jueves, 31 de diciembre de 2015

FELIZ 2016


Otro año que cae. Pasarán determinadas cuestiones a los libros de historia, esa Historia grande que escriben los ganadores, los vencedores, los que salen forrados de sus negocios a cuenta de los demás. Las pequeñas historias que tanta y tanta gente vive minuto a minuto en nuestra querida España no tendrán cabida en esa Historia a pesar de que, en definitiva, no dejan de ser esas pequeñas cosas, esas insignificantes vivencias las que marcan una época, en este caso, este año 2015.

Se acaba y el 2016 viene de tiros largos suponiendo que no habrá otro como él. Equivocado, claro, como todos los que le precedieron. Siempre habrá un siguiente superior, siempre habrá otro que lo supere, para bien o para mal, porque el Año Nuevo aún no entiende de bondades y de maldades, viene limpio de polvo y paja y sus vestiduras serán aquellas que le vistan los que hablan de cambiar España. Nace para que los de siempre puedan hablar de él, hacerlo suyo para una cosa u otra, esa es su función. Dentro de 365 días se despedirá y nos dejará como estamos hoy, si no peor, que Dios no lo quiera. Espero y deseo que, siendo yo el que yerre, por una vez entre un año decidido, uno que sepa ver cómo están las cosas en nuestro país y, aún desnudo, sin ningún tipo de vestidura impuesta, pegue un puñetazo sobre la mesa para mejorarlas. Le propondría, ignorante de mí, que una de las primeras medidas fuese sugerir a los Reyes Magos, ¡qué iluso soy!, que enviasen gafas a nuestros políticos, todos afectados de una miopía galopante y preocupante, para que pudiesen al menos distinguir con cierta claridad  la situación y arreglaran los desperfectos que se han hecho a millones de ciudadanos. No sé, casi que me temo que algunos no desenvolverían ni el paquete porque a lo mejor se darían cuenta de que, viéndose al espejo, no son más que sepulcros blanqueados.

No obstante, suspiro porque sea generoso y justo y a todos nos traiga algo de lo que deseamos, algo bueno y que nos haga ser mejores.

Feliz 2016 y que las sonrisas nunca falten en vuestros corazones.

lunes, 28 de diciembre de 2015

INTERESES


Los dos grandes partidos se parten, o al menos se han resquebrajado parcialmente. Ambos quieren vendernos la imagen de que sigue habiendo unidad en lo esencial y una fe inquebrantable en sus líderes, pero no podemos obviar, y entre tanto barón y baronesa lo saben, que tanto Rajoy como Sánchez han hecho el ridículo en las últimas elecciones. Uno por las medidas que tomó desde el gobierno, contrarias a todas las promesas con las que se aupó a la Moncloa hace cuatro años, y el otro porque desde la oposición se le vio el plumero y que lo único que presentaba era un buen palmito y una sonrisa, aparte de cuatro vaguedades y sacar un genio y un talante desproporcionado e incomprensible para el ciudadano normal, con el fin de descabalgar al anterior presidente. Ahora los dos partidos andan enzarzados con los posibles pactos y con la celebración inminente de nuevos congresos que pongan un  nuevo cabeza de lista, un nuevo rostro, aunque sea de los antiguos, si se diera el caso de que los españoles fuésemos llamados nuevamente a votar ante la coyuntura en que se encuentra la gobernabilidad en España.

Ciudadanos quiere gobernar, o al menos entrar en un posible gobierno; ya se le esfumó la posibilidad de tener en sus manos la opción de lograr la presidencia, pero anda a ver si puede pillar cacho en eso de los sillones. Y Podemos, cuya remontada lo llevó nada más que a la tercera posición, se mantiene en sus trece a sabiendas que el PSOE no va a tragar con lo del referéndum, por lo menos de momento. Como en muchas otras cosas, como los despilfarros sobre todo en materia de sueldos y puestos a dedo o en las políticas sociales. Aunque ya sabemos que la vida da muchas vueltas. Claro que desde la derecha, PP y Cs, y el centro o centro izquierda, o sea PSOE por más que se vendan de izquierdas, no se cansan de decirnos que Podemos quiere romper la unidad de España, no les interesa reconocer que lo único que piden no es eso, sino un plebiscito en Cataluña en el cual van a pedir el no a la independencia. Bueno, eso de momento, porque la vida sigue dando muchas más vueltas todavía.

