ENTRAÑABLE O(N)G GUBERNAMENTAL

 

Mira por donde resulta que el PP ha dejado de ser un partido político para convertirse por arte de birlibirloque, es decir por la Agencia Tributaria y el sr. Montoro, en una ONG a la cual le caen las donaciones por todas partes. ¿Entrañable, verdad?  Y nosotros sin enterarnos. ¿A qué viene, pues, tanto cuento con Cáritas o la Cruz Roja, con los informes que a veces hacen explicando el panorama hambriento de una gran parte de la población española? ¿Qué sabrán ellas? Para eso está el PP, que niega la mayor y se convierte de buenas a primeras en una de las organizaciones, eso sí, gubernamentales, o sea una O(N)G, que más claro tiene lo que hay que hacer con sus donaciones: gastárselo en obras de sus sedes y actos políticos, en sueldos “barcenianos” o simplemente perdiéndolas por el camino y acabando en bolsillos de muchos de esos nuevos imputados- investigados, se dice ahora, perdón- que tanto abundan por la piel de toro. A fin de cuentas no está tan lejos el día que en que algunos representantes populares negaron lo de las necesidades en materia de alimentación de miles de niños por nuestra geografía. ¡Quién lo va a saber mejor que ellos, que han tenido que gastarse los euros en otras cosas porque no había otra faceta social en las que hacerlo! ¡Ay, madre, qué ON)G esta! ¡Qué cara tienen, como el cemento armado! ¡Pobres de nosotros como empiecen a proliferar otras semejantes amparándose en la teoría expuesta por la Agencia Tributaria!

¿Y el Tribunal de Cuentas qué dice? Pues lo mismo de siempre: nada. Están ahí para cobrar, ¿o no?, así que a ellos esas cosas les resbalan. Mientras el sueldo entre cada fin de mes...

A pesar de todo, seguro que habrá gente de la calle que, en vez de renegar de esto, aún lo encuentre honorable, tanto por parte de quienes lo donaron de forma “altruista” como de quienes lo recibieron con las manos abiertas para resolver su situación. Y dentro de equis meses, los afianzarán con su voto para que sigan tomándonos el pelo. Y así nos va.

Disfruten del día, confíen en que todo será una broma y sonrían, aunque solo sea por reírse de ellos, de todos.