Una figura mediática se ha salido de las pistas
oficiales de esquí para practicar este deporte por donde le dio la real gana,
amparándose- dicen en distintos medios- en que era una persona
amante de los riesgos, y se explica escenificando para ello distintos momentos practicando
otros deportes, aparte del suyo propio, que demuestran esos supuestos..
Pues bien, se ha pegado un golpe morrocotudo en la cabeza
contra una roca y en este momento se debate entre la vida y la muerte, mientras
un montón de aficionados casi le llora en las puertas de la clínica y los
informativos de todo el mundo abren o casi sus espacios con la noticia de la
evolución de este campeonísimo.
Si mal no recuerdo, el primer y segundo día del accidente
pude leer en la prensa que iba acompañado de su hijo de catorce años. ¿Se
imaginan que la persona lesionada, la del golpetazo en la cabeza, hubiese sido
ese chico? ¿Qué hubiesen dicho los medios acerca de salirse de las pistas para
esquiar por zonas potencialmente peligrosas? Porque un padre no puede poner en
peligro, como se ha demostrado que lo había, a su hijo, simplemente porque a él
le guste correr riesgos, Y esa figura mediática lo hizo. ¿Se imaginan la cara
del padre si hubiese sucedido al revés? ¿Y qué dirían entonces los medios, que
había sido una irresponsabilidad total y absoluta?
Solo espero que este señor al que todos están alabando
ahora por sus méritos pasados, salga pronto del peligro y se recupere cuanto
antes. Y, cuando lo haga y sea consciente de lo cerca que podría haber estado
de la muerte, piense que pudo ser su hijo quien hubiese acabado en la UVI. Tal
vez aprenda entonces que con los menores de edad no se juega.
Buen año y no olviden la sonrisa.
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