Así que, vistas las circunstancias, nos hallamos en un país mejor, ya que se acabó ese bipartidismo radical con el que nos habían gobernado con mano dura durante cuarenta años, y de la fragmentación del voto a lo mejor sale algo distinto y saludable. Pero también con un país donde nuestros políticos aún no han entendido que primero es gobernar para hacer una España más justa y más libre para todos sus ciudadanos, no solo para los que han votado a determinado partido o para quien aportó más dinero a su campaña, y después van sus intereses personales, es decir, ninguno.

Lo que pasa es que de momento las cosas están al revés. Primero yo, luego tú, después yo, más tarde tú, y, cuando no quede nada, al final nosotros, tú y yo juntitos y revueltos. ¿Y la mayor parte de los ciudadanos? Pues pagamos los pufos de los yo, los tú y los nosotros, tú y yo juntitos y revueltos.

 

Bueno, sigan de fiestas, que hay que despedir el año con una sonrisa y no quedan más que cuatro días.

jueves, 24 de diciembre de 2015

LISTAS Y DEUDAS


¡Qué bien!-habrán dicho algunos, o muchos, o muchísimos de los ciudadanos de este país cuando se dieron a conocer los nombres de todas esas personas, empresas, clubs, etc., etc., que están debiendo una cantidad enorme de dinero al fisco, es decir, a todos nosotros. Por fin la transparencia se empieza a notar en este país. ¡Ji, ji! ¿Y la lista de todos cuantos se aprovecharon de la “amnistía fiscal” del Sr. Montoro dónde está? Sería otro ejercicio de transparencia que viese también la luz. ¿Y…? ¡Cuántos ejercicios de transparencia faltan. señor mío!

No obstante, y aparte de esas cosas, a mí me gustaría mucho más que conocer los nombres de los implicados, ¿qué hizo, hace o va a hacer Hacienda para cobrar? Porque si el único motivo de este descubrimiento es que los españoles sepamos quiénes son los caraduras que tienen ese pufo y no se va a hacer todo lo humanamente posible desde el gobierno de turno para cobrar, ¿en qué nos beneficia, aparte de tener al menos un motivo para el cabreo monumental que pillamos y poder explicar a algún que otro amigo o conocido que eso se venía venir, que eso ya lo sabía yo, o que, con ese ritmo de vida que se traían, era lo más normal.

A cualquier trabajador con una nómina que se le ocurra, no intentar defraudar a sabiendas o meterles pufos a Hacienda, sino simplemente equivocarse a la hora de hacer la declaración, la Agencia Tributaria no tarda en mandarle comunicación de ello y, si se tercia, embargar lo que haya que embargar para cobrar. ¿Y a estos de la lista, qué les han hecho hasta ahora? ¿Ayudarlos, mediante el ojos que no ven corazón que no siente, a enviar dinero a un paraíso fiscal y luego echarles una mano para que lo devuelvan con el tanto por ciento rebajado? ¿O sólo esperar a que “caduque” la fecha de devolver los cuartos para que sigan libres presumiendo de su fortuna?

Ya veremos. Porque, aunque estemos en Navidad, fechas muy propicias para los milagros, seguro que el de pagar las deudas contraídas con todos nosotros no sucederá.

