INTERROGANTES (1)

Hoy inauguro en este blog una sección a la que voy a llamar "Interrogantes" en la que intentaré escribir acerca de aquellas cosas que siempre me quedan un poco en el tintero porque no les encuentro explicación plausible para que sigan como están.

Cuando hablas con unos o con otros, cuando ves algunas imágenes de ciertos hechos que acontecen a tu alrededor, cuando oyes en ciertos medios soluciones y/o explicaciones a determinados asuntos que se consideran de gran interés o de la mayor seriedad, probablemente te ayuden a comprender cosas que hasta ese momento te parecían inextricables.

Pero... siempre hay algún pero,...¿y si las decisiones o la ausencia de ellas te dejan como estabas, qué hacer?. Seguramente, nada, a excepción, al menos, de denunciarlas expresando lo que uno siente ante ellas.

Vaya por delante que mi manera de ver ciertas cosas es ciertamente radical, pero a estas altura ya no me van a cambiar. Si me equivoco, pediré humildemente perdón y reconoceré mis errores, responsable como soy de los actos y escritos en que me involucre. y si no, pues ahí quedarán los interrogantes...

INTERROGANTE (1) .-

Estos días de atrás se han lanzado tal cantidad de mensajes para activar la economía de este país, que bien parece que dentro de un par de semanas volveremos al 2006 y brincaremos, dando saltos de alegría, por las calles de nuestros pueblos, con los bolsillos forrados dispuestos a invertir todo cuanto tenemos en cualquier cosa que nos oferten.

Ni que decir tiene que la calidad de vida de todos los españoles subirá de tal manera que, ya desde ahora mismo, se están vendiendo todos los pisos que había en stock y que están a precios irrisorios; se han reservado las vacaciones para cualquier lugar del mundo (aunque no conozcamos aún lo que tenemos a nuestro alrededor) porque las líneas aéreas y las agencias turísticas regalan casi los viajes y estancias; nos hemos comprado un cochazo de esos con precios no superiores a 30.000 euros y los fabricantes se tiran de los pelos porque los habrán tenido que vender a menos del precio de coste; las empresas han reconsiderado todos los EREs habidos y por haber, además de lanzarse decididamente a la búsqueda de nueva mano de obra a la que pagarán el oro y el moro con tal de conseguir nuevos trabajadores para su empresa, que en estos momentos tiene unas perspectivas de futuro grandiosas y una expectativa de ventas que todas están inmersas en un estudio de ampliación de capital como primera medida para cotizar en bolsa; las familias con hijos en edad escolar están estrujándose las meninges para ubicar el mueble imprescindible ahora en su hogar donde instalar el ordenador personal portátil que su hijo va a traer para casa bajo el brazo, regalo personal e intransferible de su padrino el Ministerio de Educación y Ciencia, al que habrá que acoplar impresora, escáner, etc, etc; muchos padres no tendrán ninguna preocupación porque su hija de diecisés años pueda tener un mal día y, aunque sólo sea por cosa de una semana, rompa la paz idílica que se respira en la familia, ya que en las farmacias van a encontrar la solución a cualquier hora del día; los clubs de fútbol, por ejemplo, esas sociedades anónimas que nunca quiebran, respirarán hondo y tranquilos sabiendo que la economía de sus seguidores ha vuelto a la normalidad y seguirán contribuyendo con su óbolo voluntario, en forma de entradas o abonos, a pagar a las megaestrellas, y que la Seguridad Social y Hacienda, ahora boyantes nuevamente, se olvidarán de la deudas millonarias que les permiten año tras año seguir en las mismas condiciones, si no peores; los pequeños y medianos empresarios verán como los bancos, esos pobrecitos que nunca rompieron un plato ni aplastaron una mosca y cuyos ejecutivos y accionistas mayoritarios vieron la ruina tan cerca que ya se veían sentados a la puerta de un iglesia extendiendo su mano, por fin abren el grifo del dinero, a un interés tan bajo que sería de tontos rechazar un crédito de la suma que sea; y así más y más.

Por lo tanto, mi mayor interrogante en este momento no es otro que preguntarme:

Pero,...¿ hay crisis?

¿Dónde? ¿Acaso no se acabó ya con ella de un plumazo o, más bien, con un discursazo?

Y si alguien lo duda, por favor que me explique, porque estoy perdido.

Mientras tanto, que ustedes tengan buen día, que la crisis ya ha pasado, aunque yo no me he enterado.

Sean felices, con ella o sin ella...

Y hasta la próxima...¿crisis?