No
sé si es extraño, pero en la vida hay momentos en los que uno no puede ni debe
pensar que los acontecimientos que suceden a su alrededor son fruto de la
lógica más lógica que uno se pueda echar a la cara. Y digo esto porque en casi
todos los ámbitos de la política, tanto local, regional como nacional se dan
casos de estos que son inextricables para la comprensión del ser humano, en
concreto, para el ciudadano de a pie español. Hasta hace unos días, o fueron
horas, ya no lo sé porque hay tantos rechiflas y lo que no son rechiflas sobre casos de corrupción o de falta de ética que se lanzan como
dardos unos a otros, desde determinados partidos políticos todo era pedir
dimisiones a los del PP por sus barrabasadas en Valencia, entre otros muchos
lugares del suelo patrio, y mírate tú ahora que aparece el caso Besteiro y
entonces desde el PSOE nos hablan de que hay que esperar a la apertura de
juicio oral para no poner de patitas en la calle a su número uno en Galicia. Que
sí, me podría comentar alguien, que ya no va en las próximas listas electorales
por esa comunidad, lo ha dicho Sánchez, pero es que el partido lo sigue manteniendo como secretario
general del socialismo gallego y eso chirría tanto que hay que taparse los oídos.
Yo
creo que entre estos dos partidos, apoyados por alguno más de ámbito
territorial, han estado jugando a lanzarse pullas sin querer ver el efecto
boomerang que ello conlleva. Que cualquiera de los dos, PP y PSOE, nos quieran
hacer creer que van a acabar con la corrupción en España es como si tuviésemos
que suponer, echando muchísima imaginación, que un cocodrilo hambriento dejaría
escapar una presa que estuviese al alcance de su boca.
Ni
uno ni otro son creíbles. Ambos han dispuesto en España de todo cuanto les dio
la gana y tantos años de mando absoluto ha acabado por pasarles factura. En términos
futbolísticos, llevan demasiados partidos y años jugando en plan divo y el esfuerzo acaba pagándose
cuando no hay banquillo suficiente o no sacan savia nueva de la cantera como
para dar de vez en cuando un relevo y permitir el descanso de algunos de sus jugadores
o simplemente rescindirles el contrato por su baja forma o porque ya han dado
todo cuanto podían en bien del equipo.
En el PP y el PSOE hay muchos primeras espadas a los que ya les pasó su tiempo
y deberían retirarse de ese deporte, del de la política, en que el que han
bregado desde su pensamiento ideológico hasta la extenuación algunos y otros no
tanto, en bien de los españoles, como les gusta decir a ellos, o en el suyo
propio, como le gusta decir en ocasiones a la justicia. Pero unos y otros, para
casa, a disfrutar de esa jubilación o de esos ingresos del paro desproporcionados aprobados por ellos mismos
para sí mismos con el beneplácito de todos cuantos por los sillones han pasado. ¿Que los emolumentos que perciben por ello son raros, disconformes y disonantes a juicio del salario de cualquier trabajador normal y corriente o del salario mínimo interprofesional? Claro que sí, pero dicen que son lógicos y, como las leyes las aprueban ellos mismos, pues...Perdonad, pero no encuentro palabras para explicarlo, este tipo de filosofía política y económoca me sobrepasa. Lo siento.
Comiencen
bien la semana, disfruten y continúen sonriendo que es una de las cosas que nos
queda que sigue siendo una ganga.
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