jueves, 21 de julio de 2022

INCENDIOS

 

La ola de calor ha sumido a España en una vorágine de incendios que no acaban nunca. Los miles y miles de hectáreas quemadas durante los últimos días nos avisan de un futuro incierto en muchas zonas de nuestro país en lo que a forestación se refiere. Si uno hace caso a estudios, tal vez demasiado pesimistas pero no por ello muy alejados de una base real, una gran superficie del sur y sureste peninsular se acerca a una desertización acelerada a causa de las altas temperaturas que se prevén, de acuerdo a las teorías más avanzadas sobre el cambio climático, y que afectarán en pocos lustros a estas tierras.

Es penoso contemplar, pues, en este momento en que el infierno se ha desatado por zonas del norte, sur, este y oeste peninsulares en forma de destrucción completa de grandes masas forestales consumidas por incendios atroces, cómo durante los últimos años, muchos por desgracia, cuando ya  se vislumbraban las consecuencias del aumento de temperaturas global en nuestro planeta, se hizo caso omiso por parte de todos los gobiernos del estado, igual centrales que autonómicos, de las graves consecuencias que por ello sufrirían sus ciudadanos. Se permitían únicamente llenarse la boca con palabras huecas muy emperifolladas cuando hablaban de ecología y medio ambiente, pero no dedicaban ni un céntimo a paliar unas carencias que entonces ya se adivinaban funestas para la existencia de miles y miles, millones, de ciudadanos. A día de hoy continúan igual. La culpa de los incendios, según quién opine, es del cambio climático o de la gestión de un gobierno determinado, es decir, siguen cerrando unos y otros los ojos. Mueren personas como resultado de la lucha contra el fuego y, aparte de coincidir en palabras de pésame, que no de responsabilidad, solo se echan la culpa entre los políticos sobre la cantidad de medios que hay o no hay. Hasta por unos bocadillos se monta la marimorena.

En las tertulias, los opinadores, que no expertos, salen en defensa de unos y otros con ridículas maneras de enfocar la cuestión, a menudo a toro pasado. Nadie lo hace atendiendo al fondo del problema.

Solo hay un culpable de esto y es el político que nos manda, en cualquier sitio, del partido que sea. Ninguno ha realizado durante las últimas años un plan forestal para repoblar, limpiar, aprovechar la riqueza sostenible de nuestros bosques, crear brigadas que cuiden de ellos durante el año, hacer cortafuegos, impedir que la maleza hoy se coma los alrededores de los pueblos, que se abandonan a pasos gigantescos, aumentar los medios y el personal que se dedica a la lucha contra el fuego, etc. Claro que puede valer una gran cantidad de millones de euros, pero seguramente estarían bien empleados. Lo que sucede con estas inversiones es que sus réditos se notarían a medio y largo plazo y eso no les asegura los votos para los próximos comicios. Solo piensan en continuar en sus puestos bien remunerados y con la vista puesta en las próximas listas electorales, a ver si sigue el chollo.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Los políticos solo buscan su propio beneficio. Lo demás no les interesa.

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