jueves, 25 de julio de 2019

Y SEGUIMOS SIN GOBIERNO, OYE


Pues ya está. Consumatum est. Seguimos sin Gobierno. Del Congreso hoy unos salieron más que cabreados, por motivos diferentes, y otros más contentos que unas pascuas.
Llevamos tres meses desde las elecciones y del comportamiento de la izquierda española ha quedado un regusto a ineficacia enorme. No han sido capaces de ponerse de acuerdo con todo a favor. Ahora unos le echan la culpa a los otros, es de película cómica si el resultado no hubiese sido tan degradante para esa determinada clase política que ha salido elegida en las urnas.
En el otro lado, en los bancos de la derecha, se frotaban las manos viendo el espectáculo y deseando con todas sus fuerzas que, en vez de tener que esperar a septiembre por si sus contrincantes tocan la flauta de casualidad, se convoquen unas elecciones cuanto antes mejor; saben que con este resultado de hoy quienes han salido escaldados han sido PSOE y Unidas Podemos.
En los discursos de esta mañana han salido a relucir las fobias existentes entre Sánchez e Iglesias que, a fin de cuentas, han sido y son, junto con dos o tres más de los más allegados, los grandes impedimentos para formar un Gobierno de Coalición. Tiene su explicación: España no está acostumbrada a ello. Hasta la actualidad, siempre se han ido alternando los dos grandes partidos en el poder y se escapa de sus manos el significado de alcanzar acuerdos para formar un Gobierno entre dos o más partidos. Falta de cultura democrática. El poder es el poder y ninguno lo quiere soltar, como mucho permitir unas migajas para distraer al posible aliado y que no se enfade, o bien, ante la necesidad del contrario, querer dejarlo en calzoncillos pidiendo la gloria bendita. Pero, claro, cuando unos egos tan enormes como de los líderes de las formaciones de izquierda chocan, se produce este encontronazo que, no por no haberlo visto con anterioridad, sorprendió a la mayoría de españoles.
Cuando se echan la culpa uno a otro, ambos tienen razón: uno porque estuvo durmiendo bajo el árbol esperando que la fruta madurase a su gusto sin hacer nada más que tumbarse a la bartola a verlas venir, al estilo Rajoy, y otro porque, cuando se quiso dar cuenta, la fruta se había podrido en el árbol y ahora tendrá que volver y esperar a la próxima cosecha. Entretanto, ustedes y yo también a verlas venir y a pagarles el sueldo aunque no sé por qué.
A ver si nuestros políticos, me da igual cómo, arreglan algo y tenemos un Gobierno de una santa vez. Tanto presumir de la grandeza de España y de su importancia en la UE, y no somos capaces ni de esto. Somos el hazmerreír, un ejemplo de cómo no deben hacerse las cosas.

miércoles, 24 de julio de 2019

¿INTERÉS POR ESPAÑA? NINGUNO.


Son mucho más grandes los egos que el interés de los españoles. Lo que acabamos de ver estos dos días pasados en el Congreso es la prueba palpable de ello.
Ni unos ni otros dan su brazo a torcer un poquito nada más con tal de confrontar con el partido contrario. Son incapaces de llegar a acuerdos. Sólo cooperan cuando consiguen prebendas a nivel particular. Ni a los vascos, que siempre logran, a la chita callando, aumentar a cambio de sus votos  las diferencias económicas con el resto de Comunidades y les importa por tanto muy poco el resto de España; ni a los partidos catalanistas (léase Junqueras y Puigdemont con sus adláteres, éstos porque ya sabemos dónde se han mangado, en la tozudez más absoluta con sus ansias anticonstitucionales), que sólo miran por su futuro en un para ellos predecible país de jauja; ahí tenemos al Partido Regionalista de Cantabria, con sus pretensiones siempre reclamadas del AVE desde Palencia, entre otras cosas, con Revilla a la cabeza, el político tal vez más populista conocido en España, capaz de cambiar una lata de anchoas por una autopista o un puesto para su partido en el Congreso; o Coalición Canaria, despechada al haber sido despedida del gobierno en su comunidad precisamente por la coalición de otras formaciones; y Compromís, que deja claro que la balanza fiscal de su Comunidad no se ajusta de ningún modo y quiere más, aunque se olvida del derroche que se hizo de malas maneras por los políticos elegidos durante las décadas pasadas, mientras que otras regiones, que si ajustaron más, hoy no tienen ni Ciudad de las Ciencias, ni Parque de Atracciones, ni circuito urbano, ni visitas del Papa, ni nada de nada: que pidan cuentas y los dineros a quienes los llevaron a ese modelo económico fracasado; ni Vox, que sigue a lo suyo, intentando volver al siglo pasado o al anterior; o PP, para quien España es lo primero, pero queda en segundo plano si sus intereses partidistas se tornan menores en las urnas, más aún con un Casado que no acaba de casar del todo en este mundillo; y Cs que, cada día más, sigue sin saber si sube o si baja, y se conforma con negar la mayor, que ha pactado con Vox, aunque gobierne claramente con él, y ha visto cómo huyen personalidades de su partido asustados por la deriva de un Rivera iluminado; en Unidas Podemos no se sabe todavía si están Unidas o Unidos y cada confluencia tira para su casa y baila al son que mejor le vaya: así que lo que tratan por todos los medios, dicen, es dotar al futuro gobierno de un tinte progresista, que no sé qué coño querrán decir con eso, porque intentan llevar a cabo cosas que todos sabemos que, por alcance económico, son inviables, además de tejer su trama con el fin de colocar en puestos punteros a algunos y algunas de los suyos y de las suyas, sobre todo a quienes tienen que pagar un chalet que costó un riñón; y dejé para el final al PSOE, o mejor dicho, a Sánchez, el de no es no, que ahora recoge de su propia cosecha cuando le contestan desde el PP ¿qué parte de no es no es la que no entiende ?, y es que, encastillado a la vista de los resultados que obtuvo desde su regreso a la política, se cree el ente salvador de la Patria al que nadie le dice qué tiene que hacer y todos han de plegarse a su creencia de absoluta sabiduría, provocada inequívocamente por una mente endiosada incapaz de ver el bosque de madera que aflora a sus ojos, mientras se decanta por la intransigencia ante el palillo en el ojo ajeno.
Y mientras, henos aquí, en esta España nuestra, sin Gobierno desde hace meses por la ineptitud de todos estos políticos que no entienden lo que es un pacto por España, en vez de un pacto por el sillón; los españoles seguimos entendiendo la palabra democracia, su significado, pero para ellos es sinónimo de poltronacracia y se olvidan de que los que los votamos nos estamos hartando de tanto inútil.

