lunes, 11 de junio de 2018

NAVIDAD ADELANTADA


Hoy, como llevo haciendo desde el viernes, me ha tocado encender la tele a las ocho y pico de la mañana, buscar en el disco duro que tengo conectado a ella la carpeta con el nombre de Celia, rebuscar en su interior hasta encontrar otra que nombré como Villancicos Asturianos y pulsar el play del mando a distancia para que mi nieta, ya desayunada y vestida, aunque sin calzar, pudiese escuchar la canción del grupo Seliquín que hace años, muchos, fue también una de las preferidas de mi hija, Los tres Reis, y cantar al alto la lleva su estribillo (El vieyu ye Melchor, el prietu Baltasar y el que ta mediu coxu que va en mediu ye Gaspar). Cuatro veces lo oyó, hasta que se acercó a su estantería de juguetes y se apoderó de la pandereta. Se acabó la tele, ahora le arremangaba palmadas al instrumento musical sin orden ni concierto, pero cantando y bailando el villancico. Me quedé  apartado a un lado, cerca del sofá, viéndola y sonriendo. Poco a poco, casi susurrando al principio, acabé yo también cantándolo en voz baja, aunque en el mismo momento en que ella giró y me vio mover los labios, me soltó: No, tú, no, Tito. Y este Tito se llevó el dedo índice de la mano derecha a los labios para indicarle que no saldría otra palabra más de mi boca, mientras mis ojos se iluminaban de alegría contagiada por sus movimientos, gestos, panderetazos y letra cantada a su manera que alejaron de mi mente las nubes que se cernían desde hace cosa de media hora sobre nuestras cabezas, bueno, sobre nuestras casas y nuestra villa.

Entonces, se escuchó el primer estruendo, pero a mí me dio igual y a ella también. Nuestro mundo era otro, sin truenos, ni rayos, ni lluvia de ningún tipo. La tormenta no existía. Estábamos en Navidad, el día de su cumpleaños, pero una Navidad a mediados de junio y no había tormenta que igualase la alegría y la sensación de bienestar que anidaban en nuestros cuerpos. Ante el primer relámpago, mirándonos a la cara, ambos sonreímos y después, tras un Ahora los dos, Tito, comenzamos nuevamente la canción de Los Tres Reis, al tiempo que un violento trueno retumbaba en el exterior.

Porque cualquier día es bueno para disfrutar de su compañía, cualquier día es bueno para intentar lo imposible con tal de arrancarle una sonrisa, cualquier día, cualquier momento es maravilloso para seguir queriéndola y disfrutando de su compañía. Porque cualquier día se convierte en fantástico cuando un niño es feliz.

 

Sigan sonriendo, disfruten minuto a minuto con los que más quieren y sean felices.

 

GOBIERNO NUEVO: YA VEREMOS


Hay Presidente. Hay ministros y ministras. Ahora, a gobernar.
El nuevo Gobierno no ha suscitado malos modos en general entre la sociedad. Bueno, sí, el deportista Maxim Huerta, que a lo mejor dará conferencias de prensa en Telecinco, o en Cataluña lo de Borrell, que le sentó a Torra y cía como un tiro en el pie de apoyo, pero a fin de cuentas tampoco creo yo que será para tanto. El rifirrafe normal entre partidos que desean algo con frenesí descontrolado como es la independencia, por un lado, y la cautela que se ha de suponer a quien ahora rige nuestro destino en España y que ya ha apoyado la Constitución por encima de todo, o eso se oyó. Eso sí, fuera 155 y el control de cuentas se hará a posteriori, enseguida recuperarán las leyes recurridas ante los tribunales y aquí paz, después gloria y la tabarra con la independencia, como Duracell, seguirá y seguirá.
Esto del respeto a la Constitución se les da muy muy bien a PP y PSOE: se la saltan cuando quieren, aunque sea con nocturnidad y alevosía, a escondidas de los ciudadanos, para intereses de aquellos que más tienen. O algo así fue lo que acaeció hace unos años entre Zapatero y Rajoy, las dos joyas de la corona bancaria en España. Pero las palabras Constitución y Democracia la tienen siempre los partidos en la punta de la lengua para cualquier cosa, como si fuesen las fórmulas mágicas del reino de los cuentos con las que se descubre todo, aunque en realidad sirva para taparlo todo bajo mantas y mantas de frases demagógicas que aturden y aburren a la ciudadanía hasta que esta es incapaz de saber dónde comienza la verdad y dónde termina la mentira. Y así nos va: hechizados por esas palabras cuyo significado han tergiversado hasta la saciedad en pro de sus propios intereses. Pero, bueno, ahora alguno dice que hay que reformar las Carta Magna. Esperemos que no sea sólo para contentar a Cataluña y País Vasco.
No obstante, cuando defienden la Constitución como panacea y muralla tras la que nada se puede desarrollar, a mí me dan miedo. Cuando menos nos demos cuenta, nos cuentan una milonga y nos dicen qué es lo mejor para España sin consultarnos nada; a continuación, cambian o quitan o añaden algo en su articulado y hasta luego, Lucas, si te vi, no me acuerdo. Y el que muestre su desacuerdo será un anti demócrata, un radical, un fascista, un autoritario, un golpista, un…
 
