viernes, 14 de septiembre de 2018

CENTRO CULTURAL: A VER, A VER SI...


Hoy, como casi todos los días de lunes a viernes, me senté en el Café Plaza alrededor de las seis y veinticinco con el fin de echar un vistazo a La Nueva España y desayunar, un agua mineral sin gas fría y un pincho de pollo. Solamente me centro en algún que otro artículo o información interesante, para mí, que no quiere decir eso de interesante que concierna a todo el mundo, con lo cual son muchas las páginas que ojeo por encima, nada más leyendo los titulares o, en algunos casos, ni eso si las noticias corresponden a comarcas que no me atañen para el día en que estamos, por lo que no considero de utilidad los hechos que puedan suceder en ellas. No sería la primera vez que, por hacer precisamente esto, me pierdo algún dato que más tarde me podría haber sido provechoso, pero continúo con este hábito y me acuerdo, como dicen, de Santa Bárbara cuando llueve.

Pues bien, hoy, al llegar a las páginas de Bajo Nalón, mi sorpresa fue mayúscula. Una particular había donado al Ayuntamiento de Grau una propiedad en el centro de la villa, el setenta y dos por ciento del inmueble, que da a la Plaza General Ponte y a la calle La Magdalena con el fin de que se dedicase a fines culturales. Si se cumplen las previsiones del Ayuntamiento, el veintiocho restante se comprará a los distintos dueños y de esa manera, con toda la finca a disposición municipal, se podrá acometer la realización de un centro cultural que tanto se echa en falta en esta localidad. ¡Ya iba siendo hora!- dirán muchos de mis vecinos. Porque desde hace décadas es una de los objetivos señeros de cualquier persona que defienda para nuestra villa un espacio en el que poder ver una obra de teatro o una película de cine, asistir a un concierto o a cualquier otro tipo de actividad cultural adecuada.

A mí me alegró el día tal noticia. Ahora sólo falta esperar. Lo que pasa es que estas esperas, en este concejo, sueles hacerse muy largas. Cuando se restauró el antiguo Colegio Sagrado Corazón, también se iba a construir allí, además de la Escuela de Música, un teatro-auditorio. Y así, constan sus nombres en las enormes letras plateadas que cuelgan a la entrada del edificio y que harán pensar a cualquier visitante que existen tales cosas en Grau. Pero nada más lejos de la realidad, pues aparte de escuela de Música lo demás quedó en agua de borrajas. Sí es verdad que se puede admirar un plano o croquis colgado en el lateral de un edificio anejo con todas las instalaciones previstas en él, pero…

A lo que iba, a ver si este anuncio de hoy se hace realidad. No obstante, más de uno y de una se sentirán como en el Nuevo Testamento Santo Tomás ante Jesús: si no toca, no cree. Y yo más o menos, si no lo veo, no lo creo. Aunque a lo mejor esta vez…

 

Sigan ustedes bien, no se dejen la sonrisa olvidada y, aunque sólo sea eso, celebren la noticia y no pierdan la esperanza.

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