado 2015 con heladas. El frío cala hasta el tuétano. Durante dos o tres horas a mediodía se puede sentir el sol que calienta algunas partes de la villa, porque otras quedan en la sombra y pasear por ellas no alivia en nada esa sensación que desde bien temprano hiela las manos y la cara del madrugador. No se sabe muy bien si uno desea que el tiempo se mantenga así o que llueva, aunque sea a cántaros.
No obstante, este nuevo año se me antoja estupendo. Hace ya ocho días que me llaman abuelo, buelu, güelu, güelito, abuelito, güelón, etc., todas ellas variables de la misma condición recién estrenada. Y el sentimiento de alegría aún no se me ha ido ni creo que lo haga jamás. Este nuevo estado, tener una nieta, es algo tan especial que parece que voy flotando por la calle, en casa o incluso sentado o en la cama. Y la sonrisa no desaparece de mi cara desde que me levanto hasta que me acuesto. Quiero pensar que, incluso durmiendo, si me hiciesen una foto o me grabaran, seguiría sonriendo.
Y no es para menos. Hace más de treinta y cinco años que no había tenido una sensación semejante, cuando nació mi hija. Pero, no sé por qué, esta otra es distinta. Mientras que en la primera la responsabilidad total cargaba sobre uno sabiendo que el nacimiento de un hijo te obliga a ver la vida de otra manera diferente, este otro caso, el de la nieta, es algo inenarrable, que no se puede explicar o en el que, al menos, me siento indefenso para hacerlo. Se puede entender, creo, por parte de quienes ya han disfrutado de este momento. Como dicen los expertos en esto de ser abuelos, la tarea que nos corresponde ahora es consentir a la nueva generación, mientras que los padres han de cargar con la responsabilidad de su educación; no existe aquel miedo al qué será de ella que tenías como progenitor, sino que existe el temor a no chocar con tus hijos sobre la manera que tengas de tratar a los hijos de ellos. Difícil, sí, pero no imposible. El tiempo irá colocando cada cosa en su lugar y la mejor manera de hacer que su educación sea la mejor, supongo, pasará por la concordia, el diálogo y las mejores intenciones de cada uno de los implicados en ello. Y, aunque por experiencia sé que más de una vez chocaremos en la forma de ver las cosas relativas a ella, de momento, de la cabeza, no se me va el que voy a consentirla como el que más, como mínimo.

Que tengan un 2015 lleno de salud y felicidad y que la sonrisa no se les olvide ni un solo día.