domingo, 1 de septiembre de 2019

FANTASÍA


Su mirada vuela, surca las nubes ensoñadora,
hacia ese mundo mágico de la fantasía,
en el que los alicornios con auténtico frenesí
despliegan sus frágiles alas doradas,
los unicornios, bellas quimeras, corren y saltan
ligeros como la brisa, livianos como una pluma,
y las princesas no necesitan, no, nunca jamás,
de príncipes guerreros y valientes que las salven.
Ese mundo en el que una niña retoza soñadora
y brilla con sus ojos radiantes como una estrella,
juega, habla y protagoniza mil hazañas
con los animales más fabulosos imaginados,
con una mente abierta, seductora y fascinante
capaz de forjar en un inaudible suspiro
las más bellas historias protagonizadas por ella,
heroína de gestas inigualables en su universo soñado,
mientras de su cabeza surgen andanzas nuevas cada día
e intrigas, peripecias y correrías variopintas sin fin.
Y al alba, al recibir el cielo los rayos ígneos del sol,
a la luz titilante y feroz asomando tras la montaña
le dice la princesa desde la torre más alta del castillo,
arrebujándose con los ojos cerrados bajo la manta:
Por favor, ahora no, Rey Sol, mejor ven mañana,
que hoy he de recorrer mi reino y pintarlo de colores,
de azul, rosa, amarillo, morado y verde esmeralda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario