¿En manos de quién se halla la Universidad
en nuestro país? Cuando salen los rankings a nivel mundial, las Universidades
españolas aparecen después de leer y leer nombres de otras esparcidas por el
mundo hasta compararnos con algunas de ciertos países que, venga Dios y lo vea,
no nos podríamos imaginar. Pero a la vista de lo que sucede con los últimos
casos de personas directamente involucradas en nuestra vida política, no
podemos cerrar los ojos ante lo obvio: se conceden títulos y masters y
convalidaciones y demás al tuntún. Bueno, tal vez no así en general, pero
seguro que más uno pensará a cuántos, aun sin ser políticos pero sí hijos de…,
se les habrán concedido prebendas y notas que no se ajustan a una realidad que
miles y miles de estudiantes creían que existía cuando se matricularon en cualquiera de ellas,
imaginando soñadoramente que la justicia en estas instituciones era la base de
la ética en la que deberían moverse.
Hoy, a la vista de los casos descubiertos,
no sé cómo podrán volver a confiar en determinados profesores y cargos
directivos de esa Universidad, de la que sea, los cuales, unos por amiguismo y
otros por estar conchabados o, por omisión, no han cumplido con sus
obligaciones y han defenestrado uno de los elementos fundamentales de nuestra sociedad.
Si sólo se aplicase a los cuatro casos que
han saltado a la prensa, podríamos hablar de una confabulación para la
obtención de favores mutuos entre unos y otros. Pero a la vista de estos
hechos, a la gente le podría asaltar una duda alarmante: ¿Es posible que
nuestro futuro, del que forman una parte importantísima cuantos estudian una carrera en cualquiera
de esas instituciones, se halle en manos de poderes ocultos corruptos y
corruptibles capaces de venderse torticeramente por beneficiar a sabiendas una idea o por
cuatro monedas de plata?
Alguien debería tomar cartas en el asunto y
limpiar la suciedad, esos docentes, que está transformando nuestras Universidades
en unos centros dependientes solamente de sus propios intereses.
¿Pero quién se encargaría si quienes
deberían involucrarse para subsanar tantas irregularidades son precisamente los
que están abusando de ello?
No se molesten mucho, o sí,
pero una sonrisa aunque sólo sea para reírse de ellos, échenla. Y es que si
hubiese que darles una colleja, ésta se da en las urnas.
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