Sánchez y Ayuso se reúnen. ¡Gran noticia! O
eso nos contaron ayer y nos cuentan hoy por arriba, por abajo, por adelante y
por detrás en cualquier medio de comunicación que se tenga ocasión de ver, oír
o leer.
Antes era con la mano extendida, luego con
el codo y ahora se saludan estúpidamente con la mano en el corazón (“….tómalo,
tómalo, tuyo es y mío no”- oraba un angelito.) Seguramente hablaron del sexo de estos seres celestiales, porque por lo demás que nos refirieron, nada nuevo
en esta España pandémica y en esta Comunidad central que se desmadra a pasos
agigantados. Decisiones superfluas: hacer comités de estudio y seguimiento de
toda clase donde colocar a muchos de esos expertos amigos de lengua fácil.
Sánchez firma en el libro de visitas con palabras
semejantes a las de los tres mosqueteros: todos para uno y uno para todos, o
todas para una y una para todas; anda, que para el caso…
En la calle, manifestaciones en contra de
uno y de otra, para que la imparcialidad sea patente. Nadie los convoca, son
espontáneas- nos cuentan unos y otros partidos y sindicatos y asociaciones de
aquí y de allá.
Los médicos protestan por la falta de
sanitarios de todo tipo, el agotamiento de los que se hallan trabajando, el
número de camas ocupadas ya por enfermos de covid, amén del retraso o mal
funcionamiento de las demás consultas, como si fuesen de rasguños de cuatro
niños y niñas que han caído de la bici (Sana, sana, culito de rana; si no sanas
hoy, sanarás mañana- y con esta fórmula, todos curados, menos los de la covid),
del cierre de centros de atención primaria o del desborde que existe en los que
están abiertos y se quejan de la falta de rastreadores (desde que se acabaron
las pelis de indios y vaqueros cada vez quedan menos, la verdad, y están muy
solicitados, claro.)
Pero Fernando Simón los contradice, que no,
que médicos, enfermeros y demás personal necesario hay suficientes. A lo mejor
sí, tiene razón (hay que tener ya mucha fe en él para creerlo, no obstante),
pero es se fueron a otros países hace ya demasiados años y allí viven tan
panchos después de que España pagase sus estudios y aquí nadie los contratase, aquí,
donde teníamos la mejor sanidad del mundo, ¿se acuerdan? Pues eso, que ahora no
hay, o sea que los que sí están dando el callo son suficientes ¡Qué remedio! No
van a salir nuevos de debajo de las piedras. Aunque queda siempre la duda: ¿Y
si sí los hay y no se contratan, y si es verdad que hacen falta, como denuncian
los que están al pie del cañón, por qué no se hace, y si Fernando Simón solo
habla por hablar, como cuando tampoco eran necesarias las mascarillas allá por
abril?
¡Ay, Ayuso y Sánchez, vaya papelón! Tener
que hacer el paripé y explicar, por vuestra condición de presidentes de Madrid y
de España, obviedades en una rueda de prensa ante toda España, repitiéndolas una
vez y otra y otra: tiene que ser cansadísimo. ¡Qué pena me dais! Porque convencer
no convencéis a nadie, sabedlo.
¡ Ah, eso sí, la colección de banderas repetidas, una mía, una tuya y tal y tal, de fondo muy guapa, eh!
No hay comentarios:
Publicar un comentario