(A Celia)
una
música única, celestial,
música
que dulcifica mis sentidos
en
cualquier minuto, a todas horas,,
todos
los días de todos estos años regalados.
La
música que me transporta de repente
al
Cielo, al Paraíso, al Valhalla,
donde
las melodías sacras y universales,
notas,
silencios, acordes, arpegios,
se
trocan en salmodias ásperas,
envidiosas,
ruines, insignificantes,
composiciones
monocordes durmientes.
¡Ay!,
otra vez llegó a mis oídos su música,
esa
música única, celestial;
nuevamente
mi cuerpo y mi espíritu,
cual
esponjas resecas impregnándose
de
gotas de rocío, sin prisa,
alcanzaron
a oír a unos besos de distancia
el
bel canto apoteósico de su risa.
❤️
ResponderEliminarEspero y deseo que esa música se convierta en una sinfonía inacabable.
ResponderEliminarUn enorme aplauso