¡Qué manía le ha entrado a este Gobierno por cambiar a los
abogados defensores por fiscales, Agencias Tributarias, etc.!
Desde hace ya tiempo no hay caso judicial en el que se
halle comprometido algún personaje del PP o cercano a él- léase la ahora suiza
infanta Cristina- donde no se encuentre a un fiscal superior o de anticorrupción
o informes desinformantes de la
Agencia Tributaria que no actúe justo al revés de cómo debería hacerlo. Siempre
había pensado- seguramente por haber leído demasiadas novelas- que los fiscales
dentro del sistema judicial eran los acusadores de conductas presuntamente
delictivas que acababan ante un juez. Lógicamente, se enfrentan a unos abogados
defensores de los presuntos delincuentes que harán todo lo posible por
desmontar las acusaciones que se le hacen a su defendido.
Pero ahora no, ahora algunos delincuentes que para la sociedad,
para los ciudadanos, están muy claros y se les ve el plumero, se hallan
amparados por una serie de fiscales que los defienden con uñas y dientes para evitar que
sean acusados de determinados chanchullos.
La vida vista al revés. O vaivenes de esta nueva vida que
cada vez cuesta más entender. Quien sabe, tal vez la evolución de la justicia
en España vaya por ahí y yo, pobre de mí, no me he enterado.
Sigan felices, o al menos intentándolo,
y no pierdan la sonrisa.
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