viernes, 23 de marzo de 2018

¡QUÉ ASCO DE PROGRAMAS!


¿Pero qué están haciendo con la tele y los programas de información?

Hoy, como ayer y anteayer y demás, he encendido la televisión a media mañana y me he encontrado un programa de esos que duran toda la santa mañana. Es como un episodio más, en versión audiovisual, de aquel periódico tan famoso en los años sesenta y setenta, El Caso. Y más o menos lo mismo con otros programas matinales y telediarios de cualquier cadena. ¿A dónde vamos a llegar?

De verdad que me ha dado asco. Ver destripadas las vidas de unas víctimas o de sus presuntos asesinos en bien ¿de la información? ¡Qué va! Estoy seguro que millones de personas deben estar viendo estas cosas y me pregunto qué tienen en la cabeza para disfrutar con estos horrores. Llevan con el pobre Gabriel, dándole vueltas a su caso, desde hace semanas y, aún hoy, no le dejan descansar en paz, ¡pobre pescaíto! Y si no, conexiones con más muertes o desaparecidos por la geografía española, entrevistas a cualquiera que pase cerca del micrófono e investigaciones como si fuesen los pobladores del plató los auténticos inspectores encargados del delito.

Hay, quiero suponer por su contenido, verdaderos masoquistas gozando con la elaboración de programas de esta índole. No es dar noticias nuevas, no, es reiterar y machacar a los televidentes con los mismos datos que todos conocen de programas anteriores. Debería caerles la cara de vergüenza. Tienen poca profesionalidad o, quién sabe, les obligan a actuar así y no tienen lo que hay que tener para oponerse. A lo mejor es que son tan inútiles que, si los sacan de este tema, no saben buscar otros de interés.

He apagado la televisión. Estoy hasta los mismísimos de permanentes revisables con manifestaciones ad hoc, venganzas, crímenes, psicópatas, padres enfrentados, políticos aprovechados, etc.; hasta las narices de presentadores y periodistas con cara mustia y acongojada ya no solo por la tragedia, sino como si se les hubiera muerto alguien más que cercano, porque es lo que suponen quiere la audiencia; hasta el forro de personas que se echan a la calle a protestar, pero son incapaces de denunciar delitos que acaecen delante de sus narices aunque, una vez cometidos, siempre se disculpan y relatan ante los medios de comunicación que creían que…, que pensaban que…, que era tan bueno/a, tan responsable, que cómo iban a pensar que…; hasta el gorro de analistas y detectives de pacotilla televisivos que se creen Sherlock Holmes; hasta la coronilla me tienen esos millones de personas adocenadas que se divierten viendo estos programas y que en realidad son los verdaderos culpables de su existencia en la parrilla de las teles; en fin, harto de que en algunas cadenas de televisión siempre tengan a los mismos invitados, independientemente del tema que se trate, como si estuviesen dotados de una sapiencia omnímoda.
Lo siento, pero es que soy incapaz de soportar tanto teatro, me da asco. 


Seguiría, pero no es cuestión de hacer esto interminable. Así que…

…disfruten del fin de semana sin perder la sonrisa.

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