Hemos oído días atrás como distintos presidentes de clubes
de fútbol se unían para reclamar al Ejecutivo español que se le concediese el
indulto a uno de los suyos, al Sr del Nido, el cual está acusado y condenado
por distintos delitos cometidos por Marbella y a saber dónde más. Este corporativismo
desmesurado solamente se entiende desde el principio de que hay determinadas
personas que se consideran a sí mismas por encima del bien y del mal, incapaces
de comprender que un deliro es un delito lo cometa quien lo cometa. Puede haber
excepciones, cuando a alguien se le aplique aquello de que “cree el ladrón que
todos son de su condición” y entonces ellos así se lo toman, del Nido es uno de
los suyos y hay que defenderlo a capa y espada.
Pero veréis a donde quería llegar. ¿Habéis oído o leído
estos días algo sobre levantarle el castigo al Racing de Santander por no haber
jugado su partido de Copa del Rey? ¿Hubo movimientos entre esos presidentes u
otros para que dicha sanción sea perdonada inmediatamente dado que la culpa de
todo la tuvo un presidente y una junta directiva que no paga a sus jugadores? Pues
no, los jugadores no pertenecen a ese círculo cerrado al que pertenecen los
presis y sus adláteres, por lo tanto, si hay indulto deportivo, no será porque ellos lo
pidiesen, aunque el único delito cometido en este caso fuese tener a un
impresentable, denostado por todas las entidades tanto públicas como privadas cántabras,
al frente de un club; es decir, uno de los suyos.
Pasen un buen día y no olviden la sonrisa.