 

Mientras, que ustedes disfruten de las Fiestas y que la sonrisa sea la dueña y señora de estos días.

viernes, 18 de diciembre de 2015

AGRESIÓN, MAGNANIMIDAD Y JUSTICIA


No sé, quién sabe, con las elecciones a la vuelta de la esquina, el puñetazo recibido por Rajoy hasta le puede salir bien. Un gran montón de ciudadanos de esos que aún no tienen decidido su voto pueden decantarse, dentro de una opinión o creencia falsa, que el pobre hasta ahora presidente no se merecía tal atentado físico y se pueden volcar en prestarle su apoyo para otros cuatro años con el fin de que el pobrecito no sufra mucho más. Que no se lo merecía está claro, ni él ni nadie. Pero hemos de razonar también de distinta manera: ¿nos merecemos otra temporada de gobierno pepero a la vista de los últimos años? Porque la lástima nunca es buena si no viene precedida de remedios para evitar que alguien sufra a causa de los demás. Así que no obviemos lo hecho por él y su partido a la hora de votar, al mismo tiempo que recordemos y actuemos contra la lacra que suponen esos seres repugnantes para quienes la democracia es dar golpes o animar a quien piensa darlos, porque es muy fácil pedir perdón a posteriori, como han hecho algunos de los compañeros del chaval, y disculparse diciendo que ellos no creían que…, que no pensaban que…, que suponían que…. Claro que estas disculpas no son nuevas, hasta se pueden copiar de otras más o menos enrevesadas dadas por nuestros grandes hombres y grandes mujeres que nos dirigen. Es como cuando alguien en un gobierno, en un parlamento o un alto cargo público comete un desmán verbal y se arrepiente a los dos días o antes, se compunge y pide comprensión a la ciudadanía por el lapsus, que no quería decir lo que dijo. Vale, lo entiendo, pero la dimisión de su cargo por delante, porque eso que dice “inconscientemente” es lo que verdaderamente piensa su cerebro, eso es lo que lleva en sus neuronas, aunque luego donde haya dicho digo, diga Diego. Si queremos progresar socialmente, como personas respetables,como seres amantes de la no violencia, debemos empezar por no dejar pasar ni uno solo de estos hechos, ni siquiera deberíamos de dar alas a otros no presentando las denuncias pertinentes por más que nos duela, aunque quien las cometa sea pariente lejano o tenga diecisiete años. Porque una cosa es la magnanimidad y otra la justicia, porque los ciudadanos podemos comprender la primera, pero debemos fiarnos de la segunda.

Que ustedes sigan bien, sonriendo, y decidiendo su voto, si aún no lo han hecho.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

MEDALLAS


Los dos policías asesinados en Kabul fueron enterrados ayer. Previamente, los Reyes y los números uno de los partidos políticos, aparte de otras muchas personalidades, fueron filmados en el funeral que el Estado les hizo con el fin de que su recuerdo, el recuerdo de la barbarie, no quedase olvidada. Al menos, es digno de reconocer que durante unos días estarán en la cabeza de todos. Pero sus familias tendrán que arreglárselas como mejor puedan para que el vacío que han dejado entre ellos sea ocupado por un pensamiento largo y profundo ante su pérdida lleno de imágenes de momentos felices con quien les dejó y no les vuelva locos su ausencia.

Al mismo tiempo que los rostros compungidos de los presentes en el acto fúnebre nos hacían pensar en la inutilidad de la violencia, que lo único que nos deja es un  sentimiento hondo de la futilidad de la vida y más aún cuando esta se pierde a causa de defendernos de una barbarie injustificada y difícilmente explicable por determinados gobiernos, en algún lugar están ya perpetrando un nuevo atentado contra quien sea, esto no tiene para ellos la más mínima importancia. Es matar por matar, asesinar sin sentido de la dignidad humana, aunque ellos mismos se la vistan con ropajes rojos de venganza y rojos de sangre.

