viernes, 29 de marzo de 2019

DE CORAZONES


Hoy, de puntillas sobre la arena,
dorada como la mies del verano 
y húmeda aún de los besos del mar,
dibujaste un corazón gigante.
-“Es  pa Tito”- dijiste muy seria.
-“Hazme ahora una foto, mami”
Clic, clac.
-“Mándasela, mami.”
Y tu cara ahora pícara me miró
desde la pantalla del móvil.
Te imaginé allí, a la sombra
del cabo de Peñas, junto a la mar,
cantando Soi de Verdiciu
como una sirenita surgida
de lo más profundo del Cantábrico,
dispuesta a alegrar la vida
de un viejo gruñón
que no te había acompañado
más que nada por ser,
porque lo sigue siendo,
un poco holgazán,
un vagoneta gastado,
como me cuentas tú
todas las mañanas,
entre besos suavecitos
y abrazos de oso.
Hoy, de puntillas sobre la arena,
sigues acordándote de mí 
y, mientras mis entrañas acogen
tu corazón en el mío,
una sonrisa aflora a mi cara
viéndote cantar risueña, 
sabiéndote feliz.


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