Bueno, no pierdan la sonrisa, que seguramente habrá situaciones en adelante para partirse de risa y hay que estar preparados.
 

viernes, 1 de junio de 2018

OPERACIONES MAQUIAVÉLICAS


En España cambiamos de Presidente de Gobierno. Una marea viva llamada moción de censura se llevó por delante a Mariano Rajoy y nos dejó en su resaca a Pedro Sánchez. Si lo queréis como si no lo queréis, en el Congreso lo votaron y sanseacabó. Prometió, porque prometer es tan barato que resulta hasta gratis, como Suárez, que iba a cambiar no sé cuántas cosas y que, al final, convocaría nuevas elecciones, a saber cuándo. Supongo que tendrá las cosas bien atadas, ya que de lo contrario va a hallar una oposición exacerbada entre los diputados y no te digo nada en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta.

Quiero creer que no les prometió nada a los partidarios de la independencia catalana, como él aseveró y PdCat y ERC repitieron. Pero… El tiempo, y no mucho, nos dirá cómo se responde al apoyo en el congreso. El PNV no tiene ni que explicarse: siguen los presupuestos aprobados anteriormente y se forran a cuenta de ellos. Los demás partidos ahora, es de suponer, se estarán frotando las manos para calentarlas y acoger todo cuanto les pueda caer en ellas, que el que no pide y chupa no mama. Menos Cs, el partido de la lucha contra la corrupción que sigue echando una mano a Rajoy, y PP, claro, aunque a ambos les dieron munición suficiente a cuenta de los partidos que  auxiliaron a Sánchez en su camino hacia la Presidencia.

Lo que ayer y hoy vimos en el congreso de los Diputados fue pura y meramente política, pero política maquiavélica, la que lo único que busca es el poder por el poder. ¿El bien de España y los españoles? Permitan que lo dude, al menos de momento y según están las cosas.
 No digo que el PP debiese seguir, no, y menos aún después de la condena del Tribunal Supremo, por más que se empeñen en retorcer los argumentos para engañar a la gente de este país y declararse inocente de todo cuanto les afecta directamente. Tampoco me choca, ni mucho ni nada, cómo el PSOE, el de no es no, hace unos días echaba sapos y culebras por la boca contra el presupuesto, aprobado en ese mismo Congreso con su voto en contra, y hoy habla de continuar con él por razones de Estado. Ja, me río: por razones de apoyo del PNV que, si no, no lo votaría. Otro es Podemos que incluso se ofrece voluntario para entrar en el futuro Gobierno a pesar de que tendría que tragar los mismos presupuestos anteriores. Y los catalanes, que apoyan al PSOE, o más bien refutan a Mariano, a pesar de haber defenestrado a Sánchez por haber avalado a Rajoy y Rivera con el artículo 155, ahora esperan con entusiasmo que lo deroguen, que saquen a los presos que ellos llaman políticos y que se les dé nuevamente el control sobre el dinero de la Generalitat Catalana. Ahí es nada.

Falsedad tras falsedad. Unos y otros. ¿Alguien se cree que van a regenerar la clase política de este país los mismos que la arrastraron por el lodo? No sé, cuesta trabajo hacerlo.

 

Mientras, sigan a lo suyo, que poco o nada va a cambiar para los de a pie, y la sonrisa nos servirá para vivir y tolerar estos y otros futuros momentos.

EL ANDALUZ MÁS ASTURIANO DEL MUNDO, d.e.p.


  

Ayer, 31 de mayo de 2018, nos dejó Antonio Pavón Palomo, una persona inigualable, irrepetible, un ser humano que siempre combatió por colocar a sus pueblos, Antequera y Grau, lugares de nacimiento y de residencia, en lo más alto a través de su participación y lucha desde infinidad de asociaciones culturales, deportivas, de índole social, etc.

Fue aquí, en Grau, donde participó en la fundación de esta Asociación, la que lleva el nombre de Valentín Andrés, amigo suyo y quién lo bautizó como dice el título del artículo: “Es usted el andaluz más asturiano del mundo”. Fue idea suya crearla al celebrar el centenario del nacimiento de este insigne moscón. Desde el primer momento, desde su cargo de vicepresidente, cargo que desempeñó durante más de veinte años, para pasar luego a ser nombrado Presidente de Honor de la AVA, desarrolló una labor encomiable e impagable con el fin de que esta Asociación ocupara, como hoy lo hace, un lugar eminente y primordial en la vida cultural de nuestro pueblo.

Toni Pavón no quiso abandonar el mes de mayo, ese mes de las flores que adoraba, que lo inspiraba, el mes más querido por él. Es como si, al ver que junio estaba a un paso, Toni prefiriese seguir su vida alejado físicamente de nosotros, de todos cuantos lo queríamos, entre los días de mayo para seguir echando algún piropo inocente o escribiendo alguna de sus poesías en ese otro lugar al que se ha ido, sea el que sea y esté donde esté. Estoy seguro que ahí, en ese paraíso reservado solamente para gente tan maravillosa y extraordinaria como Pavón, junto al Efebo que le concedió Antequera en el día de Andalucía de 2004 y el Título de Hijo Adoptivo de Grau concedido en 2016, se mantendrá atento a todo cuanto suceda en ambos sitios y hará todo lo posible por seguir inspirando a todos cuantos deseen, con tanto amor como hizo él, lo mejor para sus pueblos.

Antonio, Toni, Pavón, puedes estar seguro que desde la Asociación, como hicimos siempre, te seguiremos teniendo como un ejemplo no solo de lo que significa trabajar por Grau, sino también como modelo de lo que un ser humano puede hacer por cuantos le rodean.


 

jueves, 24 de mayo de 2018

DESENCHUFEN


¡Qué país, uf!

Es que no hay día en que uno se levante y pueda disfrutar alegremente de la mañana si resuklta que tienes cierto interés por los movimientos políticos que acaecen en España. Si no es uno, es lo otro. Lees diarios, pones la radio, ves la tele, te acercas a noticias por internet, lo que sea, hasta las charlas entre determinadas personas en un bar o en un parque, y todo, todo es la dichosa política que te ahoga y te deja más que patidifuso cuando te enteras de algunas de las cosas que suceden.

Y no porque todos a quienes oyes opinen lo mismo, no, porque las explicaciones pueden ser más o menos prudentes, moderadas, razonables,  insensatas o peregrinas y cada uno tiene las suyas, sino porque la vida hoy en nuestro país se mueve al ritmo que marcan estos hechos: que si Cataluña, que si Gürtel, que si EREs, que si manifestaciones de pensionistas, o de obreros, o de jueces o de… Yo qué sé. Ni un día tranquilo, a excepción de cuando despierto a mi nieta y paso las horas con ella. Justo esos momentos son los que hacen que mi vida no sea el fracaso al que creo condenarme por no seguir la misma melodía que todos esos opinantes, las más de las veces sin conocimientos suficientes como para valorar fechacientemente cada caso, como me sucedería a mí, sin duda. ¡Bendita nieta!. Porque discutir de política por el mero afán de discutir no conduce a nada.
 ¡Ah, que se me olvidaba cómo cuentan que se arregla todo: en las próximas elecciones. Y yo me descojono. Como cuando mi nieta, ante una canción que le gusta, empieza a bailar: me descojono y quedo atónito viendo cómo, con poco más de tres años, se mueve y gesticula como si hubiese nacido con la música, el ritmo y el baile dentro de ella. Increíble. Lo del baile y lo de que se arregla con elecciones, ambas cosas.

