El Sr. Monedero se le ha
subido a las barbas al Sr. Iglesias y
demás. Si ya tenía por detrás al Errejón y la Universidad de Málaga o sus
propias cuentas con el funcionamiento de La Tuerka y los pagos, pequeños o
grandes, qué más da, en negro, ahora este Billetero andante se ha inventado una
empresa para cobrar por unas gestiones ante distintos países latinoamericanos
relacionados con una moneda única o algo por el estilo. Un estudio que no debió
de ser muy a fondo por parte de alguien que no sabe más de economía que
cualquier curioso ante semejante ciencia ya que sus estudios universitarios fueron por otro
sitio. ¿Serán los dirigentes de esos países tan tontos como para encomendar una
tarea así a alguien que no es economista? El caso es que le pagaron más que
bien por ello, ya que el dinero, dice, no tenía otros objetivos más opacos. Pero se olvidó de la
Hacienda española, aunque se puso al día; eso sí, solamente cuando se le descubrió el asunto,
porque si no… Y si a pesar de todo esto, desde la cúpula de Podemos no se toman
decisiones drásticas, de esas que ellos proclaman a los cuatro vientos cuando
hablan de la casta, entonces el futuro de este nuevo partido corre paralelo al
de los demás: a estrellarse contra el muro de las elecciones. Unos llevan
imputados en sus listas y ellos personas que se escudan en la confidencialidad
para no dar explicaciones. Si para ellos eso es la transparencia con la que
deben aparecer ante los españoles, entonces habrá que meterlos en el mismo saco
de manzanas podridas que a los demás. No se puede predicar a tontas y a locas
contra los vicios de los demás cuando dentro de uno mismo hay un forúnculo que va
a terminar por convertirse en una llaga que los mande al hospital más cercano.
Si quieren tener credibilidad, lo primero es cortar por lo sano estos comportamientos
dignos de esa casta que ellos combaten. Han de dejarse de paños calientes y no
escaquearse de los problemas que los afectan dando la callada por respuesta o escondiéndose en las mismas réplicas que dan
los demás partidos de nuestro actual arco parlamentario para no esclarecer nada.
¡Ale, a pasarlo bien y
a sonreír, como todos los días, que la vida no dura siempre y hay que
aprovecharla!
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