miércoles, 13 de julio de 2011

¡Y el vaso se llena y rebosa!

Es una falacia creer que determinadas personas pueden cambiar después de una vida dedicada a comportarse siempre como si fueran el centro del mundo en que se mueven, acostumbradas al ordeno y mando sin que nadie las chiste. Supongo que, aunque en ocasiones el disimulo o el permiso vacilante, como un favor a los demás para realizar algo, confundan a quien las contempla, al final siempre acaban siendo vistas en el espejo de la vida como son ellas mismas, unos seres que no admiten que su prepotencia existencial, buscando incluso la mentira para conseguir sus propósitos, porque se creen en poder de la verdad absoluta, y al final les va a pasar factura. No les importa intentar confundir a quien las rodea con tal de lograr su objetivo, que no es otro que seguir haciendo su santa voluntad. Pero a veces se cumple el refrán, se coge antes a un mentiroso que a un cojo, y les sale el tiro por la culata. Entonces y solo entonces es cuando piensan que moviendo a la compasión, incluso con promesas de cambio, pueden volver por sus fueros, aunque sin darse cuenta que en el vaso rebosante de las malas maneras soportadas por los demás ya no cabe ni siquiera ese sentimiento que puede dar marcha atrás, ya no se creen nada, ahora vino el lobo de verdad y el pastorcito se quedó sin ovejas. No hay retroceso hacia años pasados, el tiempo sigue hacia adelante y quien sembró vientos, recogió tempestades, y estas se lo llevan todo por delante. No hay defensas, la mente ya no razona ante el cúmulo de desprecios de que fue objeto.

Y la prepotencia...No, no, no se acaba. A pesar de todo aún sigue pensando que la razón está de su parte y no dudará en contar e inventar lo que sea con tal de defender su verdad. Dar el brazo a torcer, a pesar de que la haya llevado a un final calamitoso, en una expresión desconocida puesto que jamás existió a lo largo de su vida.


Pero bueno, no me hagan mucho caso, ya saben que en la vida hay días y días. Pásenlo bien.

1 comentario:

  1. Da igual que invente y adorne....las mentiras se descubren solas

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