lunes, 17 de febrero de 2020

A LA COLA, O CASI


Últimamente asistimos en España a través de distintas manifestaciones a la visión económica que muchos sectores viven día a día en su vida, en su trabajo, y que vienen padeciendo desde hace años sin que hasta ahora ningún gobierno haya sido capaz de plantearse una solución: agricultores, ganaderos, interinos, pensionistas, obreros afectados por el estatuto de las industrias electro intensivas, autónomos, etc. No hay día en que los medios de comunicación no se hagan eco de alguna, repartidas por la geografía española.
Ayer, sin ir más lejos, partidos políticos, sindicatos y ciudadanos se unieron en León y Ponferrada para pedir planes para desarrollar una política industrial en esa provincia que está sufriendo el varapalo de la crisis arrastrada desde hace más de una década. Problemas de todo tipo han sacado a la gente a la calle en la provincia vecina para pedir algo que, por cierto, es común a Asturias.
En esta Comunidad nuestra, donde los palos sufridos por medio de la descarbonización, del cierre de térmicas, de precios abusivos a los productos del campo que hacen inviable la labor por el alto coste de las materias primas precisas para su producción, cierres de empresas afectadas por unas medidas tomadas desde Madrid en base a la defensa del medio ambiente pero con intereses quizá espurios encaminados a afianzarse en el poder, la falta de medidas concretas para superar los inconvenientes provocados por unas malas comunicaciones, que nunca se acaban, ataques a empresas que disponen de procedimientos de cogeneración eléctrica y/o térmica eficiente,   etc. etc., se haría necesaria una intervención más aguerrida desde el Gobiernín y Parlamentín Asturianos o desde los sindicatos de toda índole, que a día de hoy solo se han dedicado a hablar y hablar un poco aquí y un poco allí, poner un parche en una esquina y otro en otra, pero sin hacer nada de provecho de forma global en favor de Asturias.
Y lo que pasa es que, como viene sucediendo desde hace décadas, nuestros políticos autóctonos están también más seguros en sus cargos sellando sus labios y tragando con sapos y culebras, en vez de pensar y luchar por los ciudadanos que los eligieron. Y así nos va: a la cola, o casi, en España.
Asturias acabará convirtiéndose en ese Paraíso Natural del que tanto se presume cuando no quede ni una persona nativa en ella. Entonces sí, Naturaleza absoluta sin presencia del ser humano autóctono transformada en un Paraíso para uso y disfrute de unos pocos foráneos que se aventurarán con visitas guiadas desde más allá de la Cordillera.

1 comentario: