lunes, 13 de julio de 2020

INCONGRUENCIAS

        A veces, en este país en que vivimos, las incongruencias legales y políticas son increíbles. Tengo la impresión, y como yo seguro que existirá otra mucha gente, que los españoles estamos gobernados al albur de las circunstancias; que estas, dependiendo de dónde se produzcan o quien sea el responsable, se alteran por arte de birlibirloque tanto por un poder como por otro, de esos que nos cuentan que existen en España. A ver si me explico, porque no siempre soy lo suficientemente claro a la hora de pergeñar aclaraciones al respecto, por más que las veo a la perfección en mi cabeza, pero que no soy capaz luego de plasmar en un folio.

Desde hace varios días hemos estado viendo, por poner el ejemplo más sangrante, cómo en una zona de Cataluña los casos de covid19 han ido aumentando hasta alcanzar un número desorbitado de personas contagiadas, muy superior actualmente a cuando nos hallábamos en estado de alarma en el territorio nacional. Y es inconcebible que, ya que las competencias sanitarias dependen ahora de las Comunidades Autónomas, el gobierno catalán quiera aplicar un confinamiento más que necesario en esa zona determinada y va una jueza de Lleida y se niegue a ello basándose en que esa medida es propia del estado de alarma y por lo tanto solo puede ser aprobada por el Gobierno y el Congreso. Vale, pues será verdad. O sea, que de aplicarla nada. Que se contagien y que siga muriendo gente, pero por encima de la ley, de esa que interpreta ella, no pasa nadie. Ya sabéis: solidaridad, responsabilidad y respeto, amén de mascarillas, distancia y demás. Jejé. Torra dice que no piensa obedecer, y en mi opinión hace bien. ¡Pero si la situación ahí es más grave que en plena pandemia! Y desde el gobierno, que no dejaban avanzar de una fase a otra en mayo a provincias con menos casos, se lanzan a avisar que de aplicar una alarma parcial tampoco nada de nada. O sea, que allá cada uno con sus responsabilidades, pero ellos como Pilatos.

En estas mismas fechas, se celebraron elecciones en dos comunidades autónomas. Se prohíbe a los enfermos de covid que vayan a votar, uno de los derechos fundamentales de cualquier ciudadano recogidos en la Constitución, art 23 si no me equivoco. Pero en este caso los altos tribunales, otros jueces y juezas, de nuestra nación dan la razón a los gobiernos autonómicos. Mira por dónde la covid19 está por encima de la Carta Magna, quién iba a pensar que nuestros jueces lo iban a admitir. Se apela al Tribunal Constitucional y se denuncian hechos en ocasiones por menos de nada para tonterías a veces absurdas, y cuando se niega el derecho al voto a cientos de personas por una enfermedad, se autoriza dicha orden. Llegué a oír que, al ser autonómicas, un puñado de doscientos votos poco podrán influir en el resultado general, como si eso fuese lo más importante. ¡Fíjense, además, que por muchos menos que esos ya se ganaron o perdieron diputados en muchas elecciones! Mañana, si a un gobierno autonómico o nacional le da por impedir ir a votar a los mancos porque tardarían mucho en sacar el carnet, pues, hala, no votan; o a los que tienen más de ocho dioptrías porque tardarían mucho en elegir la papeleta; o si padecen de soriasis; o a …¡Qué más da! Una enfermedad priva a un ciudadano español del voto. Increíble. ¡Y que haya muchos mandamases aquí en nuestro país que aún citen los Derechos Humanos y se ufanan de ello a la hora de defender...¿qué, qué defienden?!

Por eso hablo al principio de este escrito de incongruencias. En el primer caso, a pesar de buscar y defender la salud de sus ciudadanos, se prohíbe a un gobierno autonómico tomar las mismas medidas que hace un mes tomó el gobierno central. En el segundo caso se autoriza a unos gobiernos autonómicos a saltarse la Constitución por el forro.

Somos un país de pandereta. No sé ni cómo nos podemos llamar españoles. Daría igual que nos llamasen tontos útiles, que es lo que de verdad somos para todos esos poderes que manejan esto que ellos llaman democracia.


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