domingo, 15 de mayo de 2011

Resignación, qué remedio.

¡Qué ganas tengo de que acaben de una vez estos días dedicados por nuestros politicos a las palabras falaces, dichas además con total desfachatez!


He intentado leer en algún momento alguno de los papeles, en forma bien de panfleto o bien de cuasi libro, según el dinero de que dispone cada uno, y he sido incapaz de acabarlos porque no tengo el cuerpo preparado para tanta falsedad. ¡En una época de crisis como esta, y sólo les falta prometernos un apartamento en la Luna para cada familia con vistas a Marte!



El día que, después de cuatro años, se les pida a estos gobiernos del signo que sean, cuentas de sus promesas en campaña y sus logros al final del mandato, cuando se compruebe que han mentido (o como me dijo a mí un alcalde pillado en renuncio, con un morro que se lo pisaba, " yo no te mentí, fue una falsa promesa"), y, como consecuenciade dichas falsas promesas, se les destierre de la vida política "per secula seculorum", seguro que los ciudadanos nos fiaremos de esa propaganda que nos llena los buzones día tras día durante dos semanas, porque entonces tendrán que afinar en sus propuestas y no escribir chorradas. Pero, mientras, el papel y los medios de comunicación aguantan por lo que les echen, son el soporte preferido de estos buenazos que son casi todos nuestros políticos, y que nos quieren tanto en esta época electoral



Hay un refrán, "por la boca muere el pez", que no va con ellos, con esos recorrepueblos de un día, porque saben que van a seguir ahí tomándonos el pelo mientras la partidocracia continúe. Y lo saben, porque ellos hacen las leyes para su propio interés (¿acaso os creiais que son leyes para todos? Si queréis, os pongo ejemplos, aunque creo que todos podéis ponerlos porque están al lado de cada uno) y también porque saben que el electorado sigue al pie de la letra otro dicho: "¿A dónde vas, Vicente? A donde va la gente", cual borregos al matadero, o sea, a seguir por el mismo camino que nos marcan los partidos interesados en que nada cambie, porque en el sistema actual es donde pueden realizar sus negocios. El caso es que que oyes a la mayoría de la gente que te rodea que "total, son todos iguales; todos van a hacer lo mismo", pero nadie se plantea que a lo mejor fuera de la partidocracia hay otras personas a las que se les puede dar una oportunidad. Al menos la merecen. Creo yo.


Pásenlo bien y no se resignen. Quién sabe, tal vez algún día las cosas cambien. La juventud tiene y tendrá siempre la palabra. Y la fuerza necesaria para cambiar esto.



Y mientras se dan cuenta de ello, a resignarse toca porque nosotros nos quedamos en casa como vegetales sin mover ni movernos un ápice para transformar las cosas.

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