Ese
tu sabor a leve brisa de mar,
a
inocencia,
a
pureza total;
cándido
en mi boca, beso de seda,
de
terciopelo,
que
ilumina mi vida en mi madurez,
recuerdo
de aquel roce ardiente
de
tus labios, virginal, pudoroso,
que
me ató a ti,
que
te ató a mí
una
vida entera, juntos sin fin
por
los siglos de los siglos,
hasta
la eternidad, amén.
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