Hace varios días que los virus, los spyware
o los malware o lo que coño sean esos dichosos bichos que se cuelan en un pc no
me dejan trabajar en mi ordenador. Acabó en una tienda especializada donde no
quedó más remedio que formatearlo y, a pesar de todo, ayer cuando lo puse en
marcha, estaba con la mosca detrás de la oreja. Suele suceder que en casos así
te desaparecen una gran cantidad de cosas que suponen tener que volver a
buscarte la vida por otro lado. ¡Y mira que te avisan de que tengas siempre
copias de seguridad! Pero qué le voy a hacer. Hoy estoy escribiendo usando un programa que
no me gusta, pero sin el que tendría que volver atrás y seguir sin colgar nada
en el blog. Podría bajar, que es gratis, el programa que deseo utilizar, pero
antes de nada volveré a pasar por la misma tienda de reparación para que me
informen si eso no conllevará algún problema. Dudo y no me atrevo. Ya sé que es
un miedo extraño, pero siempre fui reacio a que me moviesen de mis creencias y
así me va. Me siento extrañamente confundido y timorato ante la posible
descarga. ¿Y si se me vuelve a llenar el pc de bichejos? Pienso en el antivirus
y tampoco me fío de él porque, como me contaron en varias ocasiones, son más
listos y más rápidos los bichitos que quienes cuidan de que no penetren en
nuestros ordenadores. O sea, que quienes se inventan estos programas para joder
al prójimo son más inteligentes que quienes los inventan para frenarlos. Las casas
comerciales deberían de ficharlos a todos para evitar esto, pero seguramente no
les interesa. Si nadie te manda programas indeseados, ni virus, ni gusanos, ni
nada, para qué queremos los antivirus y demás. Me imagino a las mismas marcas
que nos protegen siendo las mismas que nos lo machacan para así vender sus
productos. Lógica sí tiene, pero ¿serán tan cabrones como para hacerlo? No
quiero ni pararme otro segundo a pensarlo, no vaya a volverme más paranoico de
lo que estoy con esto de las conspiraciones y de las segundas intenciones.
Así que a seguir desde donde me dejaron los
virus y los spyware y los malware (si es que se llaman así estos hijos de p…) y
volver al día a día.
Sean felices,
disfruten del día y saquen la sonrisa a pasear.
Déjate llevar... no mires lo que no se ve...no te aflijas...vive...
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