No obstante, permitidme una pequeña queja y algo a lo que no encuentro sentido: la imposición de medallas, más que merecidas, a los muertos en cumplimiento de su deber. ¿Acaso los que estaban allí en la embajada y la gran cantidad de soldados y policías españoles destinados por el mundo en “misiones de paz” no se la merecen, aunque tengan la suerte, a Dios gracias, de seguir con vida? Solo espero que todos regresen sanos y salvos y, a su llegada, se les imponga también esa medalla. Y para eso, que todos aquellos con responsabilidades políticas que ayer se personaron en el funeral demuestren que no solo asistieron para que se les viese, para figurar como meros maniquíes, sino para reconocer el esfuerzo de todos ellos e intentar evitar que tengan que seguir jugándose la vida alejados de su familia.Para ello solo hace falta emplear el arma más poderosa que inventó la humanidad: la palabra.

 

Sigan disfrutando de la vida y sigan sonriendo, que para que nos hagan llorar ya tenemos a muchos alrededor que con todas sus fuerzas lo intentarán, espero que en vano.  

martes, 15 de diciembre de 2015

ONG s: FRACASO DEL ESTADO


En estos días a los que nos referimos en nuestra sociedad como de alegría y felicidad, fechas en las que, como quien dice, la Navidad ya nos ha echado el ojo encima y nuestros deseos de paz se hacen más fuertes y nuestras ansias de solidaridad se revitalizan hasta el punto de entristecernos hasta el máximo simplemente viendo cómo una persona sin techo no dispone de un lugar donde guarecerse durante las noches frían del Adviento o una familia es casi incapaz de comprar un miserable cacho de pan que llevarse a la boca y metemos la mano en nuestros bolsillos para dar unas monedas que pueden o no ser suficientes para paliar esa carencia, no deja de venirme a la cabeza la gran cantidad de organizaciones no gubernamentales que luchan por evitar estas situaciones tan desgraciadas, tan trágicas, tan miserables que a todas luces no hacen otra cosa que confirmar lo que ya sabíamos: han de hacerse cargo los ciudadanos con sus donaciones, sus limosnas, a través de esas ONGs, porque el Estado ha fracasado absoluta y estrepitosamente en sus funciones. Por más que nos cuenten acerca de los logros alcanzados a lo largo de los últimos años, tanto a nivel estatal como de las Comunidades o Ayuntamientos, en política social, siguen existiendo cientos de miles de personas en nuestro país necesitados de algo más que nuestras risas y nuestra felicidad, de nuestros gestos serios y de nuestra tristeza, de nuestros mejores deseos para el próximo año. Les hace falta que los gobiernos que salen de las urnas se ocupen primero, y antes que cualquier otra cosa por más importante que nos la vendan, de conseguir que nadie tenga que acercarse a un banco de alimentos, a una organización religiosa, a una ONG, a cualquier otra asociación o al vecino de al lado para que todos y cada uno de los ciudadanos de cualquier país puedan alzar la cabeza al menos con dignidad y sentirse orgullosos de formar parte de la humanidad.
 
Tampoco pierdan la sonrisa, a pesar de ello, es gratis y alguien te la agradecerá.
 

lunes, 14 de diciembre de 2015

MÍTINES


Pues sí, nuestros políticos, es decir, los jefes de filas de los partidos que buscan gobernar España, se afanan por llenar de gente pabellones, cosos taurinos, plazas, polideportivos, palacios de deportes, lo que sea para que su ego crezca hasta los límites que les proporciona el número de adeptos que reúnen en torno a sí. No hay peligro de que les quede el aforo vacío, como mucho puede haber algunas calvas, pero se llenan si es preciso haciendo que el público, las personas se distancien más unas de otras en vez de estar como sardinas en lata. De acuerdo con la localidad donde van a soltar sus perogrulladas mitineras, buscan un espacio u otro. -“Oye, tú, que van a venir unos cinco mil”. –“Pues el mitin en tal sitio”. –“Que va a ser la del copón, calculamos unas diez mil personas. –“Pues el mitin en tal otro sitio” El caso es dar la impresión de que haya un llenazo  hasta los topes. “A ver, que hay que traer autocares de todos los pueblos y villas de la provincia, que hay que atacar hasta el palo de la bandera el recinto”. “No hay problema, hoy vienen aquí y mañana los llevamos, gratis y con bocadillo, allí, que el caso es que haya gente, que se vea en la tele qué apoyos tiene nuestro jefe”. Pues vale, lo que ellos digan. ¿Qué son felices así? Pues, hala, así toca. Aunque los autocares y los bocadillos los paguemos los de siempre, que para eso Papá Estado les aporta a los partidos dinero contante y sonante para que canten la canción de “Vamos a contar mentiras, tralará”.

