viernes, 23 de septiembre de 2016

CALLAMOS, LUEGO CONSENTIMOS


Que nadie se llame a andanas, que el panorama gubernamental español sigue atascado porque así lo decidimos los ciudadanos. Mientras sigan los mismos cuatro líderes políticos de los cuatro grandes partidos, aunque a los minoritarios no deberíamos tampoco olvidarlos, el asunto seguirá condenado a la ineficacia más absoluta. En abril, en uno de mis artículos en este blog, comentaba que esas personas que se autoproclaman el no va más y que han colocado sus partidos como candidatos a la Presidencia “son de una medianía abrumadora y de una ineficacia desilusionadora a la hora de intentar formar un gobierno, por lo cual deberían ser sustituidos más pronto que tarde, ya.” Pues bien, tanto ellos como aquellos que se hallan a su alrededor acaparando sillones con poder político, económico o simplemente por figurar no se bajan de la burra, no les interesa, tienen miedo a quedar tirados en el barro y no tener donde caerse muertos. Los hay que se han eternizado en sus cargos y hoy son poco menos que fósiles, hasta el punto que no recuerdan ni siquiera cómo llegaron a él, desde dónde lo hicieron, qué ideas defendían entonces o cuáles eran sus objetivos para con los españoles. ¿A dónde irían hoy a dormitar y seguir vegetando si los mandasen a tomar vientos? Así que lo único que les queda es defender a su paladín a capa y espada para no perder sus prebendas. Pero los españoles no tenemos por qué aguantar semejante tortura, y lo vimos y veremos próximamente: la abstención fue mayor en las elecciones de junio y, si las hubiese en diciembre, aún sería superior. Es decir, estamos más que hartos de que cuatro aprovechados quieran seguir tomándonos el pelo a ojos vistos. ¿Acaso esos partidos no tienen un repuesto para colocar como número uno que tenga un dedo de frente y algo de sentido común? Porque si ninguno dispusiese de él, entonces más les vale dejarse llevar cuesta abajo, tocar fondo, renovar sus mandos e intentar renacer de nuevo, mientras aún permanezcan en el recuerdo de los votantes. Porque sí es verdad que hay que sacar adelante a España, pero con estos ejemplares números uno continuaremos en el muladar de la vergüenza a nivel europeo y mundial. Y lo peor, los españoles lo estamos consintiendo. Es decir, todos nosotros seremos culpables.

Ha entrado el otoño y el monte se viste de tal colorido que la sonrisa no puede dejar de asomársenos a la cara. Disfruten de ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario