jueves, 18 de marzo de 2021

ALETEO Y SEÍSMO

            ¡Ay, qué pocas previsiones y qué poca prospectiva de futuro tenían aquellos prohombres y promujeres, digo yo por lo de la igualdad y eso, que se lanzaron al vacío un día en Murcia cuando decidieron pulsar el botón de la moción de censura!

Resulta que iba a ser una explosión controlada y les salió el tiro por la culata. De lo suyo, nada de nada, porque pesan más los sillones a conseguir que las firmas en un papel. Pero la que armaron fue de órdago a la grande. Mira por donde no se imaginaron siquiera que aquella decisión iba a causar unos movimientos tumultuosos de siniestralidad en la política española de tamaña proporción. Ya sabéis: el aleteo en....(elegid lugar) de una mariposa que es capaz de devenir en un seísmo inesperado.   

Inmediatamente, se movió Ayuso y, descontrolada, como viene siendo habitual en ella, rompe amarras con sus socios de Cs y convoca unas elecciones que le den algo más de poder, o eso es con lo que cuenta; ya sabemos todos lo que son las cuentas de la lechera, que no todas llegan al puerto escogido y ansiado. También se mueven algunas sillas por Castilla y León y Andalucía, aunque solo fue para estirarse un poco y seguir en su sitio. Por Asturias, cierto rifirrafe, pero no llegará la sangre al río. O sea, que aquello que parecía hecho una semana antes, lo de Murcia, revienta como un globo mal hinchado, pero el aire sopló y sopló y se llevó por delante lo que ninguno de los dos aliados quería: Cs se resquebraja, en Murcia y en el resto de España, por más que aludan a los tamayazos y a la corrupción en el PP.

Estos movimientos sísmicos afectan por igual a unos que a otros, no se paren en mientes a la hora de juzgarlo. Los políticos son así y ya nadie se siente engañado por ellos, lo único es que los ciudadanos esperan que les mientan un poco más tarde que pronto. Los españoles sabemos, por experiencia, que no suelen decir ni una verdad ni cumplir una promesa y siempre estamos con la mosca tras la oreja preparándonos para ver por dónde van a salir e intentar esquivar sus intenciones, si ello es posible. O sea, que cada equis años abandonamos enseguida a los de Guatemala para fiarnos de los de Guatapeor. Pero así es la vida y esta democracia de la que tan orgullosos están esos que la impusieron con estas normas, las que ellos desean para no verse apeados de la burra per sécula seculorum.

Y para poner la guinda al pastel, llega Pablo Iglesias en plan estadista genial y deja su poltrona de vicepresidente para lanzarse a competir por la Comunidad de Madrid con el fin de evitar, dice él, que gane la extrema derecha. Supongo que para que triunfe la extrema izquierda, o sea, él, el que huyó en cuanto pudo de Vallecas para morar en un lindo chalecito. No hay primarias ni Cristo que lo fundó, lo tiene todo bien atado y nadie le va a chistar, así es este líder democrático. Y deja ya asegurado el sillón del Gobierno traspasando sus poderes a su partidaria Ministra de Trabajo de cara a unas elecciones generales, que se aventuran más cerca de lo que nos cuentan, como un dictador en una república bananera. Y tampoco nadie de su organización dice ni mu, un cero a la izquierda. Intentó incluso echarle el anzuelo a Más Madrid, pero estos no picaron de momento, por lo visto.

Son diosecillos estos encumbrados a un éxito fugaz de pocos años que tienen los días contados, por más que en un principio digan verdades, porque luego enseguida se olvidan de aquello que prometían, en cuanto tocan el cielo del poder y del dinero. Otro Albert Rivera, otra Rosa Díez más, pero de otro color. Cobrarán un sueldo vitalicio con su correspondiente plan de pensiones y a vivir que son dos días.

Y esto aún no ha acabado. Seguiremos de sorpresa en sorpresa. El único que no se inmutará será Ángel Gabilondo. ¿En qué mundo vivirá este señor? Porque da la impresión de que las cosas que lo rodean no van con él, como si le resbalara todo, eh. Se debe de haber marcado un camino y, aunque lo llevase a un precipicio, no se aparta de él ni aunque lo pinchen.

Mientras, en España seguiremos con nuestro calvario, el de los dos partidos de siempre haciendo y deshaciendo lo que les viene en gana, salvo matices que les sirven para desquiciar a los votantes cuando los ven “trabajando por España” en las sesiones del Congreso o del Senado.

Claro que ahora, durante un par de meses, ha de ser suficiente con las elecciones en Madrid y la formación de gobierno en Cataluña. ¿España? Para más tarde.

miércoles, 10 de marzo de 2021

¡AY, QUÉ COVID!

 

Ay, ay, ay, que esta maldita covid se nos ha ido de las manos!

