Aquí, en cuanto alguien o algo se sale de la hoja de ruta
que se tienen marcada los dos grandes partidos españoles en connivencia con
algunos de los pequeños, todos se lanzan a la yugular y muerden como auténticos
lobos rabiosos con el fin de despedazarlos y con tal de que el resto de los
ciudadanos no se paren a pensar y se les ocurra fijarse más de la cuenta en ese
ente, organización o personas que han osado decir unas cuantas verdades.
Más o menos, es a lo que estamos asistiendo estos últimos
días postelectorales. Una formación, Podemos, se ha alzado con cinco escaños
con tan solo cuatro meses de vida, aunque detrás de ese tiempo hay otros muchos
tiempos en los que llevan fraguándose los votos que hoy han sacudido el
panorama político español. Y PP, PSOE, UpyD, etc. no pueden permitirlo, les están
comiendo el pastel.
Sinceramente, no sé hasta qué punto existe un alto grado
de demagogia en los planteamientos que han hecho en su programa electoral, al
menos algunos de los puntos que yo he leído en la prensa, pero no deja lugar a
dudas que, a bote pronto, no dicen nada más que aquello que millones de españoles
pensamos. Lo que sucede es que del dicho al hecho no es que haya un buen
trecho, es que hay muchísimo trecho, mucho que andar antes de llevar a cabo
medidas que tiendan a conseguir los fines que se plantea Podemos.
Hay otra cosa no menos importante: para acudir a las urnas
han tenido que buscar una foto de su líder para el cartel electoral. ¿Quiénes más
hay detrás? Sus caras no son casi conocidas por los votantes, a excepción de la
gente de sus círculos. Si Pablo Iglesias se va al Parlamento Europeo, ¿quién
queda al cargo del partido en España?, ¿se presentarán a las autonómicas o a
las próximas generales?, ¿habrá nuevos cabezas de lista o Pablo iglesias
renunciará y volverá a España?. Hay muchas más preguntas que me hago, pero…
sobre todo esta: ¿Por qué empezar dando la batalla en las elecciones europeas,
donde se van a diluir en un grupo parlamentario variopinto, en vez de haber
comenzado en España en autonómicas o generales? Ya sé que me pueden contestar
que en Europa es donde actualmente se toman muchas medidas que afectan a los países
de la UE, pero ello no es óbice para que cada país tenga un margen para llevar
a cabo políticas propias; ahí es donde nuestros últimos gobiernos nos han dado
en todo los morros con sus ajustes, cuando en realidad podrían haberse hecho de
otra manera: luchando por la igualdad social en vez de por el abismo económico
entre distintos sectores de la sociedad, que es lo que han hecho hasta ahora.
Tender puentes rápidamente para recobrar lo pasado va a ser muy difícil pero,
si no se intenta, la grieta será cada vez más insalvable.
Me gustaría ser optimista con Podemos; no obstante,
prefiero darles un poco de tiempo y conocer algunas de sus formas de actuar,
porque en el Parlamento Europeo no va a servir solamente con plantear
ilusiones, hay que ser muy realistas para convencer y cambiar la dirección de
ese viaje que han comenzado los países del norte hace unos años encaminado a
afianzar su hegemonía. Y el poder económico es el motor de esos países,
mientras los del sur seguimos a rebufo. Adelantarlos, o al menos impedir que
nos sigan echando el humo, ponernos en paralelo con ellos, va a ser difícil. Ya
veremos lo que hacen.
Mientras, sigan siendo lo más felices posible.
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