Lo que soy incapaz de entender, y creo haberlo escrito antes, hace ya tiempo, es para qué sirven estas reuniones de afiliados y simpatizantes. Tal parece que de allí va a salir alguien convencido de votar a tal o cual candidato, cuando en realidad los que asisten ya están convencidos de ello. Los mítines son derrochar por derrochar, a sabiendas de que no sirven para nada. Hoy lo que prima es Bertín, Sálvame, El Hormiguero, El Intermedio, Los desayunos de equis equis, Qué tiempo tan feliz, Un tiempo nuevo, subir en globo o en un coche de carreras, saber tocar la guitarra o, si se tercia, participar en Mira quién baila, si es que dicho programa aún existe. Todo vale con tal de echar unas risitas, decir cuatro tonterías que nada tienen que ver con gobernar el país, hablar de generalidades y de no explicar ni una sola medida concreta del programa que llevan a sus espaldas, escondido en el bolsillo de atrás, para que nadie se dé cuenta de que está lleno de fatuidades o de medidas que nos pueden cabrear dentro de pocos meses.

Y nosotros preocupados por los debates a cuatro, o a dos, o a cinco o a veintiocho, qué más da. ¡Ay, qué ilusos somos…y qué inocentes!  

 

Al menos, sigan pasándolo bien y no olviden la sonrisa, que con esta gente el humor, aunque sea muy muy negro, está asegurado.

domingo, 13 de diciembre de 2015

ATENTADO


Han asesinado a dos policías españoles en la embajada española de Kabul. No sé a cuento de qué vino el negar al principio los hechos diciendo que se había asaltado una pensión o una casa cercana, en vez de informar que el ataque había sido realizado a nuestra cancillería. Los hechos no deberían de ocultarse nunca a los ciudadanos. Me vienen a la cabeza los famosos atentados del 11-M cuando, por activa y por pasiva, nos intentaron vender que había sido ETA la responsable. En el caso que nos ocupa seguramente habrá habido alguien que se acordó de aquellos hechos y decidió que de nada iba a servir intentar engañar a una opinión pública que dispone a día de hoy de canales más que suficientes para enterarse de la verdad, al menos de verdades como esta. El Ministro del Interior ya reconoció ayer, obviando las declaraciones hechas por el gobierno hace un par de días, el ataque  a nuestra embajada. No estaría de más hacer también un análisis de las razones que han llevado a que Afganistán se haya convertido en un polvorín para las fuerzas que ellos llaman de ocupación extranjera a raíz de la guerra que se inventó Bush y sus amigos y cuyas consecuencias, a pesar de que nuestro querido Aznar siga erre que erre con sus ideas, seguimos hoy padeciendo.

No obstante, el atentado no tiene disculpa ninguna; ni un solo terrorista tiene razón por más que intente justificarlo desde la posición ideológica que mantenga o que le interese defender. Mientras estos asesinos sigan campando a sus anchas, defendidos en muchas ocasiones por países que al mundo occidental le interesa llamar amigos por sus intereses económicos en esas regiones, seguiremos llorando a esta clase de personas que lo único que hacen es cumplir con su deber o a otras que nunca hubiesen imaginado formar parte del tinglado en que unos pocos nos metieron y nos siguen metiendo a sabiendas de sus consecuencias.

