Hoy
he oído a Rita Barberá solo un momento, al principio de su rueda de prensa. No
es que no me interesara, pero es que ya me suponía lo que iba a relatar y,
total, para qué caer en la tentación de seguir escuchando lo mismo. No
obstante, algo hubo que sí me chocó, aunque haya pasado casi desapercibido: si
no asistió ni apareció por el Senado durante las últimas semanas fue porque no
había ningún tipo de sesión parlamentaria en él. O sea, ¿a qué narices iba ella
a desplazarse a Madrid?
Es
interesante porque alguna persona habrá que se preguntará que entonces para qué
coño sirve el Senado en estos momentos, aparte de para hacer nombramientos
entre ellos y aforar a los elegidos, y, lo que es más importante, ¿por qué
tienen que cobrar un salario por figurar? ¿A que cada vez está más claro que el
Senado no pinta nada en España y debería de desaparecer? Para un puñado de
asuntos que tratan durante cuatro años, mejor que lo hagan en el Congreso y se
dejen de chuminadas llevando los temas de aquí para allí como si fuesen niños
de un año con sus juguetes Rita lo dijo, no yo, que durante mes y pico en el Senado
no se rascó bola, que ella no asistió ni apareció por allí, pero sí que cobró y
cobraron. ¡Anda, cágate, lorito! Si le cuentas esto en serio a un trabajador, o
se echa las manos a la cabeza por tal aberración o, si no, es que forma parte
del Senado y de los partidos políticos que aún lo apoyan.
Sigan,
sigan, no se desanimen y ríanse o, mejor, busquen la forma de poder llamarse
senadores y cobrar sin trabajar.
Te enteras ahora de para que vale el Senado? Es un "cementerio de elefantes".
ResponderEliminarGayoleru