 

Sigan bien, desenchufen todo lo que puedan y ríanse del mundo, que es maravilloso.

viernes, 18 de mayo de 2018

CHALET


El dios podemista y su compañera en el Olimpo de esos dioses de mercado anticapitalista se hicieron un lío. O no tanto si pensamos que tal vez desde hace unos meses ven que su tiempo se acaba, tiran por la calle de en medio, se aburguesan y dejan con el culo al aire a sus camaradas en el resto de España. Tanto criticar la compra a Guindos por algo semejante y resulta que va él, y ella, y se permiten el lujo de comprar un pequeño chalet, baratito, eso sí, de unos seiscientos mil euros. Total, una minucia.
Ah, que ya han proclamado a los cuatro vientos que con una hipoteca, como todo hijo de vecino. Sí, porque, total, más de medio millón de euros pagando una bagatela de ochocientos al mes cada uno en treinta años, se lo permite cualquier trabajador de esos a los que ellos dicen defender. Lo que pasa con todo esto es que una cosa es predicar y otra dar trigo. Ellos predican, trigo no dan, pero la cosecha, por lo visto, la piensan recoger.
Anda tú, que se han lucido ambos. Desde el famoso congreso de Vistalegre en el que lo eligieron líder de Podemos, no paró de dar palos de ciego y de poner palos en las ruedas de los demás hasta acabar en un descenso galopante de votos. Mira que, hace unos años, había surgido la figura de Iglesias, y demás, no lo olvidemos, como la de un joven, y jóvenes, con nuevas ideas que podía ser capaz de cambiar las cosas en este país, aglutinando a su alrededor millones de votos de españoles confiados en sus palabras. Pero, ya ves, resulta que se ha convertido en otro más de la misma ralea que él criticó y aún sigue criticando, después de enterrar o casi a quienes con un poco más de cordura intentaron que no hiciese el ridículo desde aquel nefasto día a hoy.
 Mejor estaba calladito, desaparecido de la vida política y pública y se iba a su chalet a limpiar la piscina para el verano y a preparar las cunas de sus dos gemelos, en vez de mandar al carajo con esta decisión, por muy loable y defendible que lo intenten explicar, a todos sus compañeros que aún creen en un modelo de sociedad distinta, no sé si mejor o no, allá cada cual. Aunque, claro, si se va, cómo van a pagar la hipoteca. O sea, que los tendremos para rato, aunque estén en segunda fila o colocados en algún despachito de esos que ellos tanto criticaron a los demás. ¡Qué pena de ideas despachadas de un plumazo por quien aún hoy se cree un dios!