 

No se quemen y disfruten del día con una sonrisa siempre dispuesta para intentar pasarlo mejor.

viernes, 4 de diciembre de 2015

PROPAGANDA ELECTORAL E HIGIENE


Atiendan, hoy sí, la campaña electoral está en marcha. Hasta ahora no se podía pedir el voto (jajá) ni pegar carteles o colgarlos por cualquier sitio de nuestras ciudades, villas y pueblos. A partir de este momento hay bula para que empapelen cualquier esquina virgen o no, cualquier farola, cualquier valla de papelorios con imágenes de los genios que aspiran a gobernarnos durante los próximos cuatro años. A eso le llaman limpieza, higiene, cuando los bandos municipales nos exhortan a los ciudadanos a mantener limpios nuestros asentamientos urbanos. Pero se lo saltan a la torera cuando se trata de ellos mismos. Aún en este momento, aunque es posible que ya los hayan tapado otros nuevos, hay carteles sin quitar de las últimas elecciones, las municipales y autonómicas, en distintos lugares de nuestra villa. ¡Mira tú qué caso hacen a eso de la higiene! ¿Acaso no podrían los responsables de esos carteles dar ejemplo y  limpiar los espacios en los que colgaron sus cartelones una vez terminadas las elecciones, independientemente de los resultados? Porque bien parece que los que pierden los dejan aposta para jod… a los ganadores. Y además, darían ejemplo a todas esas cenas-bailes, fiestas de nochevieja, discotecas, etc., etc., que no se conforman con pegar un pasquín- anuncio de los suyos para una fecha determinada, sino que empapelan hasta el último resquicio de las paredes y paneles con el fin de que ¿nadie les haga la competencia?  Y podrían entonces obligarles de una p… vez a que no proliferasen co0mo avispas asiáticas tantos y tantos como cuelgan.

Mientras tanto, pasen bien este largo fin de semana. Habrá mucho tiempo para las sonrisas, no lo desperdicien.

jueves, 3 de diciembre de 2015

CAMPAÑA: QUE NO PARE...


...¡Que de algo hay que reírse!
Dicen las buenas lenguas que la campaña electoral aún no ha empezado. Las malas, que hace ya meses que lo hizo. Yo me quedo con las malas y más viendo las últimas semanas. ¡Qué queréis que os diga! Si este es el caso que los mismos partidos políticos hacen a las leyes y normas que ellos mismos han aprobado, ¿cómo los vamos a tomar en serio? Siempre que aparece algún hecho en el que se ven afectados negativamente, tanto a nivel personal, como por pertenencia a los partidos, se descuelgan con la máxima de que hay que esperar a lo que digan los jueces, que ellos respetan la ley y, si aún así les sale tordo el asunto, reniegan y vuelven a renegar buscando disculpas para convencerse a ellos mismos. Pero aquí nadie dice nada, a fin de cuentas es sólo un nombre que le dan a equis número de días.¡Qué más da- piensan ellos-.Si a los españolitos les importa un carajo! La ley, las normas, deben cumplirlas todos, unos que mandan y otros que somos mandados, pero está visto que sólo sirven para nosotros, los de a pie, los que vamos todos confiados a las urnas a depositar un voto, bueno, los que van, que ya sabéis que a mí,  mientras esta partidocracia siga en el poder, y el sistema electoral no cambie me la trae al pairo. Prefiero cabrearme contra todo y contra todos, aunque no haya participado en su juego, que hacerlo después de haber confiado en alguno de ellos para que me rompa los esquemas a la primera de cambio. Y para muestra basta lo de hablar de precampañas y campañas. O lo del ridículo de nuestros políticos en la tele. No sé, creo que. como alguien dijo de mí en una ocasión, en estas cosas sigo siendo un bicho raro que no se conforma con nada o con casi nada.

Sigan disfrutando del día y, a pesar del frío, no olviden la sonrisa.