Y
la trama del agua en Asturies se ha desinflado de forma repentina, como el
globo que los niños inflan para dejar escapar el aire de sopetón y verlo volar
sin control de un lado a otro. Así, con la famosa trama, también se escaparon
los “imputados”, cada uno a su casa. Resulta que, después de varios meses,
desde los juzgados cayeron en la cuenta de que muchos de los delitos que tenían
entre manos habían prescrito. ¡Qué cosas, oye! Como si eso no se hubiese sabido
ya al poco de iniciar las investigaciones! ¿Acaso, cuando se empezó, no se
conocían los años de los posibles delitos? Soy un absoluto ignorante en estos
temas, pero algunas cosas son de sentido común o eso me parece a mí.
El
caso es que ahora, una vez descubierta la prescripción temporal, los que habían
estado inmersos en dicho proceso serán puestos en duda por el resto de
ciudadanos. Nunca sabremos si fueron o no culpables de los delitos de los que
se les acusaba. No sé por qué no se sigue la investigación y se descubre todo.
¿Que fueron culpables y no se les puede condenar por el tiempo transcurrido?
Pues que se sepa. ¿Qué fueron acusados injustamente? Que también se sepa. La
justica, independientemente de los resultados en estos casos, debería decirnos
a los votantes qué han hecho esos cargos públicos o privados y nosotros
deberíamos de saberlo para hacerles pagar, de forma positiva o negativa, en las
urnas sus acciones. Que no nos tomen por
tontos ni unos ni otros.
A
seguir bien y con la sonrisa a flor de piel.
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