miércoles, 9 de mayo de 2018

NEL BAR


 
-¿Tas lliendo la prensa, guaje?- entrugó-y Lin a Robus, que s’ afanaba, cola cabeza gacha, n’ enterase qué yera eso de que les pensiones subíen unes col IPC y otres non- Pues has saber qu’ esos papelos nun cuenten namás que mentires, troles como la catedral d’ Uviéu. Digótelo yo, que tuvi l’ otru día nuna charla que daben na Casa Cultura sobre les “fake news”- y pronunció estes dos caberes palabres como si naciera n’ Inglaterra había setenta y picu años, que yeren los qu’ arrastraba, sofitándose nuna cachaba de carbayu que tallara él había yá polo menos tres años.
-Anda, Lin, nun me torees, habrá de too. Toma un cafetucu, si te peta, y déxame lleer esto, que bien que nos interesa a los dos- Robus cuasi nin llevantó la tiesta del papel. Taba fartu de que Lin-y apaeciera un día sí y otru tamién, a la mesma hora, pel bar d’ Amparo pa que-y pagaren el café con lleche de toles mañanes. A él nun-y importaba, pesie a que yera un meticón de munchu cuidáu y n’ ocasiones esbabayaba más de la cuenta; sicasí, dába-y pena abonda, sabiendo como sabía lo que-y quedara de pensión y que tenía en casa a la fía, separada d’ aquel piraván que la dexara preñada había cuatro años y la abandonara con fíu y deudes a los dos meses de nacer la criatura. Ente’l matrimoniu, la fía, el nietu y daqué que-y apurría al so fíu, en paru dende setiembre, p’ aidar un migayu cola alimentación de los tres fíos que tenía n’ edá escolar, poco o cuásique nada-y podía quedar pa los sos gastinos de diario: un par de vininos corrientes a la tarde en Ca Mael, charrando o viendo’l fútbol, el paquetucu de tabaco negro, que quemaba cada dos díes, y con eso alón. Ansí ye que se dexaba cayer perequí y perellí cuando vía a dalguién que-y podía brindar un vinín o un café.
Lin y Robus yeren de la mesma quinta, como bien s’ apuraba a cuntar el primeru en cuantes se decataba de que-y diba cayer una invitación a tomar dalgo. Y güei nun podía ser distinto.
-¿Alcuérdaste del día de la xura bandera, ho? Joder, vaya mamada que garramos na cantina. De xuro que nun había naide más que la xurara ensin daquién de la familia presente. Namás tu y yo. Pero taba bonu l’ asuntu per casa como pa dir hasta Sevilla los nuesos pas. Si cuasi nun había pa comer en casa, eh, como pa pagar un billete en tren y echar dos díes perehí fundiendo lo poco que teníen. ¡Probes! Y con too y con eso, tovía-ys pidíamos perres pa nós y dacuando llegaba dalgún xiru de cuatro cuartos pa ún o pal otru que fundíamos nun par de díes en vinu. ¿Alcuérdaste, Robus?
Lin siguía testón falando y falando ensin dar callada faciendo tolos posibles por entamar una conversación col so collaciu de parranda militar, pero Robus, calladín como un afogáu, atestayaba pa la noticia que lleía, nun sabiendo mui bien si ye que taba concentráu nella o quería facese ‘l sordu pa nun entrar otra vuelta nel filáu, como milenta vegaes antes-y aportara col so amigu, de vese nun alderique valeru qu’ enxamás llegaba a nada, solo a tener que finar la charla dándo-y la razón a Lin pa nun dexalu mal y tener la fiesta en paz.
Por fin, n’ acabando el cafetín, Lin garró la muleta del poyu, xunto a la cristalera onde la dexara, faciendo darréu un remolín con ella en mediu’l bar qu’ a puntu tuvo de da-y un disgustu a Amparo cuando vio cómo’l palu cuasi rozaba, por un pelu, el cristal del armariu de los xelaos.
-Si lu llegues frayar, dígote yo que te muelo les costielles con él, Lin. ¿Pero ye que nun sabes pórtate con un pocu sentíu, rapazón?- Amparo enfoscárase dafechu, nun yera la primer vez que facía aquel movimiento, anque tamién sabía que tampoco nun sería la última. El día menos pensáu…
-¡Hala, Amparín, venga, nun t’ esmuelgues, ne, que ta too controlao! Venga, hasta más tarde, que tengo que dir buscar el nietín a la guardería.
En colando del bar, Robus llevantó la vista del periódicu y quedó mediu ablayáu mirando pa la cai.
-Nun hai quien pueda con él. Tola vida vivió como un dios y acaba morriendo enterráu nun panteón.
Llueu, Amparo echó una güeyada pa escontra d’ él, pero Robus yá pasara la fueya y taba lliendo daqué de les acciones de Liberbank.
Pa lo que-y importaba a él lo de les acciones. ¿Qué tendría na cabeza nesi momentu?
 
Siguíi a lo vuestro, riivos un migayu, si vos peta, y esfrutái del día.