viernes, 19 de julio de 2019

SOMBRA, MALASOMBRA


Esa sombra, mala sombra,
que oculta la plata del río,
que desnuda al agua pura,
que la priva de ropajes celestes
y la convierte en espíritu,
en espíritu invisible silente
y estremecedor al tiempo.

Esa sombra, oscura e infernal,
que se desplaza impertérrita,
movida por la suave brisa matinal,
de lado a lado, sin parar,
como una marioneta
manejada por un titiritero histriónico,
cual muñeca movida por la caricia
de un infante que la reconoce,
la abraza, la acuna y la besa
distraídamente con una sonrisa fugaz.

Mala sombra, mala,
maldita malasombra,
que impide ver
los reflejos aserrados del castaño
sumergidos en la corriente,
bailando con las piedras del fondo
mientras algas esmeraldas envidiosas
desesperan, celosas, por rechazarlos,
por deshacer impúdicamente
aquellos abrazos amorosos imposibles.

Mala, mala, malasombra,
mala, vete, desvanécete,
permite que los ojos contemplen
el brillo argénteo que discurre,
malasombra, despaciosamente,
llevando en sus entrañas cantarinas
la buena nueva a todas las riberas,
la del romance fugaz y efímero
de unas hojas ingenuas seducidas
por cantos rodados, por unas piedras.


miércoles, 10 de julio de 2019

EL MARTILLO


 -¡Eh, eh!, ¿a dónde vas?

-Con mis amigos, con mis amigas,
mi patinete, mi muñeca,
mi martillo, ¡y a jugar!

-¡El martillo!, ¿lo vas a llevar?
-Pues sí, Tito, que hoy
será muy pero que muy necesario
para lo que pienso realizar.

-¿Pero por qué tanto apurar?
- No podemos perder tiempo, Tito,
debemos ir primero a por Tangui
que está a punto de llegar.

-¿A quién dices de buscar?
-A Tangui, Tito, la perrita blanca,
la mascota preferida de Isabel,
que llega hoy en autocar.

-¿Una perrita en autocar?
-Que sí, Tito, a Tangui,
que la traerán en su jaula de oro
la mamá de Isa y su papá.

-Vale, vale, pequeña, vamos allá.
¿Pero para qué el martillo?
-Para destrozar a golpes la jaula
y pueda jugar siempre en libertad.  

(Escrito a partir de una idea de Celia y su visión de los animales)

martes, 2 de julio de 2019

¿VOLVERÁ EL BIPARTIDISMO?


Hace unos años, pocos, la impresión que corría entre la ciudadanía era que el bipartidismo había llegado a su fin.  Dos partidos, Cs y Podemos- hoy Unidas Podemos por eso del lenguaje no sexista, aunque no sé qué gracia puede tener para alguien que ame la lengua castellana el femenino absurdo de Unidas sin hacer caso ninguno a las normas de la RAE, a no ser que dicho partido sea exclusivo de mujeres, hecho este que no se da en absoluto-, parecía que se iban a comer el mundo, bueno, la democracia de reparto de poderes que hasta ese momento había estado en manos del PSOE y del PP.
Incluso en algunas elecciones se había hablado y confiado en ese adelantamiento en las urnas- sorpasso lo llaman algunos que se las dan de poliglotas (¿o será “políglotos”?, es que…, cuando uno lo piensa, a lo mejor hasta yo lo usé, mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa). Pero a día de hoy las cosas han vuelto a cambiar. Tengo la impresión de que en poco tiempo, si persisten en sus actitudes, uno por su acercamiento a la extrema derecha por más que diga que no lo hace, y otro por la sumisión a una ideología independentista, acabarán como grupúsculos en un Parlamento que solo serán precisos para cuatro cosas, como sucede ahora con otros como los partidos regionalistas que disponen de uno o dos diputados. Y entonces no tardaremos mucho, en las próximas elecciones tal vez, en tornar a ese bipartidismo aberrante que sumió a los españoles en dos bloques que tampoco se diferenciaban en muchas cosas, por más que predicaran desde sus púlpitos los líderes.
Estos partidos, que podrían afrontar su misión, mientras los votos no digan lo contrario, de apoyar de verdad a quienes considerasen más cercanos, aunque siempre poniendo como objetivo el bien de los españoles, de todos, hoy nada más piensan y deciden por cabeza de sus números uno, los cuales parten de un único objetivo: mantenerse en el poder, en la cima, en el caballo en el que están montados todo el tiempo que sea necesario para vivir a cuenta nuestra. Eso de que el bien de los españoles está por encima de todo no se lo creen ni ellos ni nosotros, y eso que somos unos benditos que los soportamos año tras año.