Ya
era lo que nos faltaba, que Podemos utilizara a varios de sus diputados para
apoyar al PP en la elección a la
Presidencia del Principáu d’ Asturies con el fin de seguir manteniendo el
empate entre PP y PSOE. Sería una locura, pero en nuestra tierra estamos bien acostumbrados
a estas anomalías por los pactos raros que se dieron y se darán, seguramente,
en cada legislatura. Ahora IU, a la falta de lo que digan sus afiliados,
apoyará la investidura de Javier Fernández, el “Negociador Tardío”, aunque bien
sabía el PSOE que con IU no se le pondrían pegas para su elección, ya que a lo largo
de los últimos años fue la muleta en la que se apoyó y a la que acabó dejando
tirada y arrastrándose siempre al final. Pero en IU les da igual volver a las
andadas: no hubo una sola legislatura en la que participara en la cual no
salieran malparados, porque de la mayoría de los puntos pactados se quedaban
por el camino sin afán ninguno por parte del PSOE de llevarlos a cabo.
Y
una vez enterados de las distintas negociaciones entre los diferentes partidos
asturianos, de casi ninguna leí que el tema de la cooficialidad del asturiano
se hablase.
Aún
me acuerdo de cómo entre los principales motivos por los que se podía votara IU
en estas últimas elecciones, a mi juicio, había uno, el de la cooficialidad del
asturiano, que siempre, desde hace años, llevan en su programa y, cuando llega
el momento de la verdad, se echan atrás o no lo negocian. En esta ocasión, dice
Llamazares que con este tema no se ha podido llegar a acuerdos. Pues rompa la
baraja, o no lo sabe ya de siempre, y deje que Javier Fdez. se las arregle
solo, porque a la larga los demás convenios tratados para apoyarlo se van a ir
desmigajando según pasen los meses. La mitad de lo pactado servirá para tirarse
los trastos a la cabeza cuando no se consiga lo que se deseaba. Pero a lo que
iba, ya está bien de burlarse de la gente que confía en su partido, sr. Llamazares,
para que apoye al Asturianu y cuando llega el momento lo olvidan en un cajón
que no se vuelve a abrir hasta dentro de cuatro años. Lo mismo es el caso de
Emilio León de quien leí que este tema era difícil porque se necesitarían los
tres quintos de la cámara para sacarlo adelante. Pues bien, únanse Podemos e
IU, que suman tantos diputados como el PSOE, y conmínenle, entre otros puntos
irrenunciables, a que la cooficialidad sea una realidad o a que se retrate el
presidente en funciones con sus ideas retrógradas y cobardes en este tema.
Fíjense que entre los tres sumarían veintiocho diputados, más que suficientes.
Seguro que además no se quedarían solos en la Junta. Quién sabe, a lo mejor
otros partidos se sumarían a esta causa que, por cierto, ya es una auténtica
vergüenza para nuestra patria chica. Toda la vida igual, manteniendo los que
nos gobiernan la misma postura inamovible de hace cuarenta años y no habiendo
hecho nada para cambiarla, a no ser para peor.
Pero
ni Podemos ni tampoco IU se acuerdan de la Llingua Asturiana nada más que para
escribir cuatro palabrejas en su programa a sabiendas de que no lo van a
cumplir. Y mientras sigan por ese camino, conmigo que no cuenten, aunque yo sea
un descreído en esto de los comicios con el actual sistema electoral y la gran
cantidad de “generales” que se mantienen en el poder de los partidos cuando
deberían estar más jubilados que Matusalén. ¿Ah, que no? Lean quiénes forman el
Senado, o quiénes son diputados, por ejemplo en Asturias, y desde cuándo,
quiénes manejan los hilos de los dos grandes partidos y de alguno más, etc,
etc. Para echarse a llorar.
Mientras, mejor es sonreír o incluso reírnos abiertamente de ellos. De momento, no lo han prohibido y algunos ratos son más agradables.
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