Pues ya veis: ni van a bombardear Siria, ni va haber
Olimpiada en Madrid ni más candidatura para el 2024, ni a Grau le dieron el premio de Pueblo Ejemplar de
Asturias.
No estuvo mal, por las tres cosas me alegro: por la
primera para que no paguen justos por pecadores- aunque para eso ya se bastan
los dos bandos enzarzados en una guerra civil cruel y sangrienta que debería
dar vergüenza al ser humano-; por la segunda porque con el pufo que tienen con
los bancos debido a las tres intentonas ya es suficiente, creo yo; y la tercera
porque no reunía las condiciones desde mi punto de vista, aunque espero que en
un futuro pueda hacerlo aunque no se opte al galardón. No obstante, sobre esto
último del Pueblo Ejemplar, considero que desde los Príncipe de Asturias, esos
galardones que intentan emular a los Nóbel y donde se ha metido la pata más de
una vez debido a los jurados que aparecen en la concesión de alguno de ellos,
en este se están desvirtuando los orígenes: un pueblo no es una villa ni un
concejo por más merecimientos que tengan, a no ser que el premio se lo quieran
conceder a un Ayuntamiento, es decir, a un alcalde, sus concejales y alguna/s
asociación/-ones. Pero bueno, ya van algunos concedidos a villas así. A mí
personalmente no me gusta.
Dejemos estos asuntos que de momento son pasado y con este
no se vive y vayamos a lo que nos venden ahora. Por un lado Gibraltar se ha
enfriado a excepción de algún atropello, alguna cola más larga que otra, un
poco de contrabando y la esperada llegada
de los enviados por la UE para estudiar los casos, que me temo poco o nada van
a hacer. Por otro hoy la noticia es la del presidente portugués en esas Islas Salvajes
del Atlántico a la espera de que se les dé el visto bueno la ONU para que extiendan
sus dominios marítimos a su alrededor tantas millas como les puedan
corresponder y así obtener unos bancos de pesca, o de otras cosas, muy
apetitosos para su delicada economía. España ya está mandando cartas para
evitarlo, pero me temo que serán del estilo de las que Rajoy le manda a Mas, en
las que uno habla del trigo y el otro le responde con la previsión del tiempo.
¡Tan difícil es llegar a un acuerdo para evitar que se lleguen a extremos de
donde luego costará salir o dar marcha atrás!
Y es que tanto las relaciones internacionales, en este
caso con Gran Bretaña o Portugal, se nos están yendo de las manos, ya no pintamos nada o casi
nada en ningún foro mundial. Y lo mismo sucede con Cataluña: los políticos catalanes
de ERC y CiU venden populismo a espuertas, pero no me creo que tengan claro su
futuro si, llegado el caso, se independizasen porque no tendrían a España para echarle la culpa de sus males; y mientras, desde el gobierno
central, no son capaces de dar con alguna fórmula que desmantele ese populismo
y ponga las cosas en su sitio, al par que se cierra a ultranza en defensa de un
estado que no quieren dejar evolucionar.
Se me olvidan otro par de cosas: de un lado el caso Nöos,
que nos lo quieren llevar a Valencia quien sabe si para que todo termine como
lo de Camps; y en Madrid sigue Bárcenas y su mujer, que aún no han gastado toda
la munición que guardan para el ataque final, aunque en el PP no se enteran y
siguen creyendo a pies juntillas que con no hablar del asunto todo se va a
olvidar. ¿Acabará la Justicia por hacer JUSTICIA para que los españoles le podamos dar un pequeño margen de credibilidad?
Hay más cosas, pero a esta horas no
estoy para ello. Así que disfruten del día y sigan con la sonrisa en la cara.
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