Andan
en la Junta General estos días los números uno de tres partidos desaforados
completamente defendiendo sus programas de gobierno para obtener el puesto de
Presidente del Principáu d’ Asturies. Cada uno de ellos tira con
posta contra los demás, mientras prometen cosas que hasta la fecha, pudiendo
hacerlo al menos en dos casos, siguen guardadas en el último cajón de una mesa
llena de polvo arrinconada en un desván de cuya dirección ninguno se quiere
acordar. Una guerra a tres bandas en la que hoy una de ellas ya saldrá
derrotada y se tendrá que conformar con abstenerse o dar un golpe de timón y
apoyar a cualquiera de los otros dos. Es de risa, si no fuese tan patética la
situación. Los partidos minoritarios aún se andan pensando qué hacer y, quién
sabe, incluso pueden tener la llave de la gobernabilidad asturiana, pero siguen
con sus dudas o con sus decisiones tomadas desde las bases a partir de
preguntas infantiles y tendentes a conseguir respuestas que les interesen a los
elegidos parlamentarios. Y los mayoritarios se mantienen en sus trece a sabiendas que con sus
diputados no van a ningún sitio, a un gobierno en minoría que conducirá a
Asturies por el mismo camino por el que nos han llevado hasta hoy.
¡Benditos
ciudadanos de esta patria chica nuestra! Si hoy escribiesen el Antiguo Testamento,
Job sería asturiano.
Sigan
disfrutando del verano, que ya entramos en julio y queda bastante por delante,
pero sin perder esa sonrisa que nos alegra el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario