martes, 19 de junio de 2018

¿DISCRIMINAMOS?


A la llegada de los migrantes procedentes del Mediterráneo en un barco con nombre de refresco gaseoso, fueron recibidos con todos los honores y declaraciones institucionales interesadas por las autoridades, grupos de personas exaltados, representantes de ONGs, cámaras de tv, periodistas de todas clases habidas y por haber, gritos de ánimo atronadores, etc. Fin a una misión en la cual se produjeron una serie de circunstanciales a nivel internacional que dejaron con el culo al aire a determinados países y a la UE con sus políticas de acogida, al tiempo que le sirvió a España para apuntarse un tanto en el tema de la migración. Supongo que los rescatados pedirán todos, o casi, asilo político en base a las condiciones bélicas por las que atraviesan sus correspondientes estados, uno de ellos Libia, donde la tan cacareada primavera árabe había triunfado y Gadafi había sido ejecutado, para encontrarnos ahora con esto. Como en Egipto, donde la dictadura militar continúa su rumbo.
No obstante, aquí en España tiene mucha más importancia, o al menos se le da, a este desembarco en medio de todo tipo de condiciones posibles humanitarias, tanto durante la travesía como al atracar, que a esos cerca de millar y medio que han llegado en patera a las costas del sur de nuestro país durante el último fin de semana. A estos últimos, los telediarios y las radios o la prensa apenas les han dedicado unos segundos y tampoco hubo recibimientos majestuosos por parte de políticos para hinchar el pecho y salir en la foto, ni las condiciones de acogida me temo serán las mismas. ¿Habrá también la posibilidad de asilo político para estos? ¿O se regularizará su estancia en cuarenta y cinco días, tendrán tarjeta sanitaria, los acogerán en otras comunidades, qué pasará con ellos? A saber, espero que alguien nos lo cuente y que la discriminación no exista, ya que...: La hipocresía es infinita en esta sociedad en la que vivimos, y la de determinadas personas también, porque la aprovechan para sus propios fines vistiéndola de solidaridad. Me dan pena, al par que asco.
No obstante, bienvenidos seáis migrantes, los del Aquarius y los de las pateras, que la vida os sea propicia.
 
No se olviden de la sonrisa, aunque esas circunstancias duelan tanto, que la sonrisa siempre es una forma de que esta gente esboce también una pequeña, aunque sea a regañadientes ante su futuro incierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario