martes, 24 de agosto de 2021

AL SOL

 

Al sol,

en un banco apartado del parque

sintiendo los últimos besos

cálidos y temblorosos del atardecer.

Al sol,

con la mirada perdida en el aire

mientras una dulce brisa veraniega

refresca mi rostro seco y arrugado.

Al sol, sí,

con mis recuerdos vívidos y nítidos

que pasean en un completo caos

por mi frágil y ajada memoria.

Allí, en aquel banco de la esquina,

al sol,

permitiendo que el tiempo templado de estío

invada mis chirriantes articulaciones.

Carreras desacompasadas de pequeñuelos

y voces altisonantes en el parque de juegos

al sol,

nostalgia de una infancia que no fue.

Una muleta tallada, un regalo tardío,

apoyada de soslayo entre mis muslos

me habla de mi presente aquí,agotado,

al sol, claro.

Al sol, sí,

el mismo sol que diluye la niebla matinal

entre la que me escabullo a diario

en busca de mis sueños de mañana.

Palabras galopantes que se esfuman

al sol

y que, como el agua del río, no vuelven,

desaparecen en el enorme vacío de mi mente.

Imágenes dispersas, turbias, desenfocadas

que se diluyen y desaparecen entre reflejos,

al sol, claro,

que nublan mi vista y cierran mis ojos cansados.

Ilusiones y anhelos susurrados al viento,

aventados a mil y un muladares del olvido,

convertidos en cenizas grises, quemados,

al sol.

Al sol,

sentado mientras recónditos secretos

hoy ya por sí inalcanzables por inaccesibles

se diluyen en este frescor crepuscular.

Una última mirada a las copas de árboles que,

al sol,

permiten el derrumbe de sus hojas sedientas

ahítas de soportar el fuego estelar

Me levanto, ansiando tu sonrisa eterna

mientras los montes informes de poniente

al sol

esconden fulgores de colores irisados.

Y mi caminar lento y torpe, de viejo gastado,

estimulado por tu imagen de fascinante madurez,

me lleva a tus abrazos, dejando marchito atrás

al sol.

Mientras, el banco, perdido y olvidado,

en un rincón apartado del parque,

testigo oidor de todas mis vidas olvidadas,

espera la noche anhelando el día,

suspirando por él,

el Sol, ay,

claro que sí,

ay, el Sol.

 

 

 

1 comentario:

  1. No olvides que el sol hace que germine lo que tu larga vida de buen hacer fué sembrando cada día. Si, “el sol”.

    ResponderEliminar