Ojos
risueños
esperando
ávidos
versos
mimosos
que
le recuerden
el
regocijo diario
de
su despertar,
poema
vivo
entre
sábanas blancas
de
versos sueltos
recopilados
en
una antología
de
amor sin fin.
Risa
de ángel
en
su cara de niña,
gozo
celestial,
esa
mirada
pura
e inocente
que
embelesa,
que
enternece
la
dura piel reseca
del
escribidor.
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