“Buscaremos un acuerdo bueno, pero no para
ellos, sino para nosotros”, esta es la frase que recoge hoy el periódico La
Nueva España en referencia a las declaraciones efectuadas ayer por uno de los miembros
del grupo de vendedores de textil, artesanía, etc. que suelen asistir al
mercado de Grau. Y todo porque desde el Ayto. se ha decidido abordar una
recolocación de puestos que habitualmente asisten a los dos mercados semanales,
miércoles (bastante menos) y domingo (en abundancia).
Las razones aducidas por el Ayto. para
tener que adoptar esta postura no es otra que la dichosa pandemia de la covid19
con las posibles consecuencias de contagio que puede suponer el hecho de
mantener los mercados como antaño, amontonados los puestos de cualquier manera
hasta el punto de que no se sabía muy bien donde acababa uno y empezaba el
otro. Mientras, desde los afectados, esa especie de plataforma que han formado
para manifestarse en el centro de la villa este domingo, quieren volver a sus
lugares, a donde han estado situados toda la vida. Y, ni cortos ni perezosos,
declaran lo de que lo único que desean es lo mejor para ellos.
Pues, por mi parte, señores de fuera y
apoyos de Grau, va a ser que no. Vean lo que sucedió y está sucediendo por
España con los malditos rebrotes por no cumplir unas normas establecidas para
intentar evitar el mayor número de contagios posible. Y resulta que ustedes
quieren volver a lo de antes, a los barullos de la gente por las calles sin
mantener ni distancias ni leches. Solo miran sus propios intereses personales,
les importan un bledo los ciudadanos que recorren los mercados, que les den,
por lo visto y oído.
Que resulta que en Grau, por hache o por
be, volviere a rebrotar el virus, pues la culpa del chachachá, o del Ayto o del
Principado, pero ellos harán lo que les apetezca porque no quieren cumplir un
mínimo de normas ni sienten respeto ninguno por los demás. ¿Pero, bueno, acaso
no puede reordenarse el mercado, abarcando una mayor superficie de calles y
plazas para que haya más claridad y sitio para los viandantes? ¿Con qué nos quieren
convencer, con que la gente, cuando venga al mercado, no sabe dónde se han
instalado ahora? Anda, ya; si le interesa ir a un puesto determinado, lo
buscarán e irán ese día y los demás. A mí ya me sucedió. El tercer día, después
de esta lacra que nos cayó, cuando se instalaron los primeros puestos por la
villa, di una vuelta y enseguida hallé aquellos en los que solía comprar antes
de la llegada mortífera del virus. Y hoy sé dónde se encuentran y, si me da la
gana, voy directo a ellos, o bien me doy antes un paseo tranquilo por la plaza
y los aledaños disfrutando de los productos expuestos, sean del comercio o la
huerta local o de cualquier otro sitio. Cada uno que compre donde le plazca y
lo que desee. Pero de ahí a que los representantes de los ciudadanos moscones
tengan que plegarse a los caprichos individuales y egoístas de algunos aprovechados,
basándose en principios demagógicos y sin sentido, va un largo camino. ¿Qué es
eso de que el mercado se morirá si se cambian las cosas? ¿O que se niegan a la
revisión de licencias? ¿Pero en qué pueblo estamos, quién orienta a esta gente?
El Ayto., y más en este donde la covid19
cargó con dureza, debe velar por la salud de los ciudadanos de aquí y por la de
aquellos que vienen a gozar de domingos de mercado en nuestra localidad. Y lo
mejor es reordenar y acoplar los puestos en lugares acogedores, pero también con
todas las medidas de seguridad para la población. Y si el mercado llega a la
Plaza de la Calle Asturias subiendo por la calle Cimavilla, pues que así sea. Que
nadie se va a morir por recorrer doscientos metros más, al revés, se da un
paseo agradable y habrá una mejor visión de todo lo expuesto.
Vale que yo no me decante tampoco por el
Charcón, a fin de cuentas es un aparcamiento necesario para cuando la afluencia
de gente sea mayor que ahora, y queda muy a desmano. Y si me apuran, tampoco
los parques, a no ser en eventos especiales, porque su función es otra y son
muchas las familias que se desplazan hasta Grau con hijos y los podrían
disfrutar. Pero mira tú que no hay
calles y plazas en Grau para situar los puestos de este mercado. Y además,
tampoco estaría mal que se ordenaran un poco por las diferentes artículos a la
venta, incluso con un espacio dedicado a los pequeños agricultores locales,
pero con frutos producidos de verdad en nuestras huertas, no que lo obtengan de
mayoristas para intentar colarlo y engañar a los compradores como si fuese otro su origen.
¿Y que alguien no está de acuerdo? Pues a
otra cosa, mariposa, aquí paz y después gloria, a trabajar a otro lugar donde le
permitan hacer lo que quiera, presionando y alterando el normal funcionamiento
de esta actividad, obviando olímpicamente la salud de las personas.
Y que los vecinos y visitantes de fuera no se preocupen, que si no acuden estos, vendrán otros ambulantes con sus artículos y más mercancías que satisfarán el gusto de todos cuantos se acerquen a Grau.
Porque por las bravas y con amenazas hay asuntos que no deben ni pueden permitirse. Y menos aún cuando lo que está en juego es la salud de los ciudadanos.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarYo también suscribo lo que dices, Alberdi.
ResponderEliminarMejor razonado imposible
ResponderEliminarSe puede decir más alto, más claro, no
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarDe lo mejor que escribiste hasta ahora. Plenamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarClavao . Mejor explicado imposible. Como si fueran dueños del pueblo, por lo que se ve y se olle de esta asociación la salud y les perres no pueden ir juntas.
ResponderEliminarLo primero la salud ....
ResponderEliminarLo segundo respetar normas....
Lo tercero y no menos importante el que no esté comod@ sabe dónde está la salida.
Ole ole y olee
ResponderEliminarCuanta razón Alberdi
ResponderEliminar¡Bravo mayestru!
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