Allí estaba, entre la maleza, habiendo
vencido y destacando por encima de las demás plantas a pesar de todos los
inconvenientes del mundo. Una zarzamora cuya semilla se negó a pudrirse y a
desaparecer entre la frondosidad de una buena cantidad de helechos, y ortigas,
entre otras hierbas que alcanzaban los setenta u ochenta centímetros de altura y
que crecían al lado del camino.
Me acerqué maravillado por sus flores y sus
frutos en ciernes, admirado además por su resistencia a dejarse vencer ante el
infortunio de haber ido a parar a semejante sitio. Quién sabe, tal vez un ave o
el viento, no lo sé, fue quien llevó una pequeña semilla hasta dar en aquellos
lares. Y, a pesar de su soledad, de su lejanía respecto a otros matorrales
donde proliferaban plantas hermanas, de su ubicación en un terreno pedregoso, un
cascajar nacido a partir de escombros abandonados furtivamente al amparo de la
oscuridad, supo enfrentarse a todo cuanto lo rodeaba y salir victoriosa, hasta
sobresalir por encima de los demás. Pundonor y coraje, eso es lo que nunca
puede faltar cuando alguien como tú, o como él o como ella, debe enfrentarse a
las adversidades. Solo así la vida es posible. Y tú lo lograste, enhorabuena.
¿Que por qué este artículo? Hoy, en
televisión, escuché una noticia aterradora: habían encontrado a una bebé recién
nacida abandonada en un basurero, creo que en la India, aunque esto es lo menos
importante, dado que cada cierto tiempo aparecen noticias semejantes en
cualquier parte del mundo. Pero hoy vi las imágenes de la criatura, las
imágenes impactaban, y a mí se me hizo un nudo en el corazón que, aún ahora, al
recordarlo, me corroe el alma. Me vino a la cabeza el día que vi la zarzamora,
sobreponiéndose a la desventura y a la fatalidad, hasta conseguir su desarrollo
y la supervivencia a pesar del inicio abrupto de su vida. Ojalá esta niña,
como la planta, salga adelante, crezca fuerte y sana, tenga una educación excelente,
supere cuanta adversidad se le ponga por delante y se convierta en una flor, en
la flor más hermosa. De todo corazón y con toda mi alma.
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