jueves, 7 de septiembre de 2023

REVUELO

 

¡Menudo revuelo el de la amnistía de algunas personas privilegiadas que se quieren aprovechar de la debilidad de la clase política española! O tal vez no sea debilidad, sino ambición, concepto este más aproximado a la realidad, a la vista de los hechos.

Supongo que todo se explica desde el punto de vista de algunos trepadores que quieren convencer con que la política es la política y hace compañeros de viaje tan extraños que apabullan a un ciudadano medio.

Por un lado, Feijóo, que no tiene los votos suficientes, o eso parece, para convertirse en Presidente de este país, anda dando palos de ciego esperando que baje el Espíritu Santo e ilumine a alguien (cuatro votos más necesita) que lo apoyen; por el otro, Sánchez, que pactará con el diablo, si es preciso, para seguir en el sillón. Y aún me atrevería a más, a Yolanda, cuyo anhelo por figurar está fuera de toda duda y se aliará con quien le venga en gana mientras ella pueda seguir en la cresta de la ola mandando.

Si por lo que parece, la disyuntiva que nos espera se resuelve a favor de un gobierno semejante al anterior, ¿volveremos a tener al cargo de diferentes ministerios a gente preparada o nos obsequiarán con ciertos inútiles como alguno de sus predecesores?, ¿tendremos que cambiar textos de la Constitución y los votará el pueblo español o sacarán leyes porque sí que solo convencerán a una minoría de ciudadanos, aunque quienes las aprueben digan que representan a la mayoría?, ¿nos creemos que habrá legislatura para cuatro años o no?, ¿comulgaríamos con un referéndum en alguna de las Comunidades Autónomas?, ¿veríamos a personajes de pandereta dirigiendo en las sombras o desde fuera a este país?. Y así podría seguir enumerando preguntas y más preguntas sin respuesta, o al menos sin una que me pueda convencer, porque a fin de cuentas la política es la política, me explicaron, y lo que se diga hoy ya no sirve mañana.

Por último, ¿por qué se empeñan algunos partidos en hablar de una mayoría progresista, como si esta fuese la mayoría de izquierdas, en contra de un bloque conservador, o sea de derechas? ¿Es que el PNV o Junts (aquella antigua Convergència Democrática de Catalunya, del Sr. Pujol y sus amiguetes) son de izquierda, o de centro izquierda o de extrema izquierda, como para formar parte de una mayoría progresista? Ah, los intereses; no son algo de derechas ni de izquierdas, lo son del dinero y del poder.

¡Pobrecitos los españoles de a pie a quienes nos hacen comulgar con cualquier cosa, hasta con ruedas cúbicas de molino de hidrógeno verde!  

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