lunes, 18 de marzo de 2019

SUBTERFUGIOS LEGALES


Me ha tocado algún día de estos pasados encender la tele durante el día por ver lo que ponían en uno u otro canal y me he topado en más de una ocasión con el famoso juicio del proceso catalanista que se juzga en Madrid.
En una ocasión, vi como entraba a declarar uno de los testigos, el cual le explicaba al juez que estaba siendo juzgado en otro tribunal de Barcelona y por lo tanto, acogiéndose a su derecho a no declarar, no contestaría a ninguna pregunta de fiscalía, ni abogacía del estado ni acusación particular ni a los representantes de la defensa  con el fin de no interferir en su propia defensa en la causa que se hallaba abierta contra él. O sea, que, recogía su carné  y se iba tan campante. Ahí os quedáis, pensaría él, que de mi boca no saldrá ni una letra a favor ni en contra de nadie; además no vaya a pillarme yo los dedos por soltar más de lo debido. Aunque supongo que lo que podría haber testificado no les habría hecho ninguna gracia, es un suponer, un hablar por no callar, a los acusados.
A fin de cuentas, y según me enteré, los testigos están obligados a contestar siempre la verdad sin subterfugios de ninguna clase bajo pena de ser acusados de falso testimonio. Y en cambio, los acusados pueden responder lo que les venga en gana con tal de defenderse de las acusaciones, o sea, que si les preguntaren si habían pisado la Luna, podrían contestar que sí, y a mí plin.
Y claro, hay cosas que me resultaron al menos chocantes. ¿Cómo se puede dar luz a la verdad si quienes podrían alumbrarla no testifican? ¿Cómo es posible que nuestro sistema legislativo mantenga este orden de cosas? Si se está inmerso en una causa como responsable de un delito, no se puede testificar en otra que colateralmente esté siendo juzgada en otro tribunal. A ver, si ambas causas entran en el mismo fondo de la cuestión que se ha de discernir en un tribunal, ¿a santo de qué se juzgan por separado?, ¿acaso para que la culpabilidad o la inocencia de unos se oculte mientras se niegan los derechos a conocer la verdad al resto de ciudadanos? ¿Por qué, pues, no se juzgan a todos a la vez en el mismo tribunal y nos evitaríamos esta especie de maturrangas?
No lo entiendo, y perdonen que sea tan abstruso, pero ¿no ha de estar la verdad por encima de cualquier otra cosa cuando se enjuicia cualquier acto delictivo? Algo hay que no funciona cuando la culpabilidad o inocencia de alguien se vale de triquiñuelas por más legales que sean.

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