martes, 26 de mayo de 2015

TIEMPO PERDIDO


Y acabó el domingo y ningún ángel compasivo se apiadó de mí. En parte, supongo que porque yo tampoco puse mucho de mi parte. Esa tarde, desde poco antes de las cinco, me apalanqué ante la tele para ver al Uviéu contra el Cádiz y a las seis al Xixón contra el Tenerife. Total, que, como  el fútbol terminó cerca de las ocho, a ese ángel piadoso no le pudo dar mucho tiempo para inspirarme. Me quedé, como  en tantas elecciones anteriores, sin cumplir con ese deber ciudadano de votar al que apelan en todas las ocasiones los políticos, pero con mi derecho a no hacerlo. No sé para qué eché tanto tiempo el sábado deshojando la dichosa margaritona. Tiempo perdido.
Que ustedes lo pasen bien y que sean felices con el triunfo de los suyos. Una sonrisa, por favor.

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