Ya no sólo porque haya miles y miles de muertos, decenas de miles con secuelas, en casos para el resto de sus días, y otros miles recuperados, a Dios gracias. No, no, hay más damnificados. Es que la gestión que se ha realizado por parte de nuestros políticos ha sido tan nefasta y ha dejado y deja tanto que desear, que ahora se les vuelve en contra y a determinados personajes les va a salir el tiro por la culata. O sea, que la covid va a dejar también un montón de fenecidos políticos, otro montón con secuelas importantes en otros y cuatro o poco más que se recuperarán a tiempo para seguir tocando los coj… a la gente.  Verdaderamente, y a la vista de lo sucedido durante el último año, debería haber elecciones en todos los sitios ya o cuanto primero mejor, desde municipales a generales, pero cambiando a los políticos, a todos. Si queréis, hacemos dos o tres excepciones, pero nada más, eh. Pero es que ya han demostrado suficientemente que, ante una catástrofe como la que nos asuela, no sirven para dar una respuesta que beneficie a los ciudadanos. Ni siquiera ante una pandemia con estas consecuencias han logrado ponerse de acuerdo, pensando  primordialmente en sus propios intereses particulares más que en sus gobernados, los ciudadanos de a pie, los que los habían votado, ¡malhaya!  

Ahora resulta que comienzan las mociones de censura, como en Murcia, o el intento de adelanto electoral, en Madrid, si la ley no lo impide debido a la moción correspondiente presentada por partidos de la oposición. Y aún hay otras comunidades donde se oyen ruidos y murmullos extraños donde a saber qué sucederá con ellas.

Si uno se para un instante a pensar con detenimiento en estos sucesos, no hay duda que las cosas no se hicieron como debían hacerse. Pero, independientemente del signo y del color del partido gobernante, no se hizo en ningún sitio. Y así nos va. Metidos hasta las cejas en el controvertido dilema de la economía y la salud, nuestros gerifaltes, desde Madrid a Ceuta, pasando por Asturies o Canarias, tanto me da, no han sido capaces de ponerse de acuerdo para acabar con la pandemia, o al menos combatirla con decisión. En cada Comunidad, a lo suyo, es el precio a pagar en España por las Autonomías. Está claro que prima más la economía, por más que nos intenten convencer de lo contrario. La salud es lo de menos. Ya pasará todo esto- pensarán. A fin de cuentas, más se perdió en Cuba y seguimos adelante. No obstante, se toman cuatro decisiones por un mínimo tiempo a sabiendas de que así no se cortará casi de raíz el problema. Decisiones para lavarse la cara, las manos, los pies y la jeta.

Lo de los contagios ya casi les trae al pairo: nos acribillan con noticias optimistas sobre el descenso acumulado, pero no inciden en que deberíamos alcanzar una cifra de veinticinco o menos, como recomiendan los especialistas en este tipo de enfermedades, antes de echarnos a la calle. Como ya bajamos a ciento y mucho desde mil y mucho, todos contentos y vivan los puentes y las fiestas. Hay que retomar la vida de antes, la de juerga y gasto, la de abrirlo todo, la de al carajo el cierre perimetral y el toque de queda, la de hinchar los bolsillos de la mayoría de los de siempre que cuando vienen mal dadas se quejan de que el negocio es una ruina. Los mismos que cuando las aguas bajan altas y los bolsillos les cuelgan atestados hasta los talones de recoger ganancias, en cuanto su capacidad no llega a la rodilla, se tiran de los pelos, los que quieren ganar lo mismo en plena pandemia que antes. Como si los obreros no hubiesen tenido que apretarse el cinturón o perdido hasta los pantalones para subsistir. Pero estos últimos no importan, son carne de pandemia.

Perdón, pero hoy estoy un poco farragoso. Tal vez no debiere ni siquiera colgar este artículo. Lo siento.

 

 

jueves, 4 de marzo de 2021

RUEGO

 

(para Celia)

Anda, arbolito que creces

en medio del sombrío bosque,

desde tu rama más alta

comprueba si su muñeca,

la de los ojos de miel

y melena castaña,

la que duerme en sus brazos,

la que la consuela en sus pesadillas,

extraviada durante la noche

mientras contaba estrellas,

se ha escondido silenciosa

en la oscura cueva de la xana Bella.

 

Avísala de que la ninfa,

la de la melena pelirroja

y ojos azules,

la hechicera del agua,

la solitaria peinadora de cabellos de oro,

vive allí, en lo más hondo,

junto a la gallina pinta

con sus pollitos de oro;

que, si la ves por casualidad,

le digas que su dueña la espera

en su cuarto llorando sin consuelo

junto a la cuna color del mar.

 

Explica y convence a Bella

que la niña de la magia está sola,

mientras que una xana posee la eternidad;

que la muñeca torne a su presencia,

sin conjuros ni encantamientos,

sin tesoros ni riquezas,

porque lo único que desea la niña,

con la fuerza de su cariño infantil,

es que su fiel compañera de melena castaña

y de ojos color de miel

vuelva amorosa a sus brazos,

para vestirla bonita del derecho y del revés.